Capítulo 2: Un viaje lleno de emociones

93 9 2
                                    

(Editado)

El avión está a punto de despegar. Le recomendamos a todos los pasajeros que permanezcan en sus asientos hasta que sea seguro desplazarse —se escuchó por los altavoces.

Gracias a que Ema, la madre de los hermanos, quería cortar la tensión entre su marido y su hijo, decidió revelar los planes que tenían para el cumpleaños de su hija Emily. Y para ahorrarse semanas de incomodidad con los dramas de ambos hombres tomó la decisión de adelantar la salida del país.
El vuelo más cercano salía a las cinco de la madrugada, por lo que tendrían que apresurarse demasiado en preparar las maletas.

Mientras más rápido nos vayamos, menos discusiones de esos dos tendré que soportar —se decía a sí misma para no sentirse culpable al escuchar las quejas del resto de la familia.

Anthony se encontraba con la cabeza apoyada en la ventana del avión mientras escuchaba música con sus auriculares. Su hermana, en cambio, estaba a su lado luchando para no cerrar sus ojos. Los padres se encontraban en los asientos delanteros conversando un poco sobre dónde se iban a hospedar una vez llegaran al país al que iban a viajar. Sin embargo, la madre quería hablar de otra cosa.

—¿Crees que Anthony esté cómodo en... ? Ya sabes. —cuestionó, sorprendiendo a su interlocutor.

—Aún no terminamos de hablar de...

El hombre se detuvo en seco. Desvió su rostro a un lado y con sus dedos tamborileó los apoya brazos. Regresó su mirada hacia su esposa.

—Lo dudo mucho, pero si es por Emily, Anthony se esforzaría por fingir que lo está pasando bien —respondió.

La mujer le había prestado más atención a sus gestos previos.

—¿Por qué el mal humor?

Aquél hombre miró a su esposa con cara de "¿Es en serio?"

—¿Sigues enojado con Anthony? Creí que ya lo habías perdonado. Sabes que es un adolescente, si vinieran con instrucciones de como tratar con sus dramas fuera más fácil lidiar con ellos —le dijo mientras miraba a otro lado.

—En primer ligar, estaba más ocupado hacerte entrar en razón para cancelar este viaje. En segundo lugar, que sea un adolescente no tiene nada que ver. Y tercero, tienes razón, es cierto que no es la primera vez que se pone así...

—Se ponen —corrigió ella.

El hombre sonrió con sarcasmo y asintió.

—¿Entonces porque aún no se han disculpado? —preguntó ella.

Matías encogió de hombros y frunció los labios.

—Ya sabes como funciona. El que empieza, se disculpa —dice.

La mujer alzó una ceja.

—¿Y que pasa cuando ambos empiezan?

Matías suspiró.

—Da igual que tanta culpa tenga él, siempre lo vas a poner de víctima —comentó el hombre, acomodándose en su asiento. Se mentalizó para no llegar a nada.

—Matías, solo reprobó una materia —dijo ella, alzando un poco la voz y arrugando el rostro.

—¿Y eso te parece poco? —repuso él, esforzándose por ser discreto.

—Me parece que estás exagerando demasiado la situación.

—¿Sabes qué? No pienso seguir discutiendo —sentenció él, volviendo a acomodarse.

Después de un breve silencio.

—Ambos deberían de dejar de ser tan orgullosos y dar el primer paso para terminar con todo este berrinche —comentó, cerrando los ojos y acomodándose en su asiento.

Seis horas(Próximamente En Corrección).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora