Best Song Ever | Harry styles

Isn't She Lovely

—¿Johnny?

—¡Harry! —exclama él como respuesta—. ¡Has venido! —dice acercándose a la puerta. Yo lo miro en estado de shock.

—¿Qué... qué haces aquí? —Él alza una ceja divertido.

—Vivo aquí chaval, ¿qué quieres que haga? —Un suspiro nervioso sale de mis labios y una única explicación pasa por mi mente; Georgia me ha engañado porque no quería verme más, punto. Aunque pensándolo bien ella nunca me dijo que vivía aquí. Yo lo sobreentendí—. ¿Y tú? ¿Vienes a hacer la prueba? —La verdad es que tenía pensado venir mañana por la mañana pero... ¿qué le voy a decir? ¿Qué una tal Georgia me ha tomado el pelo? Nunca.

—Claro —digo sonriente. La mujer que nos mira seriamente y sin decir nada cierra la puerta cuando estoy dentro.

—Sígueme Harry, ¿has preparado alguna canción? —pregunta mientras travesamos la enorme casa dónde ayer había montada una gran fiesta.

—Pues... la verdad es que no. Ya se me ocurrirá alguna cuando sea el momento.

—Muy seguro de ti mismo, ¿eh? —Yo sonrío como respuesta. ¿Seguro de mí mismo? Ahora estoy hecho una mierda. Esperaba encontrarme con la chica que me ha quitado el sueño pero no. Al parecer no la volveré a ver y si lo hago tampoco sería plan de acercarme, después de lo de hoy-—.¡Aquí es! —dice sacándome de mis pensamientos.

Yo miro dónde él señala. Es una puerta grandiosa de color rojo. Miro a mi alrededor desorientado. La puerta no combina con la casa, toda ella tiene colores más o menos claros pero la puerta roja parece fuera de lugar.

—¿Entramos? —Asiento con una mezcla de nerviosismo y curiosidad. Cuando abre la puerta me quedo con la boca abierta, literalmente. Es una sala enorme con miles de guitarras en las paredes y en el suelo, una gran batería -que supongo que es de Johnny-, un piano de cola blanco, varios teclados y bajos.

Para finalizar hay un gran ordenador con conectores para hacer maquetas y una tabla de mezclas, que mirando mejor, me doy cuenta que es la de la fiesta.

—Madre mía —siseo cuando dejo de analizar la sala como un loco— Es... es...

—¿Perfecta? —subo y bajo la cabeza sin mirarle. Hay un chico dentro, tocando el bajo a un volumen que se podría determinar alto.

—¿Esta insonorizada? —pregunto extrañado de no haberlo oído fuera. Johnny asiente. Y el chico del bajo alza la vista y deja de tocar.

—Este es mi hermano, Ethan —Él sonríe, se levanta, deja el bajo apoyado a la pared y viene hacia mí.

—Encantado —dice dándome unas palmaditas en la espalda. Es muy parecido a Johnny. Ambos tienen el pelo rubio cobrizo, los ojos verde azulado y son altos. Me intimidan un poco pero le sonrío de vuelta.

—Igualmente.

—¡¿Ethan has visto mí púa?! —pregunta una voz muy parecida a... Me giro de golpe y la veo. No me cuesta reconocerla aunque ya no lleva todo ese maquillaje y va con una camiseta grande -supongo que es de alguno de sus hermanos- pantalones cortos de chándal y descalza. Es ella. Georgia.

—No, no la he visto —contesta Ethan sobresaltándome. Me había olvidado de que seguían aquí cuando ha entrado por la puerta—. Se te habrá caído cuando ha sonado el timbre y has salido corriendo.

Todos la miramos y ella nos aguanta la mirada. ¿Corriendo? A lo mejor, después de todo, me estaba esperando.

—Es que tenía que subir a por una cosa... ¡que tocarán el timbre ha sido una simple casualidad!

—Está bien —dice Johnny—. Ella es mi hermana pequeña —dice señalándola y provocando una mueca por parte de ella.