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—¿Ya estas mejor?—Pregunto Alex entrando a la habitación con una taza de café, la verdad era que necesitaba algo así en estos momentos, asentí cogiendo la taza que contenía un líquido caliente, había dormido toda la noche, tenía hambre, o sed, no lo sé, pero estaba agradecido de que Alex me trajera esto, bebí un sorbo mientras escuchaba lo que él me decía—No quiero que lo hagas más, por favor, no te lastimes más.

—No sabes lo que se siente esto Alex, no puedo superarlo, no puedo.

Suspiro dejando su taza en mi mesa de noche, nunca me fije en que él tenía una, su mirada era triste, sé que Alex quiere ayudarme, pero esto es muy difícil, cuando más lo intento superar, más se hace notar, ¿Por qué tuve que amar a alguien tan... frio?

—A veces es necesario comprender que hay personas que llegan a tu vida como una felicidad temporal, te llenan de recuerdos y se marchan, aunque cueste es necesario dejarlos ir—No lo nombro, pero sé que habla de él. Asentí dándole la razón, iba a costar mucho, tal vez nunca lo supere, pero tengo que intentar.

—Todo lo que quiero es a alguien que se quede, sin importar que tan difícil sea estar conmigo.

—Aquí estoy, nunca me iré Rubén, nunca.

Me pare mientras que él me miraba detenidamente, estaba confundido, me agache y lo abrace, las lágrimas me caían mojándole la remera, estos últimos días sin Mangel me ponían sentimentales, volví a pararme derecho, seque mis lágrimas con el borde de mi playera, le sonreí cálidamente.

—Voy a comprar comida, ya vuelvo—Agarré la sudadera, me la puse y salí del departamento, con el móvil en la mano cerré la puerta, el negocio del chino quedaba en la esquina, así que mucho no iba a caminar, además no tenía ganas de ir muy lejos, abrí la puerta del negocio y fui hasta la sección de los lácteos, porque necesitábamos leche, la saque, pero cuando volteo estaba el, ¿Por qué teníamos que vivir tan cerca y venir a comprar al mismo lugar?

—Rubén, que sorpresa—Me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaban; no eran ni azules ni verdes. Eran color café, café que quita el sueño. No, cálmate Rubén, por favor.

—I-igualmente Miguel—La caja de leche que tenía en la mano en cualquier momento explotaría de lo fuerte que la estaba agarrando, muchas fuerzas no tenia, pero algo es algo.

—Estas muy delgado.

—Cómo si ahora importara.

—La verdad no me importa, solo decia.

—Idiota.

Le di la espalda y deje que las lágrimas que había estado aguantando mientras él estaba delante de mi salieran, cogí un par de galletas, y otras chucherías más, cuando termine, partí camino para el departamento, solo quería contarle a Alexby todo lo que había ocurrido. Subí las escaleras con las bolsas en mano apresurándome un poco, abrí la puerta y no había rastro de él, dejé las bolsas en la cocina para poder buscarlo tranquilamente, se había ido de aquí, arriba la mesa había una nota.

"Salí porque tenía que decirle a mi mamá donde estaba hospedado, se había preocupado por no aparecer ayer, no sé si vuelva a la tarde, cualquier cosa te envío un mensaje, nos vemos.

Avísame cuando estés en casa.

Besos, ALEXXXXXXBYYYYYYY."

Reí por su letra desprolija, él había inventado su propia fuente de letra, le mande el mensaje correspondiente de que había llegado al departamento y deje el teléfono sobre la mesa. Si vuelve le contaría todo lo que paso, guardé todo en su lugar, y mientras guardaba recordaba todo lo que había vivido en esta casa, me traía malos recuerdos, tal vez deba cambiarme de departamento, los vecinos no ayudan mucho, no puedes ni alzar las voz que ya están quejándose, mi móvil vibraba como si no hubiera un mañana, mis Criaturitas a veces me petaban el móvil, abrí algunos tweets, a otros los retwiteaba, aunque siempre tiene que llegar algo y arruinarme todo.

"@criatxritxrblngl: ¿Dónde está rubelangel? Están desaparecidos, lol"

Golpee el móvil fuerte contra la mesada, todo me tiene que recordar a él, tenemos miles de videos juntos, miles de fans que nos shipeaban, ojala hubiera pasado. Las lágrimas me salían, tengo que dejar de llorar por estupideces, yo no soy así, ¿Qué me pasa? Apreté mis parpados pero aun así las lágrimas siguen cayendo y cada vez con más intensidad, entonces me di cuenta de que enserio lo amaba. ¿Qué digo? Siempre lo ame, y tal vez lo siga amando, seque las lágrimas que salieron –pero seguían cayendo- busque ropa para ponerme luego y entre a la ducha, dios, era un desastre, necesitaba esto. El timbre sonó, pero yo estaba metido aquí dentro, salí rápido con la toalla en la cintura y todo mojado.

—Creo que vine en mal momento—Pronuncio la chica que estaba detrás del marco, ¿Ésta quién es?

—¿Quién eres?

—Soy Beatriz, la novia de "Mangel" —Trague duro y suspire, ella no tiene que estar aquí, nunca tendría que haber llegado a tocar mi puerta.

heartbrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora