4.

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-Antes no te descuidaba tanto.

- Lo sé, pero yo tampoco puedo ir y exigirle. Debe salir de él.

- Any, él ya no es tu novio, estáis comprometidos - La miré - creo que tienes muchísimo derecho a exigirle atención.

- Ha cambiado tanto... al principio se desaparecía algún que otro fin de semana, pero ya esta siendo a diario. Y todo por trabajo.

-No quiero hacerte daño pero ¿Has pensado que puede estar con otra
mujer? Negué, sabía que Oscar no era de ese tipo de hombres. Sin embargo yo si había sido capaz de hacerlo.

Estábamos pasando por el puerto cuando el claxon de un barco nos alertó. Nos quedamos mirandoy no pude creerlo, era él, aquel joven del local llamándome con la mano. Mire a Maite y ella se sorprendió.

- ¿Lo conoces? - Asentí - te dejo vía libre para que vayas a saludarlo, me voy para la casa. Y por favor, si necesitas algo en cualquier momento o sucede algo con Oscar llámame.

Me despedí de ella y me acerque al barco. Él me dio la mano y me ayudó a subir, después fue hacía una cabina que había y apago el motor. Yo me quede mirándolo, ¿Había sido casualidad que nos hubiéramos encontrado allí? ¿Qué era lo que pretendía? Se aproximo de nuevo a mí y rodeo mi cintura entre sus brazos, fue a besarme pero yo me eche para atrás.

- ¿Qué haces? Recuerda que yo no estoy sola y alguien podría vernos, no se que hago aquí... - Fui a irme pero él me detuvo.

- Tus palabras suenan a una aceptada invitación a la cabina de abajo, allí nadie nos vera.

- ¿Por qué estas tan seguro de que aceptaré?

- Por el simple hecho de cómo te estremecías ayer en mis brazos - Me susurró al oído y me tendió la mano para ayudarme a bajar al cuarto.

Le di mi mano y bajamos las pequeñas escaleras. Aquello era muy pequeño, al igual que la cama... pase delante de él pero rápidamente me giro y comenzó a besarme con intensidad. Su cuerpo estaba muy pegado al mió y ya podía notar su alto grado de excitación, llevo su mano a mi pecho y apretó con fuerza. Introduje mis manos por el interior de su camiseta ancha y se la quite, después deposite unos pequeños besos en su torso.

Él rápidamente se abrió paso con mi camisa, desabrochó mi sujetador y lo dejo caer viendo por primera vez mis pechos. Se lamió los labios y después cada uno de mis pezones, sus manos fueron a mi pantalón corto, una vez que este cayó al suelo él tiro las cosas que había en una mesa, me tomo de la cintura y me sentó encima. Mis piernas se envolvieron en su cintura y comencé a desabrocharle su pantalón vaquero. En cuanto tuve ocasión metí mi mano en su bóxer, tocando su miembro, él se tenso y gimió por el contacto. Su mano se introdujo por mi ropa interior y al ver que yo reaccionaba de la misma manera sonrió.

- Estoy seguro de que no te derrites así con esa compañía que dices tener.

- No quiero hablar de él ahora - Sus lengua recorrió mis labios - además tú tampoco estas solo.

Levándonos por la pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora