Me despierto por el sonido de una molesta conversación.
Retiré las sábanas y descendí por las escaleras de donde parecían provenir los murmullos.
-¿Qué pasa?- pregunté cuando vi a mis padres discutiendo sin control en la cocina.
-¡No te entrometas Vanessa!- gritó mi padre.
Solté un bufido y volví a mi habitación. Tomé una ducha y después me puse el uniforme del instituto.
-Me voy- avisé cerrando la puerta tras de mí con aire molesto.
Faltaba aún más de una hora para que comenzaran las clases, pero yo no quería quedarme en casa siendo partícipe de otra estúpida pelea de mis padres sin sentido.
Al llegar, el lugar estaba completamente vacío, salvo el personal, algunos maestros y dos o tres estudiantes que ya habían llegado. Ninguna cara conocida.
Fui a la biblioteca y saqué un libro para leerlo mientras llegaba Emma o alguien.
La verdad es que leer no era precisamente lo mío, pero me encantaba hacerlo de vez en cuando.
Me senté en el césped y comencé a leer.
Cuando elevé la vista de nuevo, fuera de las palabras del libro, ya había más personas rondando por las instalaciones. Faltaban veinte minutos para que iniciaran las clases.
En ese momento Emma llegó y se sentó a mi lado.
-Hola- saludó.
Sonreí.
-Hola Emma.
-Pues vaya, mañana es la fiesta. Es de lo único que se habla- dijo mirando a su alrededor.
Y era cierto, por todos lados se escuchaban conversaciones donde la palabra fiesta se mencionaba al menos una o dos veces.
Me crucé de brazos.
-Sí, y en cierto modo no veo mucho el caso. Es sólo una fiesta- dije restando importancia.
-No es sólo eso- comenzó Emma poniendo sus ojos sobre los míos- en realidad aquí las fiestas van a otro nivel.
La miré confundida.
-¿A qué te refieres?- pregunté.
El sol comenzaba a hacerse más intenso a medida que pasaban los minutos.
-En realidad aquí cuando nos hacen fiestas son como pequeños bailes, con vestidos cortos. Los hombres acostumbran a traer traje formal- informó.
Suspiré extrañamente cansada.
-Pero..., se supone que sería algo sencillo- alegué.
Emma guardó silencio un largo rato, parecía pensar algo.
-De hecho, colocaron algunos anuncios diciendo que la fiesta resultaría ser un baile más formal, no completamente de gala...pero sí algo más especial.
Respiré hondo y dejé escapar todo el aire.
-No sé si quiero volver a un baile- negué con la cabeza- es decir, no después de...
-Olvida ese baile Vanessa- me cortó tajante- te he dicho muchas veces que ya no importa. En ese caso intentemos disfrutar el de mañana- sus ojos café oscuro me miraban con intensidad.
La verdad es que Emma tenía razón. Pensaba mucho en todo lo que había salido mal ese día pero...pero quizá esta era una nueva oportunidad de pasarla bien. Quizá las cosas no saldrían tan chuecas.

ESTÁS LEYENDO
•Una Historia Como La Nuestra• PAUSADA
RandomCuando Vanessa se ve obligada a dejar su natal tierra de Portland, Oregón, un mundo de nuevos caminos comienzan a surgir. Ella no sabe lo que le espera en su nueva vida, lejos de su ciudad, de sus amigos y de su instituto; sin embargo debe a adaptar...