013.

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Yoojung


Mis ojos se cerraban, luego se abrían, y se volvían a cerrar. Mí cabeza se meneaba de adelante hacia atrás, a lo que el lápiz que sostenía en una de mis manos se iba soltando de a poco.

Un toque en la mejilla me hizo reaccionar. Vi a Sanha dándole un piquete a esta con su dedo índice.

—Habrá que dejar las llamadas nocturnas, porque estás durmiendo aquí lo que no duermes en casa.—Dijo él en modo de susurro, porque al subir la voz la profesora nos llamaría la atención.

Yo me dediqué a observarlo, aunque mis ojos se volvían pesados otra vez. Todo se debía a que cada noche, cuando me iba a la cama, marcaba el número de Sanha para quitarme la sugestión de que alguien podría entrar por mí ventana, no había dejado de llamarlo ninguna sola noche desde que lloré en la casa de Iseul por el terror que sentía.

Tenía que sentirme segura, y aunque fuera llamándolo, era como si él estuviese a mí lado cuando tenía miedo.

Hablábamos largas horas por la noche, y la mayoría de las veces terminaba durmiéndome con el teléfono celular puesto en la oreja.

No sé como le hacía Sanha, para tener un rostro tan fresco desde que le llamaba por las noches y nos poníamos a establecer conversaciones hasta las tres de la madrugada; necesitaba saber su secreto, porque yo ya parecía tener un rostro de muerto.

—Sanha... —No dije nada más y mi cabeza de estrelló en su hombro.

—Yoojung... —Escuchaba su voz con lejanía, siendo que estaba a un lado de mí.—Yoo... la profesora... Yoo... —Sentí que hizo el intento de correr mi cabeza de su hombro para despertarme, pero el sueño era más poderoso que yo.

—Señorita Choi, si piensa que esto es un lugar de descanso, hágame el favor de irse afuera del salón.—Me ordenó parándose al lado de mí puesto, ganándome la atención de muchos ahí dentro.

El rubor subió a mis mejillas de la vergüenza, pero no me quedó otra que acatar lo que me había ordenado.

Salí del salón y mientras comenzaba a encaminarme por el pasillo pestañee varias veces para lograr que el sueño no me ganara.

Decidí dar saltos mientras caminaba y mover mis brazos de un lado a otro para evitar que el quizás me quedara dormida apoyada en medio del pasillo.

Mi teléfono comenzó a vibrar dentro del bolsillo de mí blusa. Lo tomé y abrí el mensaje en la bandeja de entrada.

💬›Iseul 👑

»¡Tu cabeza se iba para todos lados en clase, no lo supero! jajajaja😂, tomé varias fotos de eso, bella durmiente, jejejé.

-Enviado a las: 09:40 am.

Observé cada una de las fotos que me había tomado luego que me enviara aquel mensaje, y creí que era suficiente vergüenza por hoy, además de que mi boca salía abierta en la mayoría de las fotos, me sentí totalmente cohibída. Tendría que vengarme de eso, aunque no era alguien vengativa, me iba a costar trabajo hacerle una broma a Iseul.

Decidí responderle verificando que alguien no me viera utilizar el teléfono.

💬» Me tienes aquí a medio pasillo toda avergonzada, te aprovechas porque no tengo alma vengativa, le diré a Jaehyun que me haces bullying.

-Enviado a las: 09:41 am.

Reí negando, y tomé por opción caminar un poco más.

Fui a la azotea, y aunque estaba sintiéndome deprimida por perderme la clase completa de Historia (porque era mi clase favorita), decidí ir a hacer ejercicios matutinos a un lugar lejos de los profesores, alumnos y demás. Comencé a mover mis brazos y a dar saltos, de seguro me veía muy estúpida pero así podría tener mis ojos bien abiertos y no quedarme dormida.

return;  »moonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora