ay, cariño.

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Ay, cariño. ¿Cómo es posible que siga perdiendo palabras y latidos contigo?

Nunca voy a poder sacarte de mi pecho. Parece que tu recuerdo ha decidido incrustarse en mi alma y acoplarse a ella. Y yo solo quiero olvidar. Olvidar tu sonrisa torcida, los pozos oscuros de tus ojos, la piel cremosa y el cabello alborotado.

Quiero olvidar lo delicado de tus manos y lo ronco de tu voz. Quiero olvidar lo suave de tu risa y lo quita-alientos de tu sonrisa.

Sé que ahora estas con está chica. Sé que la amas, como nunca me amaste a mí o a nadie más. Sé que estás feliz con ella. Que es lo que siempre quisiste.

Pero, qué le voy a hacer, si entre más me fuerzo a echarte fuera más sigues viniendo a mi mente. Lo dulce de tus palabras, lo poetico de tu mirada, lo atrevido de tu sonrisa.

Ay, cariño. Cómo quiero poder quitarme está sensación del pecho. Porque ya no te conozco. Ya no sé nada de ti. Eres otra persona y me duele saber que ya no formo, ni siquiera un poco, parte de tu vida.

Mi mente esta harta de gritarle a tus recuerdos que dejen de atormentarla. Quiero ser como todas esas chicas a las que desechaste y quebraste, quiero odiarte. Quiero desear mantenerte lejos. No volver a verte nunca. Ni hablarte. Ni amarte como se ama al primer amor.

Quiero, deseo, olvidar cómo caí en tus ojos, cómo perdí mi corazón contigo y nunca lo recuperé. Quiero tantas cosas contigo pero mejor sin ti, que así no nos lastimamos.

Quiero amar con libertad sin compararte con cada chico con el que tropiezo. Quiero dejarte ir. Por favor, por favor, por favor, liberame de la tortura de amarte que ya no puedo soportarlo por mucho más.

Me estoy rasgando el alma y el corazón con cada recuerdo. No puedo ni respirar sin que tu mirada oscura cruce mi mente. ¡Incluso en mis sueños, joder! Incluso ahí me encuentro con tus sonrisas y tus palabras.

Estoy tan, tan, tan, cansada de huir. De quererte de vuelta, y luego no, y luego sí. Dios. Estoy tan enamorada de cada detalle que es exasperante. Estoy agobiada de tu recuerdo.

Ten piedad de mí y libera mi corazón. Que lo dejaste pisado entre aquel libro sobre un soldado, o quizas era una enfermera, o quizás un extraño y desastroso amor entre ambos como ocurrio con nosotros, y aquellos poemas que escribias [a alguien que no era yo, estoy segura]

Por favor, devuelveme mi amor para poder amar a alguien más. Porque se merecen que les de al menos un poco de lo que te di a ti.

Te ame [déjame saborear esa mentira] con una intensidad y una madurez impropia de alguien de mi edad.

Quiero tanto acabar contigo. Que incluso sueño en un futuro...

Dientes de León.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora