Reunión

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Aiden

Después de la —nada— misteriosa desaparición de Yuu y la pequeña amiga de Yuriko, tuvimos que inventar una excusa a la enfermera para justificar el que no estuviera en su lugar, luego de suspirar y decir varias maldiciones en voz alta, alzó una mano y la agitó hacia los lados, despidiéndonos a ambos para liberar espacio en la enfermería. Aunque claro, no es que hubiera una gran demanda por espacio en ese momento.

Colocando ambas manos entre los omoplatos de Yuriko empujándola fuera del lugar, no quería averiguar si los rumores sobre el temperamento de la enfermera eran ciertos, por el contrario, prefiero que se queden en solamente, rumores. Mirando por encima de su hombro, Yuriko trató de ver una vez más a la enfermera, sujeto sus mejillas y giro su cabeza para que siguiera viendo al frente. No era recomendable tentar nuestra suerte con la enfermera.

—¿Crees que tu amigo se portara bien con Akemi?

La pregunta me toma desprevenido, así que muevo mi cabeza para poder ver a Yuriko, tiene la cabeza inclinada hacia atrás, con el cuello torcido de una manera nada agradable, buscando mis ojos.

—Mi pregunta es su Yuu está a salvo con, Akari. Después de todo ya vimos lo que puede hacer por su propia cuenta.

Frunce los labios regresando su cuello a una pose natural y que no me provoca dolor psicológico. Rodeo sus hombros alineándome con ella para caminar al mismo nivel, desliza sus brazos por mi cintura, abrazándome. Recarga la cabeza en mi hombro. Meto la mano en mi bolsillo adoptando una actitud relajada.

—Akemi es quien realmente me preocupa, no se veía muy bien para haber escapado de esa forma —sonrío besando su coronilla, no creo que esa pequeña niña sea tan delicada como parece.

Dado que las clases ya habían terminado, propuse ir a comer a algún lugar, al menos, antes de que los padres de Yuriko llamaran demandando su atención. Si, es algo de lo que me he dado cuenta en las pocas semanas que llevamos saliendo, a cierta hora del día, sus padres le llaman y debe irse, generalmente, es antes de poder disfrutar el momento a solas. Trato de no molestarme, de verdad, lo intento, pero es complicado hacerlo, parece ser que sus padres no quisieran que su hija tuviera novio.

—¿Iremos a algún lugar en especial a comer? —apago la alarma del coche, Yuriko abre la puerta y al sentarse, empieza a sonar su teléfono, frunce el ceño y gruñe molesta. Parece que no soy el único al que no le agradan las interrupciones—. Un minuto, dame un minuto Aiden, no pueden seguir así.

Hago un gesto con la mano para darle la libertad de hablar, sale del coche y se aleja unos metros. Me recargo en el capó esperando, Yuriko parece estar desarrollando una furiosa discusión, sus gestos corporales son tan aterradores como lo fue su amiga luchando. En el momento en que creo que va a despedirse e irse a casa, su gesto cambia. Abre la boca y los ojos con incredulidad, frunzo el ceño confundido haciendo un amago para acercarme a ella. Asiente rápidamente antes de colgar.

—¿Crees que podamos pasar a otro lugar antes de ir a comer? Akemi tiene problemas con su hermano.

De acuerdo, eso no me lo esperaba. Abro la puerta del coche para dejarla subir, lanza su mochila al asiento trasero y se abrocha el cinturón, la imito y enciendo el motor, en ese instante me da la dirección, la cual, no es la casa de Akari, es otro lugar, no lo reconozco por las indicaciones, así que es probable que no haya estado ahí antes.

Tardamos alrededor de una hora en llegar, no estoy muy seguro de donde es aquí, pero parece una total fortaleza en el exterior, me pregunto si nos dejarán entrar realmente, parece ser que sólo los que tienen una tarjeta de identidad pueden entrar. Encuentro un lugar para estacionarme, dejo mi mochila junto a la de Yuriko y bajamos, entrelazo mi mano con la suya, no parece nada preocupada, por el contrario, yo estoy sudando de preocupación.

El Jinete |Pausada Temporalmente|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora