DÍA 33: Segundo día de campamento

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¡Hoy haremos un concurso! Se trata de realizar una actuación músical. El grupo tiene que cantar al final del día delante de todos una canción compuesta por los integrantes. También tendrá que entrenar a su pokémon para bailar al son de la canción, y parece que mi Bellossom no va a tener problemas con eso.

Maya, Aura, Lira y yo hemos formado un grupo y nos hemos llamado "Las luchadoras".

Nos han dejado que todos andemos libremente para inspirarnos. Yo he salido de los muros del campamento y estoy sentada en una mesa de camping, justo a las afueras del bosque en el que más adelante entraremos según los monitores. Voy a escribir la canción con ayuda de Lira mientras que las demás enseñan lo básico de baile a los pokémon. Ahora mismo Lira no está, ha ido a por unos zumos, y como no se me ocurre ninguna letra, aprovecho para escribir en el diario ahora que nadie me ve, porque después puede que no pueda hacerlo ya que comparto habitación.


Uff...¡Silvio casi me pilla! Acaba de venir. Menos mal que no se ha dado cuenta de que escribo un diario.

"¿Componiendo tu canción?" me ha dicho. "¡Sí, sí!" le he dicho xD

Dice que a la suya solo le faltan unos retoques y ahora se estaba encargando de entrenar a su corsola.

Si gana él con su grupo, perfecto, puntos para el equipo verde. Pero si mi grupo también queda en buena calificación, también nos darán puntos, ¡así que a componer!


Hoy Silvio a vuelto a ganar también. Pero eso no es lo importante.

Él...me ha llegado al corazón.

Salió al escenario, con dos chicos que tocaban la guitarra y la batería. El presentador le preguntó como a todos si le dedicaba su canción a alguien y él respondió: "Sí. Se la dedico a una niñita magnífica." y me dio la impresión de que la chica de la que hablaba su canción era yo, porque decía cosas que parecían resumir todo lo que pasamos juntos desde que nos vimos por primera vez. Primero habló de hielo, luego de fuego, luego de tierra y luego de oscuridad. Claramente seguía el orden: Castillo del Valle Frío, Volcán de Hervia, Templo de Haruba y la Torre Altru aquella noche.

Lira me dijo pícaramente en medio de la canción que me había sonrojado e insinuó que Silvio me gustaba. Yo lo negué, pero la verdad es que nunca me lo he planteado. Solo sé que Silvio canta tan bien...con un aura de sinceridad y serenidad...Además, ya tiene su club de fans: un grupo de chicas que no paraban de gritar por él.

Mi grupo ha quedado tercero, yo tocaba la pandereta (sí, ¿qué esperabas?),  Aura desató su furia con la batería, Lira le dio a la guitarra y Maya cantaba. Por lo menos a mí me pareció que toqué la pandereta fenomenalmente, además de hacer unos pasos de bailes magníficos.

Cuando nos estábamos recogiendo, le dije a Silvio que su canción era preciosa y que cantaba muy bien (era verdad). Él solo cerró por un momento los ojos, bajó algo la cabeza y mostró su incompatible media luna, como siempre hacía. Me dio las gracias y se marchó con las manos en los bolsillos.

Este chico cada vez me intriga más, ¿qué se le pasará por la cabeza?

Diario de una RangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora