Mientras que la soporífera clase de química transcurre con lentitud, yo escribo en la parte trasera de mi cuaderno, un par de versos:
"Un nudo en la garganta se apodera de mí
Y es que no soy el mismo desde que te perdí..."
Es la enésima canción que compongo para ti.
Podría decir, incluso, que te he escrito de todo: sobre el amor a primera vista, sobre la etapa de enamoramiento, sobre el primer beso, sobre lo bonita que era nuestra relación y sobre el dolor de ya no tenerte a mi lado.
Hemos vivido de todo y cada uno de nuestros momentos aún siguen en mi cabeza, indelebles a pesar del paso del tiempo.
Soy consciente de que te rompí el corazón, de que tomé tu confianza con mis manos y la hice trizas, de que borré de la manera más inesperada la sonrisa que yo mismo había dibujado en tu rostro...
Por eso y más es que ya no espero que me perdones. Porque ni siquiera yo puedo perdonarme.
La noche en que tropecé en otros labios fuiste burlada, engañada... pero, déjame decirte, no fuiste la única persona a la que traicioné.
Y ese es un peso que no creo que pueda cargar a mis espaldas por mucho más tiempo...
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Y sin embargo, te quiero
Historia CortaUn error lo comete cualquiera. Sin embargo, hay algunos que no solo destrozan un corazón, sino que arrasan con dos. O con tres. ¿Qué tan difícil es afrontar una infidelidad?