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Yoojung

Me preguntaba cuando dejaría de caer el frío estos días. Ya llevábamos tiempo teniendo este clima en Corea, pero pronto llegaría el clima cálido acompañado del sol, y yo sería muy feliz, demasiado en verdad.

Odio el invierno, es hermoso para muchos... para mí no; las lluvias no eran lo mío, las tormentas lo eran menos aún, por alguna extraña razón me daban miedo los truenos, me hacían sentir débil y algo desprotegida, esos horrendos ruidos me causaban mucho temor.

Recordaba cuando era más pequeña y no podía conciliar el sueño a causa de las fuertes lluvias y los ruidosos truenos, me era desesperante.

Había asistido a la biblioteca temprano por la mañana y tomé asiento junto a la ventana. Abrí la mochila y saqué el libro que por primera vez iba a leer, pues decían que era muy bueno en comentarios por la Internet, claro que, comentarios de chicas hablando de novelas populares. Hace unos días había decidido comprarlo vía online, personalmente no me gustaba leer en el teléfono celular y extraña vez leí novelas por la computadora.

'Maravilloso Desastre'; leí el título que, por supuesto no estaba escrito en español, sino en inglés. Lo abrí para ver el contenido.

Llegué más o menos a la página 20, no avancé demasiado. Pues me dieron un susto por la espalda y di un grito recibiendo un «Guarde silencio», de la señora que cuidaba de la biblioteca, me avergoncé al instante.

La risa ahogada de Sanha mató el silencio del lugar.

—Oye... ¿No lees afuera?, dice Biblioteca, idiota.—Fruncí el ceño y suspiré.

A él podía llamarle idiota, solamente porque le tenía mucha confianza, con otras personas jamás tendría ese tipo de trato, y es que con Sanha solía ser más abierta en mis pensamientos, le dejaba ver mi lado extrovertido, molesto, risueño, yo era muy agradable con él, no es que con otros fuera una odiosa y antipática; pero era demasiado tímida con ajenos.

—Okey, lo siento.—Me sonrió— ¿Algo que pueda hacer por ti?

—Vete y déjame leer, tonto.—Le mostré la lengua y sonreí un poco.

La señora nos estaba poniendo el ojo encima, así que comencé a hablar en un tono más bajo, Sanha lo captó.

—No te dejaré sola.—Miró la tapa del libro.— Y menos leyendo una novela que matará tu inocencia.

Yo me quedé pensativa. Entonces recordé las reseñas de la novela que había buscado y algunos datos extras. La verdad es que me había informado de que tenía 'ese' tipo de contenido, pero no tan explícitamente; de todas maneras no me importaba si era una novela con buenos comentarios, qué iba a hacer si el escritor colocó a Travis Maddox como un tipo seductor.

—Sanha, hay cosas que matan la inocencia, como tu tía gorda Seunghee, el día de campo, cuando la silla no resistió y la hizo caer, le vi hasta el alma.—Dije recordándolo, puse una cara de asco.

Él estuvo a punto de soltar esa risa tan bulliciosa, por lo que puse una mano tapando su boca evitándolo.

—Shh... recuerda dónde estás antes de reír como un loco.

Asintió, y al verlo calmarse quité mi mano de donde la tenía.

—Podrías haberle estampado un beso para callarlo, que poco inteligente Yoojung.—Habló una voz cerca de nosotros.

Alcé la vista y vi a Iseul con los brazos cruzados, negando con una mueca mientras nos dirigía la mirada a ambos.

Me sorprendió verla ahí, pero más su reciente comentario.

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