¡No me asustes!

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Tocó la puerta inseguro, en su mano izquierda tenía sujeta una carpeta, la misma que debía entregarle al director, agitó su mano como si fuera a tocar sin llegar a tocar la puerta. Respiró profundo volviendo a tocar con mayor convicción, el pasillo creo eco de su acción, lo cual lo puso más nervioso. Del interior de la habitación recibió una gruesa afirmativa.

Giró el pomo para terminar con aquello de una buena vez, entró en la oficina y cerró recargando su espalda en la madera. De esa forma no querría salir corriendo cuándo le informara lo que necesitaba decirle. Esperó a que el director volteara a verlo e hiciera ese gesto característico en él para indicarle que podía avanzar. Al ver la afirmativa camino con pasos cortos hasta su escritorio.

—¿Qué tienes para mí, Ranmaru? —Deslizó la carpeta por el escritorio hasta ponerla frente a él, se le había cerrado la garganta, no podía hablar.

—Recibimos un reporte de inteligencia de... de Gelizey. —Tal como había esperado, el director levantó la vista de los papeles en su escritorio tomando la carpeta para empezar a hojearla, no era muy basto su contenido, pero lo poco que tenía era suficiente para ambos. Cuando el director dejo caer la carpeta sobre sus papeles y froto su rostro, comenzó a tener miedo.

—¿Qué tan reciente es esto? —Ranmaru balbuceo un poco antes de poder dar una respuesta fija.

—De dos a tres días, tal vez más. Para estas alturas ya habrá movilizado a los suyos para... —Retrocedió al ver la fuerza con la que el director dejaba caer su mano en el escritorio, sí, definitivamente había cometido un error al informarle con tanto retardo.

—¡¿Y por qué me informas de esto apenas?! Si esto tiene el tiempo que dices, ya estarán actuando, Ranmaru. ¿Te das cuenta de lo grave que es esto? ¿Sí vez el peligro en el que nos has puesto a todos por no decirme esto antes? —Ranmaru bajo la cabeza huyendo de la mirada del director.

—Quería estar seguro yo... necesitaba estar seguro antes de decirte nada, Boris. —Alzó la vista para ver el momento justo en que el director se pasaba la mano por el cabello removiéndolo y quitándolo de su lugar. Sus ojos mostraban furia y odio, su mandíbula reflejaba un miedo que nadie podía comparar con nada.

—¿A quiénes mandó? —Se dejó caer sobre la silla otra vez, sin romper contacto visual con Ranmaru en ningún momento. Sostenía su barbilla con una mano. Exteriormente parecía estar esperando una respuesta, cuando la realidad era diferente.

—Solo a dos, al As de espadas y a La carreta. Los mismos que estuvieron en el centro comercial o al menos, uno de ellos. —Esa respuesta tampoco mejoró el humor de Boris, reclinó la silla gruñendo como un verdadero demonio.

—El psicópata y el titiritero, un dúo mortal, ¿qué es más perfecto que eso? —Cerró la carpeta lanzándola hacia Ranmaru otra vez, él la atrapó antes de que cayera al suelo y se desperdigara su contenido, ya conocía esa mirada, la había visto por primera vez hace años, si mostraba esa expresión no era seguro esperar nada bueno. Se enderezo manteniendo el folder a un costado—. Vuelve a trabajar, Ranmaru.

—Te preocupa, ¿no es así? ¿Tú hermana? —Al ver que no planeaba responder, hizo una reverencia antes de retirarse, antes de salir, vio por encima de su hombro hacia Boris, y ahí estaba, cubriendo su rostro viendo al suelo. Sí, era su hermana lo que le preocupaba.

*

Aiden

Igual que la primera vez, viajar con Yuriko es muy tranquilizador, siempre tiene un tema de conversación lo cual es fantástico, porque así no tengo que buscar temas estúpidos que inician con preguntas como "¿te gusta respirar?". Me recargo en el asiento aprovechando el alto para voltear a verla, nuevamente, quiero saber cómo va a realizar ese proyecto de micro-empresas que tiene.

El Jinete |Pausada Temporalmente|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora