9:30 p. m.
Acababa de terminar de hablar con unos de los hombres de la subasta. No creo que me compre no se veía interesado, mientras hablábamos siempre miraba a los lados.
Ya había hablado con seis hombres, ahora iba por el número siete. Número Siete era un señor de apariencia agradable, si me lo hubiera encontrado por la calle jamás pensaría que vendría a estos lugares. Pero bueno las apariencias engañan.
Al notar mi presencia en el V.I.P se puso de pie.
—Hola —Saludo, yo asentí en forma de saludo.— ¿Como te llamas?.
—Gema
—Gema —Repitió para sí mismo saboreando mi nombre y luego sonrió— Un gusto soy Don Felipe Serrano —Extendió su mano derecha y yo la tome realizando un vals por unos segundos.— Sentémonos —Nos sentamos en un mueble.— Ahora dime, ¿Cuántos años tienes?
—Dieciocho.
—Yo tengo cincuenta y cinco.
—Don Felipe. Ahora dígame, ¿cuáles son sus intenciones con una prosti...
—No digas eso. Créeme que no estoy aquí para una chica que me satisfaga sexualmente. Más adelante te enterarás por qué estoy aquí. Ahora me doy cuenta qué tú eres la indicada Gema.
—Ok —Dije alargando la "o".
—No te alarmes, luego te enterarás. Qué tengas buenas noches —Se paró y salió de el local.
Eso fue extraño. No sabía que pensar o decir quedé como en un mini shock, "Tú eres la indicada" ¿qué demonios, indicada para qué?. Bueno supongo qué me quedaré con la duda. Ahora next.
Hombre número ocho. Era un hombre de más de veinte años, pelo negro, cuerpo de adonis, estaba usando traje. Me acerqué y el me miró, o bueno me escaneo y luego cabeceó a su lado derecho pidiéndome que me sentara, yo lo hice.
Ahora que lo miraba bien, tenía unos ojos grises hermosos. Y su pelo era tan negro como el carbón. Tez blanca y labios carnosos.
—Tierra llamando a... —Dijo, llevaba rato hablándome y yo no le había echo caso por estar escaneándole.
—Gema. Un gusto.
—El gusto es mío, Gema —Me sonrió. Dientes estúpidamente perfectos, podría salir sin dudarlo en un comercial de dentífricos.— Soy Thomas Wittford. —Me tomó una mano y depósito un delicado beso en esta.— Eres una chica muy hermosa.
—Gracias.
—¿Cuántos años t...? —Su pregunta quedó inconclusa ya que un celular empezó a sonar.— Disculpa —Dijo mientras lo sacaba y contestaba— Hola... Sí... ¿Es muy urgente?, estoy algo —Me miró— ocupado... Ok, ya voy para allá —Luego colgó y guardó su teléfono— Perdón Gema pero me tengo qué ir, surgió algo importante.
—Está bien. Un gusto conocerte.
—Se paró tomo mi mano y depósito otro beso— El gusto es mío. —Y luego salió de el V.I.P, haciendo que una ola de aire me llegara justo a la cara. Su perfume masculino entrando por mis fosas nasales. Me encontré a mí misma cerrando los ojos y queriendo más de su fragancia.
Creo qué eso sería todo por hoy.
Me dirigí a mi habitación luego de decirle a Karina qué necesitaba descansar.
Annie estaba en la habitación, pero ella debería estar trabajando.
—¿Qué haces aquí? —Pregunté mientras me quitaba mis aretes.
POV Bethany:
Dios mío.
Necesitaba alejar a Gema de mí, así no nos dolería tanto a las dos alejarnos, pero maldición, como dolía el solo pensar en alejarla de mí, debía ser cortante, muy cortante, cada vez que me cruzara palabra, siempre.
—¿Qué haces aquí? —Preguntó mientras se quitaba sus aretes.
Recuerda Bethany, sé cortante.
—¿No puedo estar aquí? —Puse mi mejor cara de perra.
—Claro, es solo que...
—No por qué estés en "La subasta" —Hice las comillas con mis dedos— Eres más qué las demás. —Me paré de la cama.
—Yo nunca dije qué era más que las demás —Sus palabras llenas de dolor.
—Menos mal, por qué recuerda... —Le pasé por el lado chocando su hombro con el mío— Aún eres una prostituta, igual que todas.—Y salí de la habitación dirigiéndome al baño.
Sabía cuánto le dolería que le dijera eso, pero era necesario. Y a mí me dolía decírselo.
Por eso cuándo estuve en el baño un montón de lágrimas salieron de mis ojos. Mí mejor amiga de hacía tres años, se iría, me quedaría sola.
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Mí Gema
LosoweGema, ella es solo Gema. Fuera de ese local, para las personas qué no la conocían, erá una chica normal, pero para las personas dentro de él local... era una prostituta, sin más, una simple, y vulgar prostituta. Pero para él no, para él era la chica...