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Lentamente fui abriendo mis ojos, la luz cegadora estaba por todos lados, mi vista se fue acostumbrando poco a poco, estaba en una sala de hospital, no me extrañaba pero una cosa era cierta, ¿Quién era ese bulto en la silla? Me senté como pude en la camilla, me dolía la espalda como si un camión me hubiera pasado por encima, las camillas son todo menos cómodas. En mi mano derecha tenia puesto el suero, nunca supe para que servía esa cosa, en la otra tenia muchísimas vendas cubriéndola, no se filtraba la sangre, pero no podía ni siquiera moverla, traté de levantarla pero un tirón me hizo bajarla de inmediato, mi garganta estaba seca, al lado del bulto que estaba en la silla había una botella con agua, me sentía atraído, como si fuera la última en todo el mundo.

Saqué los pies de la camilla y con un pequeño saltito pude tocar el suelo frío, el suero debía acompañarme, y no hacia un ruido muy bonito que digamos, estaba un poco oxidado en la arte de las ruedas. Ese ruido hizo que el bulto se moviera, me asusté un poco y retrocedí, era un cuerpo demasiado grande como para que fuera Alex, no me digas que es él...

— ¿Mangel? —Dije con voz ronca, necesitaba el agua, pero esto era mucho más importante que mi maldita garganta. Se sentó bien y estiró sus brazos para arriba, la espalda le había sonado como si reventaras las burbujas de las bolsas que protegen las cosas. Levantó la mirada un poco cansado y me sonrió de lado.

—Rubén—Me contestó, estaba en shock, ¿Qué hace él aquí? ¿Quién le dijo? Estábamos mirándonos fijamente los ojos, pero siempre tiene que haber una interrupción, mi garganta comenzó a picarme a lo cual empecé a toser, Mangel se paró y me tendió la botella de agua, le agradecí con la mirada mientras intentaba abrirla, fue como tocar el mismo cielo.

— ¿Qué haces aquí? —Pregunté mientras intentaba subir a la camilla, suspiró y me miró, eso quería decir algo así como "¿No es obvio?"

—Vine porque Alex me dijo lo que hiciste.

— ¿T-te contó algo m-más? —Tartamudeé en un hilo de voz, no pudo haberle contado todo lo que hice por él, ¿No?

—Me contó mucho más Rubén, ¿Por qué? Sé que fui el idiota más grande de todos, pero no era para tanto, éramos mejores amigos, no creí que te afectara tanto el que tuviera novia.

—Eso no fue lo que me dolió...

— ¿Entonces que fue? —Pregunto parándose de la silla, un sollozo salió de mi boca, baje la mirada y jugué con mis dedos.

—Me dolió que te hayas ido, tal vez si me hubieses contado que estabas con ella nos hubiéramos ahorrado todo esto.

— ¿Por qué tendría que contártelo? Tú no me habías dicho nada cuando comenzaste a salir con Jannies, ni siquiera me contestabas mis preguntas respecto a ella, ¿Tenías miedo de que tratara de robártela? Pues no, mira bien que no lo hice, yo solo lo hacía porque pensé que teníamos confianza, pero el primero fuiste tú, yo solamente hice lo mismo.

—Es diferente—Susurré con lágrimas en los ojos.

— ¿Qué cosa es diferente? ¡Todo es lo mismo!

— ¡Tú nunca supiste nada respecto a esa relación como para decir que es diferente! Nunca te conté lo que pasaba entre nosotros porque me sentía avergonzado. No contestaba a tus preguntas porque ella me decía que no contestara, ella abusaba de mí, físicamente, verbalmente, psicológicamente, y de todas las formas que te puedes imaginar.

—Rubius... yo no tenía idea, p-perdón por decir eso.

— ¡Perdón nada! —Grité, ya estaba cabreado— ¡Siempre te he amado! No puede ser que siempre creyeras que todo eso era solo un juego, para ti, siempre lo fue, ¿No?

El silencio lleno la habitación, él no contestaba, todo haba sido un simpe juego para él. Levanté la sabana y me tapé las piernas.

—Vete—Dije bajo pero creo que no escuchó—Vete Migue Ángel.

—Pero Rubius...

— ¡Rubius nada! ¡Vete de aquí! ¡Vete de la sala! ¡Vete de mi vida! No quiero verte nunca más.

Lloré, no quería verlo nunca más, pero al mismo tiempo quería que este aquí abrazándome y diciéndome que todo estaría bien, pero no iba a ser así, soy un maldito bipolar, que en estos momentos está solo en un hospital que no conoce, con personas que no conoce.

heartbrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora