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Yoojung


Lo que exactamente hice esa noche de lluvia: Me di un baño de agua caliente, hablé con Minah y específicamente le pregunté si había dejado un café en mi habitación a lo cual me respondió con un simple 'no', y por último... no me tomé el café.

Estaba un poco, no lo sé, curiosa, asustada ¿quizás?, pero preferí dejarlo pasar, y al hacerlo me arrepentí de no haber bebido el café, seguro y estaba delicioso como el post-it decía, pero de tanto pensar sobre quién me lo había dejado terminó por enfriarse y no lo bebí.

Fui a juntarme con Iseul para comer en la heladería de hace días atrás, pues ella se había encargado de invitarme, ¿cómo?, ya hasta habíamos intercambiado números telefónicos y hablábamos dentro del salón y fuera de clases.

El día estaba casi igual al de aquella vez, cuando decidí salir sola de casa a comer helado.

Ella estaba en la entrada de la heladería y al verme sonrió al igual que yo a ella.

—Ya sabes, ¡helados gratis!—Me tomó de las manos. Ambas saltábamos.

Pero me detuve y la miré dudosa.

—¿No era que sólo nos hacían rebaja?, no son gratis... —Ella se detuvo y me miró de la misma forma.

—Pero es como si fueran gratis.—Se encogió de hombros con una sonrisa y me tomó de la mano para que entráramos.

Ahí estaba Jaehyun, ahora más tranquilo, pues no habían tantas personas como la vez pasada.

¡My boy!, ¿cómo va el trabajo?—Se acercó a éste y despeinó su cabello en un rápido movimiento.

—Va bien, hay clientes pero no se amontonan como locos por un jodido helado.—Dijo con una pequeña sonrisa hacia ella y luego a mí.—, ¿Banana split?

—¡Sí!—Dijimos las dos alusíno.

Así, él estaba a punto de anotar a precio menor los dos helados.

—¡Espera!—Dije tomándolo del brazo inesperadamente; él me miró asustado.—Es que, pagaré el precio que corresponde, me siento mala persona si me haces una rebaja.

—Oh, no; eres amiga de Iseul y no tengo problemas en hacerlo por segunda vez.—Me sonrió de una manera amable.

—No importa. Pagaré el precio normal de todas maneras.—Saqué el dinero de inmediato de mi pequeño bolso y se lo entregué.

—Yoojung... —Iseul me miró apenada.—No es necesario que lo hagas.

—Es que, me quedaré tranquila si lo hago.—Le mostré una pequeña sonrisa y Jaehyun recibió el dinero.

Ambas nos sentamos frente a frente. Iba a preguntarle a Iseul con quien haría el proyecto de ciencias, pero algo me llamó la atención. Ella me estaba observando fijamente, demasiado, como si estuviese curiosa por alguna cosa, ya que, sus ojos se achicaban mirándome constantemente.

—¿Pasa... algo?, me estás dando miedo.—Reí mirándola—Me estás mirando así.—Imité la expresión que ella tenía en el rostro a lo que ella reaccionó riendo y negó.

—Nada, es que tienes rostro de bebé inocentón.—Tomó mis mejillas y las comenzó a estirar, pero luego las soltó y me miró asustada.—Te juro que te estiré las mejillas y te deformaste.

Yo comencé a reír y estiré mi mano para jalarle una oreja, logrando un quejido por parte de ella acompañado de un pequeño puchero.

—Niña cruel, sé que tengo cara de pastel de arroz.—Suspiré y sonreí cuando los helados llegaron a nuestra mesa.

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