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Iseul »Day of rage (Día de furia)


Iseul caminaba por las calles a una velocidad que sólo sus pies podían ofrecerle, puesto que no andaba de buenas exactamente desde el día de ayer.

Dejó sola a Jennie en casa luego de salir de la escuela y eso le enojaba aún más de lo que ya estaba.

A medida que caminaba, soltaba todo tipo de groserías y maldiciones, quedándose con la atención de varias personas, ya que, iba hablando prácticamente sola y lanzando palabras al viento, pero poco le importaba ganar miradas por ello, pues ella sólo iba pensando en una sola cosa.

Pasó con la luz roja de los semáforos, caminó por vías de ciclistas, pero al parecer nada la podía detener, ella tenía un carácter, quizás podía ser muy alegre, entusiasta y bromista, pero cuando algo le molestaba no era muy grato verla con el temperamento por las nubes.

Empujó la puerta de la heladería, y con ella llevándose un salto de Jaehyun detrás del mostrador por su sorpresivo actuar. Éste la observó con los ojos abiertos de par en par y tragó saliva, conociéndola, ya sabía el por qué de su apresurado paso y la expresión que traía en el rostro.

—Iseul, ¿pasó al...

—Llámalo, dile a Moonbin que venga.—Dijo sin dejar que su novio prosiguiera.

Y como si sus palabras hubieran sido escuchadas, fueron cumplidas sin necesidad de que Jaehyun interrumpiera su trabajo en la caja para llamar al susodicho.

Moonbin se encontraba en una mesa, atendiendo con una hermosa sonrisa, quizás la más sincera que un empleado que tan sólo atiende en una heladería y no gana un sueldo de ensueño, puede darle a los clientes; quienes en este caso se encontraban recibiendo una copa de helado tamaño familiar preparada por él. La familia a la que atendió le dio las gracias, y como si fuera poco, Moonbin sacó un dulce de su bolsillo y se lo entregó a la pequeña niña que ahí se encontraba junto a sus padres pasando un agradable momento, diciendo un 'disfruten del helado, por favor, y pasen una bella tarde'.

Éste se dirigió de camino hacia el mostrador dejando la bandeja vacía sobre otras. En cuanto se dio cuenta de la presencia de Iseul, quien por respeto no interrumpió su trabajo y se contuvo al lado de Jaehyun, abrió sus brazos para brindarle un abrazo.

Que sorpresa tener a la pequeña Iseul aquí.—Dijo acercándose, con una sonrisa en los labios hacia ella.

Pero Iseul retrocedió y lo fulminó con la mirada.

—Vamos afuera.—Le dijo y sin más, dio media vuelta hacia la puerta de la heladería esperando que él le siguiese el paso.

—Pensé que era yo el que se había mandado una cagada. ¿Qué hiciste?—Jaehyun habló hacia Moonbin, quien sin entender la reacción de la chica, se quedó mirando como salía del lugar algo atónito.

No lo sé... es un poco extraño.—Comentó él, aún viéndola desde ahí, sin mover ni un músculo debido al repentino actuar de ella.

—Casi me cago del susto. Anda, te matará tarde o temprano.—Respondió éste quien luego se había puesto a atender a unas personas que entraban buscando atención.

Moonbin caminó hacia las puertas de la heladería y se encontró con Iseul, quien movía uno de sus pies con impaciencia y se encontraba cruzada de brazos esperándolo afuera del local con la misma mirada que le había dedicado hace unos cortos instantes.

Y bien, ¿me dirás por qué tienes esa cara de querer asesinar a alguien?—Preguntó el chico, causándole una pequeña risa la expresión de Iseul en su rostro.

return;  »moonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora