Aún me duele el puñetazo que me propinó Miguel hace unas horas. Sin embargo, duele más el haberlo perdido todo en un dos por tres.
Miro el techo de mi habitación. Todo es tan grisáceo, tan descolorido; que mis ojos empiezan a humedecerse. Esta vez no me resisto al llanto. Lloro con fuerza, con rabia, con impotencia. Lloro como muy pocas veces lo he hecho en mi vida. Lloro hasta que mi almohada me suplica que por favor me detenga.
Oficialmente, ¿me he quedado completamente solo? Eso parece, aunque duela aceptarlo.
Los próximos días serán un infierno del que será complicado escapar ileso, pero tendré que intentar calmar las aguas, buscar mi tranquilidad y aferrarme a esa paz interior que creo haber perdido para siempre.
Todavía no estoy del todo tranquilo. Si bien es cierto, me he liberado de esa pesada mochila que llevaba sobre mis espaldas antes de confesar mi verdad, pero tras las palabras de Victoria esta mañana, muchas otras preguntas vienen a mi cabeza de improviso.
¿A qué se refería con que ella también se iba a sincerar? ¿Acaso hay algo más de todo esto?
La noche en que Luisa me besó fue muy extraña. Ella se comportaba de un modo sumamente inusual. Parecía un robot, un ente manipulado...
Demasiadas ideas invaden mi mente. ¿Qué fue lo que realmente sucedió? Lamento decirte, Gema, que aún no tengo respuesta para ello.
***
¡Heeeey! Sé que no había actualizado en dos semanas, pero ya es hora de reivindicarme con ustedes, ¿no?
Bueno, desde hoy hasta que acabe la historia, subiré capítulos DIARIOS. Sí, como cuando recién empezamos con la novela <3
Así que nada, espero que les guste la noticia. Muchas gracias por su apoyo =)
ESTÁS LEYENDO
Y sin embargo, te quiero
Short StoryUn error lo comete cualquiera. Sin embargo, hay algunos que no solo destrozan un corazón, sino que arrasan con dos. O con tres. ¿Qué tan difícil es afrontar una infidelidad?