Algo bloqueaba mis ojos. Llevaba días oyendo voces, a ratos, pero no veía nada. Estaba todo negro. De vez en cuando un destello claro parecía acercarse, pero no era más que una imaginación.
Oí el sonido de una puerta cerrándose. Fue leve, casi imperceptible. ¿Por qué podía oír y no ver?
Ah, espera... ¿Cómo he llegado a estar así? ¿Acaso recordaba algo?
Noté un roce en mi mano, y seguido, presión. ¿Estaba notando cómo alguien me agarraba la mano? ¿Sería capaz de imaginarme eso? Justo entonces me llegó un olor a perfume. Me era tan familiar... Y esa voz. Esa tenía que ser la voz de mi madre. Estaba segura.
Intenté abrir los ojos. Me esforcé tanto que creo que hasta ella lo notó.
-¿Cielo? ¿Estás despierta? Sé que lo estás, cariño. Oh Dios, lo siento tanto. Espero que puedas perdonarme. He estado esperando tanto a que despertaras... Te quiero tanto... Vine a verte cada día y... -comenzó a llorar. El son fue haciéndose más leve y llegué a dejar de oír. Conseguí mover mis párpados. Oh, por fin. Sólo veía un gran charco blanco, borroso. Demasiada luz. Los volví a cerrar y bruscamente giré mi cabeza, para intentar abrir mis ojos nuevamente. Poco a poco, empecé a distinguir cosas. Aún eran borrosas, y conseguí ver una mancha negra que se movía sin parar. A medida que fui acostumbrándome, fui distinguiendo una mata oscura de pelo, y ropas azabache. Abrí mi boca. Yo hablaba pero no me oía. "Mamá... Mamá ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Cuánto?" era todo lo que aspiraba a decir. La puerta se abrió y entraron dos personas, vestidas de blanco. Moví mi cabeza negando, al ver que se llevaban a mi madre. Conseguí alzar mi mano y rozarla con la de ella antes de que la arrastraran fuera de la habitación. Entonces, oí sus sollozos tras esa puerta. De nuevo, caí en el agujero negro.
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Amnesia. (Michael Clifford)
Fiksi Penggemar¿Y si un día te despiertas y no recuerdas nada? ¿Y si tus mejores recuerdos han desaparecido? ¿Y sólo recuerdas el nombre de esa persona, y nada más?