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Trabajaba en una agencia en la que allí había resuelto mi vida. Mi futuro marido era el jefe de aquello, al principio manteníamos las distancias pero poco a poco y quizás con la excusa del trabajo fuimos acercándonos. Él siempre había sido muy reservado, pero llego un momento en nuestras vidas que nos abrimos por completo el uno al otro. Él fue mi confidente y mi amigo... el tiempo hizo lo demás.

Cuando me pidió que me casara con él no me lo podía creer. Acepté sin pensármelo dos veces e hicimos nuestra relación oficial. Siempre había insistido en cambiarme de puesto, incluso me había propuesto que me quedará en casa, según él no había necesidad de que yo trabajara pero yo no lo veía así. Sentía la necesidad de sentirme útil, además en la agencia siempre había cosas nuevas que hacer y no tenía un oficio fijo, por lo que me resultaba entretenido.

Oscar últimamente apenas paraba quieto, siempre me decía que tenía cosas que hacer en la agencia pero aquella situación comenzaba a repetirse una y otra vez. Me había cansado de aquella situación y mi amiga Maite me invito a salir en la noche a un local. Esa misma tarde se lo hice saber a él, esperando a que aunque fuera se presentara por allí entrada la noche. Pero para mi sorpresa me animo a que saliera sin decirme en ningún momento que se pasaría cuando terminara.

Mi familia vivía en la capital, al menos una vez a la semana hablaba por teléfono con mi madre. Ellos estaban muy felices porque había encaminado mi vida con un hombre que merecía la pena. Me arregle y me fui hacía el local donde había quedado con mi amiga. Ella me estaba esperando allí, estaba acompañada también de otros amigos nuestros como Cristian, Dulce o Christopher, los cuales eran pareja. Me pidieron un tequila y nos saludamos.

- ¿Y Oscar? ― Dijo Maite a la vez que me ofrecía un asiento ― ¿No quiso venirse?

- Tenía que hacer unas revisiones. ¿Cómo les ha ido?

- Bien, la pregunta es ¿Cómo va vuestra relación? - Dulce le dio un golpea Christopher con el brazo - perdón pero últimamente ha salido Anahí sola, Oscar ni ha sido capaz de venir a tomarse nada con nosotros y si nos esta huyendo no hay motivo aparente.

- Claro que no les huye, todo va bien - suspire - supongo que es lo que tiene ser dueño de un negoció. Además tiene que preparar la llegada de un hermano suyo que va a venir a la ciudad unos días.

Christopher abrazo a Dulce por la cintura y me bebí mi copa, al dejarla pude ver tras ellos a una pareja teniendo más que un simple contacto. Él estaba recorriendo el cuello de la mujer con besos y su mano acariciaba la cintura de esta. De pronto sus ojos se encontraron con los míos y se detuvo mientras me miraba fijamente. Yo estaba mordiendo mi labio inferior, todo sonaba a demasiada desesperación por lo que aparte la mirada y mire a Maite. Ellos mantenían una conversación ajena completamente a mis pensamientos y a lo que acababa de ocurrir. El camarero de pronto toco mi brazo y me gire para verlo.

- Tenga.

- Yo no pedí nada, debe ser un error.

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Esta es una de mis wns favoritas y quise compartirlas con ustedes... Me dejan saber que les pareció y si desean que la continúe. Espero sus votos y comentarios.😊

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