DÍA 31

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Edna me volvió a llamar esta mañana para comprobar mi directorio. Yo no lo revisé ayer así que no sabía cuántos tenía.

...

¡Tenía 256! ¡¡Solo me faltaba uno para combertirme en Ranger Legendaria!!

A Edna casi le da un patatús allí en medio. Todos los rangers se acercaron curiosos. Empecé a pensar cuál sería el pokémon que me faltaba. ¡Y caí en la cuenta! ¡Meloetta!

Meloetta se ofreció voluntaria para la captura, cosa que hice en la misma Unión, ¡y por fin tengo todos los pokémon de Almia!

Todos los rangers (Jordan también) no podían mecionar palabra. Yo creo que no es para tanto.

Al caer la tardem el prof.Gobios me dijo que me había apuntado a un Campamento de Verano en la región de Floresta que se inaugura todos los años a principios de Mayo. Dijo que me merecía unas vacaciones.

"Te has convertido en la primera Ranger Legendaria en solo un mes. Has capturado a los grandes legendarios, Dialga y Palkia. Todas tus misiones han salido exitosas. Te mereces estas vacaciones, pasarás cinco días en el campamento. Sin rechistar."

Acabo de preparar la maleta, porque parto en avión privado a las ocho, y son las seis. Ahora, voy a despejarme un poco. Voy a salir a dar una vuelta. Querido diario, me alegro de haber hecho caso de mis profesores y escribirte.

¡Hola Diario! Ahora mismo estoy en una habitación que me he asignado para mí del avión privado. Es de onche y supongo que Silvio estará ya dormido. ¡Ahora cuento porqué menciono a Silvio!

Cuando salí a dar esa vuelta para despejarme, llegué al río que está al noroeste de la Unión, saliendo del camino hacia Portópolis. A su orilla, me tendí con mi Oshawott a pensar sobre el campamento.

En ese momento, apareció Silvio.

"¿Preocupada?" me saludó. Yo le dije lo del campamento. Él se quedó unos segundos en silencio y me dijo serio: "Voy contigo".

Yo en ese momento no sabía como reaccionar, solo exclamé: "¿¡Qué!?" Y él me dijo: "Ya me has oído. ¿A las ocho? Estaré listo."

Me pregunto dónde vivirá Silvio. Siempre me lo encuentro por Portópolis o cerca de la Unión. Sigo.

Dije que me tenía que ir y nos despedimos.

Cuando el avión aterrizó en la azotea de la Unión, estaba muy nerviosa. Entré. Todos, menos algún operario y algún Ranger que estaban haciendo su trabajo, subieron a despedirme.

Me senté en el lado de la ventana y los miré a todos. De pronto, distinguí una figura corriendo hacia el avión.

Silvio, tan sonriente y seguro de sí mismo como siempre.

Después vi a la recepcionista detrás de él lamentando que no lo había podido parar.

El avión estaba ya en el aire y se estaba subiendo la escalera. En un movimiento rápido, Silvio saltó a la escalera que se recogía y pasó directamente al interior del avión. ¡Es super ágil! El piloto no se di cuenta y despegamos hacia el campamento.

"Dije que iría contigo" me dijo Silvio con una sonrisa radiante. En efecto, traía una mochila con su equipaje.

Se sentó a mi lado. Apenas hablamos, pero cada vez que miraba a Silvio tenía la misma expresión: ojos tranquilos y sonrisa. Además...¡maldición! ¡Cada vez que le miraba me pillaba! Aunque, menos mal, no parecía darle ninguna importancia. No quiero que se piense otra cosa. Interiormente me debatía si preguntarle algo o no, hasta que la azafata nos advirtió que nos fuéramos a nuestros camarotes a dormir. Creía que Silvio también venía conmigo desde un principio XD

En el fondo me alegro de que haya venido, me hace compañía, ya que mi oshawott no puede venir...ni Jordan =(  Yo quería disfrutar del campamento junto a él.

Diario de una RangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora