Suena el despertador.
He pasado mucho tiempo deseando que este momento no llegase, pero el tiempo no ha cumplido mi capricho.
Hoy es el primer día de clases de este curso.
No tengo motivación para levantarme, pero lo hago de todos modos. Me baño, me visto, desayuno y, tras despedirme de mi madre, me marcho de casa.
Cuando llego a la escuela, inconscientemente te busco con la mirada entre tanta gente.
Te veo, por fin te veo.
Pero tú volteas la cara.
Yo también desvío la mía.
Aunque duela aceptarlo, las cosas han cambiado mucho desde aquella tarde de verano que pasamos en mi casa.
Dicen que ser sincero trae sus consecuencias, pero nunca imaginé que estas podían llegar a ser tan dolorosas.
Definitivamente, esto no tiene remedio.
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Y sin embargo, te quiero
Short StoryUn error lo comete cualquiera. Sin embargo, hay algunos que no solo destrozan un corazón, sino que arrasan con dos. O con tres. ¿Qué tan difícil es afrontar una infidelidad?