Querido Monstruo En El Armario.

¿Amigos?

Día 16.

Querido diario:

Ha pasado una semana desde que el monstruo del armario salió de su escondite.  Las pesadillas se han ido al igual que mis pastillas. (Tire las pastillas al tercer día de convivir con el monstruo, si seguía con ellas seguro terminaría muerto por una sobredosis.)

El monstruo no deja de llamarme "humano" o "Vecino" a pesar de haberle dicho mi nombre. ¿El vivir en mí armario lo convierte en mi vecino?

Él se niega a decirme su nombre.

Todo esto sigue pareciéndome algo casi surrealista, aunque ya puedo sobrellevarlo un poco mejor.

¿Será que él se convirtió en mi amigo?

El monstruo en realidad resultó ser muy amable, aunque descubrí que tiene un gusto bastante grande por mi azúcar, estoy pensando en esconderla para evitar que termine con toda, lo cual es muy probable que suceda en poco tiempo.

Dejando todo eso de lado, estoy feliz, hace mucho tiempo no me sentía cómodo con una persona... o bueno... lo que sea que sea el monstruo del armario, aunque hay una cosa que me inquieta sobre él: Su insistencia por llevarme dentro del armario.

Cada noche, antes de irse, me invita a acompañarlo, pero aún no me siento lo suficientemente confiado como para hacerlo, así que cada noche le digo que no. Lo más extraño del asunto es que el parece molestarse conmigo cuando lo rechazo, siempre gruñe bajo y desaparece del otro lado, murmurando y dejando pequeños rasguños en la puerta.

¿Los rasguños en la madera de mi cama también serán suyos?