- Bueno, yo no tengo que ver como te besas con ninguna otra, tú estabas expuesto a eso – me acerqué a él y me abrazo apoyando su barbilla en mi cabeza – no quiero que estés así por eso, ¿entendido?
Asintió y dejo un beso en mi cabello. Cuando terminamos de desayunar nos marchamos a la empresa, donde ya se encontraban los dos escritorios perfectamente preparados. Alfonso entró en su despacho y yo me senté en mi lugar. Celina me estuvo explicando los últimos detalles y como debía gestionar la agenda de este. La mañana pasó de lo más tranquila, estaba con un café sobre la mesa cuando una voz que conocía a la perfección se escucho en el pasillo.
- ¿Está mi hermano? Necesito urgentemente hablar con él – Levante la vista y los ojos de Oscar se encontraron con los míos - ¿Tú?
- Ella es Anahí – Celina comenzó a presentarnos sin saber que nos conocíamos a la perfección – desde hoy gestiona todo lo de Alfonso, ella lo avisara.
- Que sorpresa, encantado – Se acercó a mí, simulando que no me conocía. Apoyo sus manos en mi escritorio dándole la espalda a mi compañera - ¿Te importa avisarle?
- No tienes ninguna cita – Abrí la agenda, insegura y dudosa.
- Soy de la familia, no necesito ninguna cita. Si tienes algún problema podemos hablar con Sebastián, mi padre.
- Anahí – Mire a Celina, estaba resistiendo las ganas de levantarme y enfrentarlo – avísalo, él puede pasar sin necesidad de tener ninguna cita.
Asentí y me levanté. Celina se dirigió al ascensor, Oscar repaso cada centímetro de mi cuerpo con su mirada y los recuerdos volvieron a mí. Me dirigí a la puerta y justo en el momento que iba a llamar me cogió del brazo y abrió violentamente. Alfonso se levanto al momento y vino hacía nosotros, Oscar me soltó y cerró la puerta.
- ¿Se puede saber que diabloshace ella aquí?
- Trabajar, la pregunta es, ¿Qué haces tú aquí?
- Vamos, ni que fuera la primera vez que vengo a la empresa de mi hermanito – el tono de voz utilizado lo decía todo, iba buscando pelea. Alfonso y yo nos tomamos de la mano – quería cerciorarme de que lo que pensé era cierto. Fui a tu casa y vi todo cerrado, no me costó mucho imaginarme que estarías aquí.
- Pues ya te puedes ir, ya lo tienes confirmado.
- Anahí no te conviene hablarme con ese tonpié
- Escúchame imbécil – Me encaré a él pero Alfonso tenso la mano para que no avanzara más – aún sigo sin entender como pude estar con alguien como tú. Lo único bueno que me diste es el haber podido conocer a tu hermano.- Dime Alfonso, le has explicado a tu padre quien es ella – él no contesto
– ya veo… presiento que no le va a gustar nada.- Puedes hacer lo que quieras – Lo tomo de la camisa y lo estampo contra la pared del despacho – eso no va a cambiar mi relación con Anahí. ¿Qué se siente cuando tu propia madre entiende el sufrimiento vivido de otra persona y el saber que ha sido infeliz por su hijo? Sinceramente a mi me mataría.
- Eres un desgraciado – Se soltó de Alfonso pero este se quedo aún encarándole, no quería perder autoridad delante de Oscar - ¿Nuestra madre ya la vio?
- No solo eso… creo que no la desagrado la idea de que estemos juntos.
Oscar le dio un golpe a su hermano en el vientre. Este se encorvo un poco a la vez que se agarraba, me fui acercar pero inmediatamente se recompuso y le devolvió el golpe pero en la cara. Era tal el revuelo que se montó en aquel momento que Celina entró con el vigilante de seguridad. Los separo, pero Alfonso volvía arremeter contra él por lo que yo lo sujete de la forma que menos llamara la atención. Celina le pidió al guarda que sacara a Oscar afuera, yo me quede dentro de la oficina con Alfonso.
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Levándonos por la pasión
FanfikceUna historia más allá del amor y la fidelidad. ¿Que debemos hacer cuando el deseo se apodera de nuestro cuerpo y nos invitan a cumplir esa gran tentación? Anahí disfrutaba de una salida con sus amigos cuando un hombre misterioso le entrega una nota...