Parte 1.

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José Canela miraba desesperado al reloj.
Su amigo Bryan le ayudaría a conseguir algún trabajo de niñero en la casa de sus tíos. José no estaba muy conforme con ello, pero necesitaba el dinero para gastos de la universidad.
Bryan salió por la puerta principal de la casa de sus tíos y lo miró con cierta decepción.

—Lo siento, amigo. Ya tienen quién cuide a Amanda.—Decía el más alto. Jos bufó y se sacudió el cabello.

—¿Y ahora qué tendré que hacer?—Preguntó el ojinegro con desesperación.

—No lo sé—Murmuró—. No creo que encuentres trabajo, para ser sincero. Tenemos quince días intentando encontrar trabajo, pero simplemente no se da. Quizá debes buscar otra manera para conseguir dinero.

—¿Como empaquetar cosas en Walmart?

—Probablemente. Seguiré buscando y te aviso si encuentro algo.

—Está bien.—Dijo rendido Jos. Se despidieron con un cordial apretón de manos y Jos caminó hasta el centro comercial más cercano que había.

Jos entró a Dolphy y pidió unos nachos con extra queso. Eran sus favoritos. Pagó y se retiró del local.
Mientras caminaba, observaba los muchos locales de ropa de moda que habían. Él siempre había querido tener mucho dinero y poder comprar ropa lujosa como la que sus primos poseían.
Él comía sus nachos y se imaginaba lo atractivo que se vería si poseyera algún atuendo de esos que traían puestos los maniquíes.

Un maniquí tenía una camisa de vestir que le había fascinado. Creyó que cuando entrara a la universidad, se vería muy formal y correcto con esa camisa. Así que decidió tirar los nachos para entrar a la lujosa y costosa tienda.

Jos entró con asombro en sus ojos a la tienda. Jamás había visto tanta ropa bonita en su vida. Él era un chico de no muy altos recursos, y nunca había podido comprar un atuendo así.

Al estar ahí adentro por algunas horas midiéndose algunos pares de zapatos y camisas, se enteró de algo que lo llenó de felicidad. Buscaban empleados, y Jos estaba dispuesto a ser uno.
Habló con el gerente de la tienda, y él y varios compañeros de trabajo le indicaron varios documentos que debía de traer para poder ser un empleado, y él regresó a casa satisfecho: Por fin había encontrado trabajo.

Me enamoré de un maniquí||Jalonso Villalnela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora