Latidos de la Noche

Capítulo 29: ¡Tengo hambre!

________ se paseaba aburrida por la gran casa. Estaba completamente sola en esa gran casa. Descalza, con unos pantalones anchos grises y un top ceñido negro dejando su abdomen al aire. Había puesto a todo volumen la música del stereo mientras ella se limitada a bailar a corde el ritmo.

A corde el ritmo pensaba. Pensaba en Klaus. Pensaba en como ella misma se sentía tan atraída hacia él como nunca antes lo había hecho. Aquello era tan extraño, que la asustaba. Klaus, en cambio, lo había confesado todo. Pero, ella ¿qué hará? Está claro que siente algo muy fuerte hacia él, pero no está segura de que seguir ese camino sea la opción más adecuada.

De noche, y Klaus no volvía. Estaba fastidiada. No estaba tan aburrida desde que vivía con Chris. Su garganta empezó a arder un poco más fuerte. Tenía que comer. De un momento se encontraba saliendo por la puerta con unos vaqueros hasta los tobillos, sus fans, una simple camiseta y una chaqueta color negro que esa misma mañana había comprado. Metió las manos en los bolsillos y se dispuso a caminar.

Iba por el arcén de la carretera cuando decidió hacer auto-stop. Alzó la mano y con el pulgar en alto esperó a que alguien parara. No tardó mucho en que un coche con cuatro personas parara para "ayudarla". Ella se agachó para poder ver cómo un conductor de unos veintitantos años y tres chicos de su misma edad la miraban con una sonrisa coqueta.

- ¿Tan sola por aquí?

- Me temo que estoy un poco perdida. - susurró ella para aparentar timidez.

- ¿A dónde vas preciosa? - preguntó el copiloto.

- A cualquier pueblo, algo que tenga un poco de civilización - río dándoles  confianza a los chicos.

- Sube, te llevamos.

Uno de los chicos de los asientos traseros se bajó del coche para que _______ pudiera subir al asiento del centro del coche. Una vez dentro pusieron rumbo al siguiente pueblo.

A ______ le gustaba investigar a sus víctima a antes de utilizarlas como buffet libre. Entablaron una curiosa conversación. Ian, Gregory y Dan eran del sur de Alabama pero Fred era del norte. Se conocieron cuando Fred se mudó a la ciudad de sus compañeros. Estaban haciendo un viaje por Estados Unidos. Toda una experiencia.

_______ reía por un chiste mal contado por Gregory cuando de repente Dan presionó fuertemente el freno. Una presencia se veía en el camino totalmente quieta. Dicha presencia empezó a caminar en dirección a ellos. El hombre misterioso se colocó en la ventana de Dan y la golpeó varias veces. Dan, quien no veía su rostro por la oscuridad de la noche, tragó saliva y bajó la ventana lentamente.

-Buenas noches muchachos. 

La voz tan conocida y reconocida al instante hizo rodar los ojos a _______. No se podía creer que estuviera allí. Se estaba divirtiendo con esos chicos y tenía hambre. ¡Por dios, se moría por hincarle el diente a alguno de ellos! 

- ¿Se le ofrece algo señor? 

- ¿Señor? - el hombre se echó para atrás "ofendido". - No soy tan mayor. - rió seco. - Solo tengo unos miles de años... 

- ¿Necesita algo? - Dan insistió. 

- La verdad es que si. Necesito hablar con la chica que lleváis dentro. 

De fondo se oyó un suspiro pesado. ¿Quién se creía que era para quitarle la diversión?

- ¿Quién es usted? - preguntó Gregory.

- ¿Para que la quieres? - Ian le siguió.

- Ni de coña. - aseguró Fred. 

Sin decir nada, a gran velocidad, salió del coche. Pasó por las piernas de Ian y abriendo la puerta que no tenía el seguro. Se colocó de pies delante del hombre, quien le comenzaba a fastidiar la noche a _______.  Dicho hombre se dejó ver. Tenía una sonrisa burlona en su rostro, aquello podía hacer enfurecer más a _______. 

- ¿Qué demonios quieres ahora Klaus? 

- Fácil. - dio un paso hacia delante. - A ti. 

- Estoy un poco ocupada. - señaló con la cabeza al coche. Los chicos miraban la escena como si de un partido de tenis se tratara. - Luego te veo en casa. 

- ¿Qué haces aquí? - Klaus ignoró completamente las palabras de ella. - Te dije que no salieras. 

- Lo sé. - le desafió. - Tenía hambre. 

___________ se encogió de hombros restándole importancia a la situación. Se acercó a la ventanilla del conductor, la cual seguía abierta. Se agachó mirando fijamente a Dan. Giró un momento la vista a Klaus. Llevaba la misma ropa que por la mañana. ¿Qué narices había estado haciendo? 

- Ahora, si me permites - bajo sus ojos unas grietas de color gris aparecieron, mientras que los colmillos salían rápidamente de su boca. - voy a comer. 

Dan gritó, y así le siguieron Gregory y Fred. Ian miraba aterrorizado la escena. Sus tres amigos estaban completamente idos. Estaban quietos después de que una mujer les haya mordido la yugular sin dificultad alguna. Atacar- beber - olvidar. Simple. 

Sangre seca se quedó en la mandíbula de ___________, quien satisfecha se giró hacia Ian. No merecía la pena. Ya estaba satisfecha. Delicadamente fijó sus ojos oscuros en los azules de Ian y le habló con sigilo y suave. 

- Vas a coger a tus tres amigos medio idos, los arrastraras hasta el bosque más cercano. No os pararéis hasta que uno de vosotros no pueda caminar más. Es entonces, cuando tú, amigo mío, te encargarás de llamar a tu mamá. Le dirás que os habéis perdido.  Pero para cuando os hayan encontrado, no os acordaréis de nada. 

Ian asintió atontado y como bien dijo__________, agarró a Gregory, Fred y Dan para ponerse en camino al bosque más cercano. _______ rió a más no poder. Le encantaba hacer sufrir a personas inocentes como los humanos. Klaus tan solo observaba el comportamiento de la Salvatore. 

- Eso ha sido cruel, amor. - Klaus le susurró en la nuca haciendo que ________ parara de reír y se quedara quieta. - No hacía falta. 

- Lo sé, pero me has quitado mi diversión. - se volteó quedando a milímetros de él.  - Y me he tenido que buscar otra. 

De un momento a otro, los labios de Klaus bailaban al compás de los de _________. Sus lenguas decidieron entrar en el juego de seducción. Las manos de _________ fueron a parar a la nuca de él, mientras que las de Klaus a las caderas de ella. No respiraban, no hacía falta. Solo se oía el ruido de la noche mientras estos dos se comían el uno al otro. A velocidad vampiríca, pero sin dejar de besarse, llegaron  a la gran mansión de Klaus. 

Klaus dio tal fuerte patada a la puerta principal que acabó por los suelos. Ambos sonrieron para poder respirar, pero enseguida ________ juntó de nuevo los labios. El ambiente se comenzaba a poner un poco más caliente de lo normal. 

Klaus cogió a ______ de los muslos y la colgó en sus brazos. Ambos llegaron a la habitación individual perteneciente a Klaus. Los zapatos de _________ como la camisa de Klaus volaron por la habitación. Las respiraciones de ambos se agitaban, sus ojos mostraban deseo. Deseo por el otro. Estos dos se necesitaban mutuamente. Se necesitaban sentirse más unidos que nunca. 

- ¿Estás segura, amor? 

- Nunca he estado más segura de algo. 

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Un poco tarde, lo sé. Y pido disculpas. Este es un pelín más largo. Y para el próximo voy a hacer algo que nunca he hecho antes. Espero que estéis disfrutando de la novela.

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