GUERREROS DE FUEGO - SUEÑOS DE UN FENIX

CAPÍTULO 7~ GUARDIÁN DE LOS FÉNIX ~

-Ten. Debes comer más. Bebe agua, Lexi. Estas bastante débil—Le ofrece Kai a Lexi al mismo tiempo que su cálida sonrisa la reconforta—Necesitas fuerzas. Mañana iremos al instituto. Lo conocerás todo y podrán enseñarte a controlar tu poder. Ya verás que todo estará bien. Buscaremos a Taemin y la humana de tu hermano. Ya verás que todo saldrá bien— Sigue asegurando él. Aunque Lexi se halla decidida a buscarlos a apenas se recupere.

-¿Dónde está mi hermano?—Pregunta la joven mientras bebe agua, sedienta-- ¿Y los demás?—

-Por allá—Señala al norte—Los tienen por allá. Iré a verlos para que sean bien atendidos—

Asiente y él se marcha dejándola a solas con Luhan, quien se halla sentado a un lado, con los brazos apoyados en las rodillas y la mirada perdida en el páramo que han dejado atrás.

La joven fénix bebe dejando al agua fluir por su organismo, para luego llevarse las bayas a los labios. Tiene un sabor dulzón pero ligeramente acidas que resulta refrescante. Lexi toma un poco de agua entre sus manos y se lo echa a la cara, sintiendo cómo la mugre escurre por su piel. "Se siente completamente sucia"

-Come despacio. Te vas atragantar—Luhan pronuncia las palabras secamente; por lo que Lexi lo ignora por completo. Además, acaba de recordar que él la ha cargado durante bastante tiempo. Casi todo el día; por lo que la noche está a punto de caer. Aunque no tiene deseos de agradecérselo.

Lexi come más bayas hasta terminárselas. Aun esta hambrienta, pero lo único que hace es encogerse de hombros y respirar tranquilamente. El viento ha empezado a correr colándose por su ropa. Es un ambiente más frio y fresco; pero aun así se siente más segura que en aquel lugar semejante a un páramo desértico.

-¿Tienes frio?—Una pregunta corta y casi sin emoción procesa Lexi. Luhan se ha acercado hasta ella, extendiendo una manta sobre sus hombros y dejando caer bayas en su regazo—

-No tengo hambre. Pero veo que tú si lo tienes—Dice y luego retrocede.

Lexi parpadea sorprendida, pero eso no arrebata el resentimiento que tiene hacia él.

-Vamos. ¿Qué ocurre contigo?—Le reclama—Primero aseguras que soy lo peor existente. Una maleza que jamás debió nacer y luego eres amable conmigo ¿Qué pretendes?—Luhan resopla pero no se digna a mirarla—

-Yo jamás dije que fueras una plaga, Lexi.

-Entonces aclárame lo que dijiste—Le exige—Quizá escuché mal y realmente estoy volviéndome paranoica.

-Lexi...-- Luhan direcciona a su rostro hacia ella, mirándola con cautela y presunción—Yo dije que eras prácticamente un peligro para mi especie. Que estas destinada a causar daño aunque no sea lo que tú quieras. Tú debes aprender a escucharme. Sehun es en quien realmente no confío. Si quizá... --

-No—Lexi niega con la cabeza y suelta una carcajada irónica-- ¿Qué tienes contra Sehun? Es tu hermano. ¿Tienes idea de todo lo que ha tenido que pasar?—Lexi sacude la cabeza—Creció solo. En un maldito lugar abandonado. No tuvo a nadie quien le enseñase lo que está bien o mal...

-Lo sé—Reitera él—Pero no conoces todo, Lexi. Yo tampoco tengo la culpa ¿Sabes? No sabía de su existencia, pero él llego a saber de la mía y solo intentó exterminarme—Arquea las cejas—Lexi. Hay algo que él no te ha contado y te pone en peligro. Debes de alejarte de él ¿Es que no lo entiendes? Esto lo hago por ti—

Lexi se halla con las emociones revueltas y completamente confusas. "Es Luhan que la tratado como vil insecto rastrero, pidiendo que desconfié en el única persona en este mundo desconocido que ha sido bueno con ella"

-¿Por qué debería creerte si me has metido?—Le espeta ella sintiendo sus latidos acelerados ante lo que se halla a punto de reclamarle-- ¿Por qué debería desconfiar en ti si fingiste estar enamorado de mí con fines cuyo propósito aun no comprendo? ¿Qué objetivo tenia? Eres un egoísta. Dime ¿Por qué diablos debería confiar en ti?—

Luhan ha encendido sus ojos con profundidad. Su expresión se halla llena de furia y consternación; además de un sentimiento que Lexi no sabe comprender a la perfección—

-Quizá dije aquello porque estaba furioso—Escupe hacia un lado—quizá tenía mucho miedo a cosas que tu ni siquiera comprendes.

-Pues no. No lo hago—Espeta ella con el pecho elevándose constantemente ante sus respiración— ¿qué esperabas? ¿Qué te recibiera con los brazos abiertos después de lo que me dijiste ese día? Pues no. Estas muy equivocado. Y no deseo hablar más de ello.

La joven se pone de pie y aleja en completo silencio. Luhan no intenta responderle, y eso es quizá lo que más afecta a Lexi.

La joven se reúne con Minho, ambas amigas y Xiumin. Ahora son solo cuatro. Y teme por ellos. Kai ha decidido que es preferible que descansen para recobrar fueras, y a primeras horas de la mañana emprenden nuevo rumbo, adentrándose a tierras de fuego. Tierra de fénix.

Lo primero que Lexi distingue cuando llegar al hogar del que ella proviene, es un castillo antiguo y de grandes torres y tejones rojos, con grandes ventanales y escaleras hechas de piedra firme. Un viejo catillo en medio del inmenso bosque, cuyas trompetas resuenan. La entrada está rodeada por enormes muros y la única entrada en un enorme portón de metal fundido. Un hombre vestido con atuendos similares que el de Kai, portando un báculo en la mano derecha y la expresión endurecida al distinguir a sus acompañantes. El hombre oscila en sus quizá, cuarenta años, tiene el cabello cortado y la mirada llena de fuego.

-Guardián- Se expresa Kai arrodillándose e inclinando la cabeza—HE cumplido mi misión. Lexi está conmigo. Solicito nos dejen pasar.

El hombre levanta la mano y debajo su manga, señala hacia el gran portón el cual lentamente empieza a ascender.

-Los humanos pueden pasar—Pronuncia con la voz grave—El resto de sus acompañantes, no accederán—Declara refiriéndose a los licántropos. Luhan rápidamente se ha interpuesto delante de Lexi, sin quitar la mirada del guardián.

-Si yo no voy, ella no se mueve de aquí—Sentencia. Y Lexi sabe que Luhan está decidido a cumplir con su palabra.

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