Moría por tí
tal vez tonto
pero del todo felíz.
Maldigo la hora, el
día y el momento en
que me fije en tí.Por bocas ajenas me enteré,
me enteré que en otros brazos
revolcabas la lujuria que alguna
vez mía fue. Miro a través tuyo y solo
te veo escapando con otra alma, no,
no te quiero ni mucho menos deseo tu
cuerpo.Quizás un cambio dentro de mi corazón,
tal vez el cansancio de siempre, al final del día
la conciencia tuya grita mi nombre, y eso que
ni tu sombra deboré, suerte, quizás esa sea tu bendición, tuviste el don de tener mi felicidad.Tan solo pensar que en otros brazos estas,
que tu calor lo dispone otro y que ya no soy
tu diario vivir quema, pero no me quitará el
descanzo. Solo eres alguien que conocía...La culpa tuvimos,
al enamorarnos,
al entregar todo,
por solo el bien
de ambos, por
la felicidad que existía.Vuelvo y maldigo la hora
en que me aferré a esta condena.
El orgullo vive felíz de que el calvario
haya acabado, apago mi porro y recuerdo nuevamente de que ahora eres solamente alguien a quien yo conocía, vivimos felices, prófugos quizás, siempre lo seremos, Poema 40, quema el más allá y devuelveme esa llave, siempre vamos a ser prófugos de esta condena.Que la vida se encargue,
que se encargue de tí,
de toda los hechos y momentos
que a mi lado fingiste, ¿gracioso no?
Que la vida se encargue,
que se encargue de demostrarte,
demostrarte lo dura y fría que realmente eres.Poema 40, tú mi biblia, mi cultivo,
número par en el que expreso el dolor que
siento, que siento muy adentro y todo
por la herida sangrante que día a día se desvanece, dandole espacio a algo mejor, Poema 40, sé tú la guía de este perdedor,
ya no seré más tu Prófugo,
refugiado en tu corazón,
muerto en la propia vida,
te digo adiós.

ESTÁS LEYENDO
Poemas para el Alma
PoetryMetáforas mágicas para el buen entendedor de ellas, suerte y éxito.