Capítulo 8: Sin escondite

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Luego de ver como otro animatrónico aparecía entre las sombras para golpear una puerta que se había cerrado con su llegada. Para evitar que fuera visto, Anthony retrocede despacio hasta asegurarse de que no estaban a la vista.

Creyendo estar a salvo, otras pisadas metálicas sorprendieron a los hermanos.
Cerraron sus ojos para esperar lo que ha de suceder.

Por fin el padre de los hermanos estaba llenando el maldito formulario que necesitaban realizar donde aseguraban que era su responsabilidad el haber perdido un objeto en el establecimiento y no un intento de robo del mismo por parte de los empleados

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Por fin el padre de los hermanos estaba llenando el maldito formulario que necesitaban realizar donde aseguraban que era su responsabilidad el haber perdido un objeto en el establecimiento y no un intento de robo del mismo por parte de los empleados.

Cuando terminó de llenar la última línea.

ꟷBien, les pedimos perdón por los inconvenientes, esperamos que...

ꟷDejemos las formalidades de lado, tenemos prisa ꟷel padre interrumpió.

Aceptando que el hecho de que iba a morir, Anthony abre los ojos y respira hondo tras escuchar que los pasos metálicos se alejaban al igual que los golpes frenéticos en la puerta desaparecieron

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Aceptando que el hecho de que iba a morir, Anthony abre los ojos y respira hondo tras escuchar que los pasos metálicos se alejaban al igual que los golpes frenéticos en la puerta desaparecieron.

El joven bajó a su hermana y se sentó en el suelo para recuperarse.

Bien, dos animatronics, quizás no sea tan malo como suena, solo debe ser cuidadoso y escuchar bien sus pasos.

Un poco optimista sobre los resultados, Anthony se levanta y toma la mano de su hermana. Por más que le costara, debía tratar de dejar de lado el miedo y continuar por la pizzería hasta que amanezca. Esperar que alguien abriera el lugar por la noche quizás sería demasiado pedir.

Los familiares de los hermanos estaban de regreso a la pizzería a pasos acelerado

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Los familiares de los hermanos estaban de regreso a la pizzería a pasos acelerado. Pedían con ganas que los más jóvenes estuvieran allí, esperándolos con algo de molestia por el tiempo que se tardaron, sanos y salvos de cualquier peligro que pudieran encontrar.

 Pedían con ganas que los más jóvenes estuvieran allí, esperándolos con algo de molestia por el tiempo que se tardaron, sanos y salvos de cualquier peligro que pudieran encontrar

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Anthony cruza los pasillos junto a su hermana. Encuentra una puerta, pero antes de apartarla, apoya su oído para lograr identificar el sonido que le indicaba peligro.

Ya habiendo asegurado la seguridad, gira la perilla y con cuidado aparta la puerta de metal. Con sus ojos busca algo fuera de lugar, pero piensa que no hay peligro cerca.
Camina poco a poco hasta que su mano extendida choca con varias sillas, mesas, entre otras cosas.

ꟷOye Anthony, ¿qué no se encontraban ahí el pato y el oso? ꟷmenciona la pequeña rubia.

Anthony mira despreocupado el escenario pensando que estaba en completa oscuridad, única razón por la que su hermana preguntaría algo como eso.

El de ojos verdes tembló un poco al notar que, estando un poco iluminado, no había absolutamente nada en el escenario.

ꟷOh, genial, justo cuando empiezo a tratar con dos de ellos ahora resulta que tendré que pasarme la noche evitando cuatro endemoniados animatronics ꟷmasculla Tony mientras finge una sonrisa.

Por otra parte, el hombre que se encargaba de vigilar a sus perseguidores se encontraba pasando de cámara en cámara. Ignorando el hecho de que su vida corría peligro, estaba muy aburrido.
 Quizás el ya haber evadido tanto la muerte ya se había convertido para él más una costumbre que otra cosa.

Pero ese aburrimiento llegó a su fin cuando se percató de la cantidad de energía que ya había consumido. Revisó la hora y concluyó de inmediato que, si la cosa seguía así como iba, la batería se agotaría en menos tiempo de lo habitual.

Anthony seguía en las mismas, pero mucho peor que de cómo había empezado. En ocasiones para evitar el encuentro con uno escapando a la otra sala, escuchaba los pasos de otro que lo esperaba. Después de pensarlo más de una vez , consideró esconderse en un clóset que encontró en una de sus muchas caminatas, pero descartó la idea al descubrir que el conejo ya lo reclamaba como su propiedad.

Aparentemente las cosas se habían tornado de manera violenta y casi exagerada en su contra

ꟷAnthony ꟷEmily advirtió tras escuchar los pasos. El joven se detuvo y desvió su rumbo a la sala que le quedaba más cerca.

Ambos se encontraban dentro de lo que parecía ser el baño del local, que Luego de observar los alrededores, prosiguió a caminar más por los pasillos.

Pensando que estaban a salvo, escucharon el rechinido de la puerta al abrirse con lentitud.

De inmediato Anthony se encerró en el que le quedaba más cerca, sentándose encima de uno con el cuidado de que sus pies ni los de su hermana quedasen expuestos por debajo y que su perseguidor no supiera de su existencia.

Pocos pero profundos pasos fueron lo suficiente para que los corazones de los hermanos regresaran a latir a mil por segundo.

Por más que lo pidieran, el sonido del suelo al chocar con algo metálico no dejaba de amenazarlos.

Y ya cuando por fin se detuvieron, Anthony y Emily vieron como unos pies cubiertos por piel sintética hacían creer que iba a por ellos. Que por más que el mayor quisiera negarlo, la situación hablaba por sí sola.

Seis horas(Próximamente En Corrección).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora