Diario de una Ranger

DÍA 24

Después de lo ocurrido en la Torre Altru con el Equipo Pocalux, el prof. Gobios quiere tener certeza de que no hayan quedado secuelas, por eso ha abierto una investigación para asegurarse de que no hubo daños colaterales mientras la máquina funcionó y a enviado a Sete a Pueblo Haruba para ver si todo está en orden allí.

:O ¡Sete acaba de enviar un correo de voz! Tiene problemas en el Desierto Haruba. El profesor Gobios quiere que vaya yo. ¡Dicho y hecho!

Estado de ánimo: voluntariosa.

¡ATENCIÓN DIARIO! Nada más intentar salir por la puerta, SETE ENTRÓ EN LA ÚNIÓN RANGER. Y eso no es todo. Nada más salir de la Unión Ranger, ME ENCONTRÉ EN PUEBLO HARUBA. ACABO DE SALIR DE UNA CASA DE PUEBLO HARUBA.

Es como si el espacio estuviera distorsionado. He cruzado la puerta de la entrada de la Unión Ranger, pero he salido tras la cortina de la casa de un hombre llamado Tomé. ¿ESTO COMO ES POSIBLE?

Está bien. Voy a ver si todo vuelve a la normalidad.

Es que ha sido pasarme esto, y digo: ¡lo tengo que escribir! Y estoy escribiendo tan rápido que mi letra es malísima.

Diario, después de lo sucedido, vi a Tomé y decidí seguirlo para hablar con él, pues había salido de su propia casa. No sé cómo, pero llegué al Templo Hipodown y Sete también estaba. Me dijo que puede que la culpa de todo lo que pasaba la tuviese Palkia, ya que es el pokémon espacial. Todo eso se confirmó cuando nos llegó un mensaje de Ritmi diciéndonos que estábamos cerca de un pokémon muy poderoso.

Decidimos buscar a ese pokémon y Tomé vino con nosotros.

El Templo Hipodown había cambiado. Pokémon diferentes, lugares incorrectos...¡Hasta había un señor pescando en la arena!

De repente, nos encontramos cerca de la Unión Ranger, pero seguimos hacia el norte para entrar en la Unión y ¡había pokémon del Valle Frío!

Al entrar en la U.R, ¡la Torre Altru! Y al subir las escaleras, ¡la Estación Álgida!

Seguimos hacia el norte y nos vimos metidos en una cueva de la Sierra Croma. Salimos de la cueva, ¡a la playa Céfiro! Y después, ¡al Templo Hipodown de nuevo!

Seguimos caminando y nos encontramos en la Cueva del Volcán. ¡En ese momento oímos a Palkia! Fue un grito increíble.

Lo que más me sorprendió a mí, es ver a pokémon de tipo planta que tendrían que estar en el Bosque Vento, caminando tan cerca de la lava ardiente de la cueva, y yo casi no podía respirar.

Salimos de la cueva...a la Sierra Croma. Escuchamos otro grito. De pronto, un Altaria, asustado por el chillido, levantó una niebla. Meloetta lo calmó con su canto, pero eso no hizo que la niebla se disipara. Así que caminamos...Y caímos por un agujero. ¡Allí estaba Palkia! Y herido. Habría que capturarlo para que se calmara y así curar sus heridas. Sete se ofreció, pero le dije que lo haría yo. Recordé lo de convertirme en Ranger Legendaria, debía capturar todos los pokémon de Almia. No sabía si Palkia era de nuestra región, pero había que intentarlo.

¡Palkia era enorme! Tuve que tener muchísima paciencia. Además, soltaba rayos y ataques que hicieron que la captura fuera aún más trabajosa y correr sobre arena no ayudaba tampoco. Pero lo conseguí.

Observamos las heridas de Palkia. Debió resultar fuertemente herido por un ataque de Dialga, su eterno enemigo y con quién pelea en su dimensión. Lo curamos gracias a un kit especial que siempre llevaba Sete (igual que yo llevo el diario, je,je).

Palkia volvió a su dimensión y nuestro espacio volvió a la normalidad. Cumplimos con la misión y llevamos a Tomé a su casa.

En mi directorio se guardó la información de Palkia. ¡Entonces sí debía capturarlo! =)

Valió la pena todo el tiempo que me esforcé.