Capítulo 47: ¿A quien prefieres?

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Otro grito salía de la garganta de ___________. Aquel dolor era inaguantable. Estaba colgada por dos cadenas bañadas en verbena. Su cuerpo estaba lleno de cortes profundos, y parecían no cicatrizar. Mikael estaba usando vieja magia para hacerla sufrir. Cada vez estaba más débil, y la cantidad de verbena en su organismo no ayudaba.

- ¿Te diviertes? - preguntó ella con mucho esfuerzo.

- No querida.

- ¿Entonces por qué lo haces? - en cada palabra que pronunciaba sentía su garganta arder como nunca lo había hecho. - Eres un jodido psicópata.

- Puede que eso sea cierto. - ladeó la cabeza curioso, decidiendo que hacer ahora con ella. - Pero estás aquí por su culpa. - sonrió al ver la joya en uno de sus dedos. - Todo por lo que estás pasando es culpa del bastardo. - sin delicadeza quitó aquel anillo de su dedo.

- Eso es mentira. - no soportaría nada más. Estaba agotada.

Mikael se dirigió a una de las paredes de la cueva donde ella misma había interrogado a Mason Lockwood meses atrás. Con un solo tirón de las cadenas, _______ cayó al suelo de manera estrepitosa soltado un gruñido de dolor. La agarró de la cabellera con tanta fuerza que la arrastró hasta la salida de la cueva.

- No debiste hacerle feliz, hacerle sentirse querido. Es un bastardo, un monstruo. - susurró en su oído. - Y ahora pagarás por aquello.

Por primera vez en mucho tiempo una lágrima salió de su ojo. Estaba asustada, muerta de miedo. Estaba débil, no tenía fuerzas para defenderse y sentía que aquel era su fin. Mikael la lanzó al bosque. Su piel comenzó a irradiar humo y tornarse de un color rojo intenso. Los gritos de dolor se escucharían si no fuera por lo lejos que estaban de la civilización. Notaba cada una de sus venas explotar dentro de ella y todo su cuerpo arder. Justo en el momento en que estaba a punto de convertirse en polvo, Mikael la volvió a meter dentro de la cueva. Sus quemaduras se estaba curando, poco a poco. Pero su dolor era persistente. No aguantaría mucho más.

- Sin embargo, te necesito viva. - la colocó de nuevo en el interior de la cueva atándola. Ella no puso resistencia. - Voy a matarle.

Sacó una daga color blanco de su bolsillo de atrás y sonrió con una sonrisa envenenada jugando con aquel cuchillo. Aquella daga fue fabricada con la madera del roble blanco del que salieron los Mikaelsson. La bruja original, creo aquella maldita raza con madera de aquel roble. Aquella era la única manera que podía matar a un original. Aquella estaca era mortal.

Todos en la fiesta notaban el ambiente cargado de ira. Klaus había vuelto, furioso. La noche anterior fue a cazar junto con _________, la perdió de vista tan solo un par de minutos. No la volvió a encontrar. Algo la había ocurrido y tenía la sensación de que los vecinos de Mystics Falls tenían que ver con ello. Pobre de aquel que pensara en ponerle un dedo encima. No tenía mundo para esconderse de la furia que irradiaban sus ojos. Estaba preocupado, muy preocupado.

En un afán de proteger a su novia, Tyler le inyectó verbena a Caroline para que Matt se la llevara lejos de la fiesta. Con Rebekah sin aparecer por la fiesta, al igual que _________, suponía que algo grave pasaría esa noche. Y no quería poner a Caroline en peligro. Así que la sacó de la ecuación.

Antes de que Klaus se pasara por la mansión Lockwood, Mikael había hecho sus deberes. En los jardines de la mansión Mikael recuperó fuerzas bebiendo la sangre de Stefan. Solo se alimentaba de vampiros. Cuando acabó con un hermano, se dispuso a buscar al más mayor. Damon se extrañó al ver a Mikael con sangre en la boca, de modo que se acercó a su encuentro.

- ¿Qué haces aquí fuera?

- Eso mismo te lo podría preguntar yo a ti. - contestó Mikael.

- Busco a Stefan.

Latidos de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora