016.

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Yoojung leía el libro de ciencias con atención, luego anotaba algunas cosas importantes dentro de un documento abierto en la laptop. No quería perder ningún dato que les fuera de ayuda para el proyecto de ciencias, que por cierto hacía con Iseul hace un par de días.

¡Jennie!, ¡Dame eso!—Se quejaba la dueña de aquella mascota, tratando de quitarle un lápiz que tenía en el hocico.

—¿Crees que nos saldrá bien el proyecto?, creo que... es algo complicado, no lo sé.—Suspiró Yoojung, algo pensativa sobre el tema.

—¡Maldita perra!—Gritó Iseul, por fin quitándole el lápiz a Jennie, que andaba demasiado inquieta.

—¿Cómo le dices eso?, eres mala.—La retó Yoojung, acariciándole la cabeza a la revoltosa mascota que se acercaba a su lado.

—¿Y entonces qué es?, por naturaleza es una perra.

—Creo que lo haz dicho de la manera vulgar.
—Bueno, ya, perdón Jennie, pero no te comas mis lápices o te mandaré a dormir con el perro malo de la calle.—La apuntó, mirándola con los ojos semi abiertos, así Jennie corrió fuera del lugar hasta la cocina.

—Sólo tenemos la base del trabajo, y nada más. Falta una semana Iseul.

—No te preocupes, todo será pan comido, mucho más fácil que la tabla del uno.—Le guiñó la tranquila chica, tomando en sus manos también el libro de ciencias, echándole una hojeada.

—Te ves tan... relajada.—Comentó Yoojung, mirándola sin poder creer la calma que Iseul poseía.

—Tranquila, confía en mí baby boo.~

Baby ... ¿boo?, que raro apodo es ese.—Río Yoo, mientras negaba y ponía atención en la laptop.

De vez en cuando Yoojung le daba miradas a Iseul, y se aterraba al ver que tenía una sonrisa de oreja a oreja, tanto que se le hacía como la de un payaso; es decir, diabólica.

Siguió en lo suyo, pero no encontraba justo que su amiga se las llevara sin hacer nada, porque aunque la veía "leyendo" el libro de ciencias, sabía que no era así, y que seguro estaba pensando en cualquier cosa menos en el trabajo.

—¿Por qué tienes esa sonrisa?—Preguntó Yoojung, de lo que estaba curiosa hace ya un rato.

—Es que... Jaehyun me ha enviado flores.—Rió Iseul, específicamente una risa de emoción.

—¿Flores?, ¿Y dónde están?

—Aún no las vienen a dejar, pero pronto llegarán.

—Oh, que lindo gesto, pero podrías dejar de sonreír por eso y ayudarme.—Yoojung tomó entre sus dedos una de las mejillas de Iseul para estirarlas.

—Espera... —Iseul miró hacia la puerta.—, uno... dos... tres.

Un segundo luego de que ella dijera 'tres', el timbre no se hizo esperar y sonó con un característico tono. En eso la chica de baja estatura soltó la mejilla de Iseul, para que ésta misma fuera a atender en la puerta, a quien supuestamente, era Jaehyun, según Yoojung, por lo que pensó que iba a ser incómodo tener a la pareja juntos ahí, mientras se esmeraba en hacer el proyecto.

Iseul de un brinco se levantó de la alfombra; sacudió su falda, y corrió hacia la puerta para abrirla con algo de efusión en su actuar.

—¡Por fin llegas!—Dijo, con la puerta abierta hasta atrás. Y las flores asomándose por la entrada, mientras Iseul miraba estas con una enorme sonrisa.—Vamos, pasa.

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