El silencio en el salón es sepulcral. Sin embargo, nuestras miradas son como gritos ahogados.
Ella me observa de reojo, a la vez que yo tengo los ojos clavados en la pared, sin saber qué decir.
— Creo que es hora de que sepas la verdad.
Sus palabras empiezan a acelerar mis latidos. No entiendo a qué se refiere, pero el simple hecho de ya poder rozar esas razones que me eran tan esquivas hasta hace un rato, me tranquiliza un poco.
— Esa noche estabas muy rara. Te me acercabas descaradamente. Tus insinuaciones llegaron a ser groseras. ¿Qué rayos te pasaba?
Luisa empieza a tiritar. Parece muy nerviosa.
— Por favor, tranquilízate—agrego.
— Ella me obligó...
— ¿Quién?
— Ella.
— ¿Quién?
— ¡VICTORIA!
Me quedo inmóvil cuando escucho el nombre de quien en su momento fue tu mejor amiga.
— Lo que estás diciendo no tiene ningún sentido...
— Tiene todo el sentido del mundo. ¿Acaso no notabas que hacía hasta lo imposible por separarlos? A ella nunca le gustó tu relación con Gema.
— En eso puedes tener razón, ¿pero por qué te utilizaría a ti? ¿Cómo ella podría obligarte a hacer algo como eso?
Cuando termino de formular esa pregunta, Luisa no aguanta más y rompe a llorar. Intento acercarme a ella, pero me hace gestos para que me aleje.
— Ella y yo nunca fuimos amigas, pero nos tocó hacer un trabajo juntas, así que un día la invité a mi casa. Estábamos conversando en mi habitación y en un momento tuve que salir. Cuando regresé, la encontré husmeando en mi ordenador. Había copiado en su memoria muchas fotos.
— ¿Fotos de qué?
Luisa empieza a respirar agitadamente. Nunca la había visto así. Parece que tiene vergüenza de decir lo que está a punto de confesar.
— Fotos íntimas. No tengo que darte más explicaciones.
Yo resoplo. Poco a poco mis ideas se van ordenando y por inercia, empiezo a entender todo.
— Entonces, ¿qué pasó?
— Me dijo que si no hacía lo que me ordenaba, todo el mundo vería esas fotos.
— ¿Y qué fue lo que te propuso?
— Hacerte tropezar. Hacer que le seas infiel a Gema.
— ¿Cómo podía saber ella que yo le contaría todo a Gema?
— Todos sabemos qué clase de chico eres. A pesar de lo que le hiciste, eres noble. Las dos estábamos seguras de que acabarías confesándoselo todo y que nunca le dirías que había sido conmigo con quien la habías engañado.
Mi cabeza en estos momentos es un lío. No puedo creer que Victoria haya sido capaz de todo esto. ¿Qué era lo que pretendía? ¿Separarnos? ¿Tanto le molestaba verte conmigo?
— De hecho, no debería estar diciéndote esto —continúa—. Todavía corro el riesgo de que ella filtre esas fotos, pero siento que ya no tengo nada que temer. He perdido a mi amiga y a mi novio. Ahora mismo, me importa una mierda todo.
La veo secarse las lágrimas, mientras que hago lo propio. Yo tampoco he podido evitar derramar una cuantas. Esto jamás me lo esperé. ¿Qué era lo que tenía Victoria en la cabeza para idear todo esto?
— Te equivocaste. Y yo también. Soy tan culpable como tú, pero esto no puede quedarseasí. Debemos decírselo a Gema. Sé que con esto no la recuperaré, pero al menos la habré alejado por completo de una persona nociva para su vida.
Luisa me escruta desconfiada, pero, aunque sin mucha convicción, al final asiente.
— Tienes razón. Es hora de acabar con esta farsa de una vez por todas.
***
Poco a poco todo se va esclareciendo... Espero que les haya gustado el capítulo :)
Por cierto, hoy subí un video a mi canal de YouTube, por si gustan ir a verlo.
Ya saben que pueden seguirme también en Twitter e Instagram. En ambos lados me encuentran como: rodalejandroq
Muchas gracias por su apoyo. Cada vez nos acercamos más al final...
Que tengan un genial inicio de semana <3
ESTÁS LEYENDO
Y sin embargo, te quiero
Historia CortaUn error lo comete cualquiera. Sin embargo, hay algunos que no solo destrozan un corazón, sino que arrasan con dos. O con tres. ¿Qué tan difícil es afrontar una infidelidad?