Luego de que Mangel se fuera me quede sentado en la camilla mirando a la nada, se me hizo costumbre eso de quedar quieto en un lugar y no hacer nada, no sé si mis Criaturitas se habrán enterado de esto, pero es mejor que no. Golpearon la puerta que estaba frente a mí, la habitación no era muy grande, era solamente para una persona, las enfermeras no golpean, así que debe ser alguien de visita.
—Pase.
Dije en voz alta, la manija se bajó y entró un cuerpo pequeño, era Alex. Sonreí al verlo, lo que hizo que él también sonriera, se sintió bien hacerlo sonreír después de haberle hecho llorar. Se acercó a paso lento, cuando estuvo a mi lado no pude aguantar y lo abracé, pero debía preguntarle una cosa.
— ¿Tú le dijiste a Miguel que yo estaba aquí?
—Sí—Suspiró—Espero que no te haya molestado.
—No, para nada—Dije sarcástico, debía darse cuenta de que eso en realidad me había molestado, él no tenía que estar aquí, no después de todo lo que causo.
— ¿Hubo algún problema con él? —Asentí—Puedes contarme si quieres.
Suspiré y comencé a contarle todo lo que paso, absolutamente todo, las lágrimas comenzaron a caer para empapar mis mejillas, algunas se metían en mi boca haciendo que esta esté salada, Alex solo miraba para abajo, creo que se sentía culpable, no era su culpa, en parte sí, pero no lo era. Cuando llegue a la parte de Jannies, él me miro sorprendido, nunca supo que estuve de novio con una chica, eso debió sorprenderle ya que a mí me gusta Mangel desde tiempos inmemorables, o eso es lo que piensan algunos. Él hizo lo mismo que yo cuando empecé a contarle, suspiró, es que mucho no podías hacer, ya que era una historia bastante larga.
—Cambiemos de tema—Propuso— ¿Cuándo te dan el alta?
—Pues, no lo sé, no vienen muy seguido a mi habitación. Solo a la noche para fijarse esta mierda—Levanté la mano con el suero—Después no sé nada.
— ¿Quieres que pregunte?
Asentí, la verdad es que era cómodo estar aquí, por lo menos a mí me gusta no sé a los demás, pero también quería volver a mi “casa” la cual me traía unos buenos y malos recuerdos, tengo que mudarme enseguida de allí, no quiero seguir viviendo más en ese lugar y recordar a Mangel o todas la cosas que me están pasando, quiero tener una casa y poder tener recuerdos de los cuales pueda sonreír en un futuro, en ese lugar no podría hacer lo mismo. Me estoy estaba meando y no quería levantarme, aunque por el bien de la cama y de la cosa que tenía por ropa, tendría que dejar de ser flojo para levantarme para ir al baño.
Golpearon la puerta mientras estaba en el baño de la habitación, me apuré y fui a abrir la puerta, creo que es el doctor ya que tiene una gran bata –o como se diga, no recuerdo como es– lo deje pasar he hizo que me sentara en la camilla. Sé que probablemente me den una gran charla o solamente me dirá que me puedo ir de aquí.
—Rubén, hoy te damos el alta, pero deberás venir tres veces por semana al nutricionista, tienes el peso muy bajo para lo alto que eres. Pesas 55 kg, es muy bajo para ti.
— ¿Cuánto tengo que pesar? —Pregunté curioso, la verdad es que no como, pero no me veía más delgado de lo que estaba antes.
—Tendrías que pesar 70 o 75 kilogramos. ¿Notas la diferencia?
—Sí, pero es difícil comer en la situación que estoy—Rasqué mi nuca, no quiero que me pida detalles.
—Por esa misma razón deberás venir al nutricionista, es tres veces a la semana, y no es una sugerencia, es una orden.
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heartbroken
Fanfiction¿Sabes realmente lo que es tener el corazón roto? Novela terminada el 06/11/16