Capítulo 23

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Capítulo 23:

El entrenamiento había finalizado.

Me encontraba aún dentro de la piscina, tratando de salir, pero mis piernas casi no respondían. Jadeaba tanto que el aire se escapa de mis pulmones. Me había esforzado mucho durante ese día. Aun así, cada vez iba empeorando más y más. Estuve un poco mal, ya que Rin tuvo que quitarme del equipo de relevos. Pero luego mi felicidad regresó en cuanto escuché que los seleccionados fueron Nitori, Momo y Sousuke.

-No te sientas mal, Akira – animó Rin, palmeando mi espalda -. ¿Te doy un consejo? Busca una motivación.

-Una... ¿Motivación? – repetí.

-Ya sabes, algo que te inspire a nadar. Por ejemplo, yo nado por mis compañeros. Doy todo mi esfuerzo durante los torneos para que mi equipo pueda triunfar. – se explicó, dándome una sonrisa con sus puntiagudos dientes.

-Una motivación... - miré hacia el agua, esperando a que una señal llegara, y así fue. El reflejo de Rin estaba junto al mío.

Sonreí y le agradecí a Rin, para luego ir a los vestidores a cambiarme.

"Una motivación... ¡Rin, tú eres mi motivación para seguir nadando! Sin importar que cada vez que cueste más, siempre que te veo es como si una descarga eléctrica recorriera mi cuerpo y me devolviera la fuerza perdida. Prometo que triunfaré por ti".

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Nos encontrábamos dando vueltas por el centro tras el entrenamiento. Después del arduo día de trabajo, nos merecíamos un descanso. Rin, nuestro amado capitán, dio permiso al equipo para que se tomara el resto del día. Sousuke, Ai, Momo y yo decidimos saltarnos las clases, al igual que él.

–Que lo profesores se callen, ya suficiente hicimos hoy. –dije molesta, cuando Ai volvió a preguntar si estaba bien que no asistamos a clases.

Después de pasar por varias tiendas y no comprar nada más que unos helados, decidimos ir a los videojuegos. No era muy fanática de ellos, pero era un buen entretenimiento ya que no teníamos la menor idea de qué hacer.

Momo me enseñó algunos de árcade, los cuales eran viejísimos pero continuaban divirtiendo tanto como años atrás. Sousuke tenía un método para sacar peluches de esas tramposas máquinas tragamonedas y Rin era experto embocando las pelotas en los aros de básquet. Nitori simplemente se dedicaba a observar todo.

–Ai –Llamé, mientras los chicos se dispersaban por el local–. Ven, vamos a jugar a algo. No te quedes ahí.

Asintió sonriendo. ¿Por qué Terry no era así de tierno como Nitori? Definitivamente buscaría la forma de convencer a Marcie para adoptarlo y abandonar a mi hermano en un tiradero.

Un rato más tarde, Ai y yo íbamos y veníamos por todos los pasillos. En nuestros brazos llevábamos cientos de tickets que ganamos. Ansiosos por mostrárselos a los chicos y retirar algún premio, comenzamos a buscarlos. Hayamos a Sousuke y Momo cerca de donde podíamos jugar a los bolos.

–¡Momo, Sou! –grité felizmente–. Miren lo que...

Callé al notar sus vistas fijas a unos metros de nosotros. La seguí hasta dar con Rin, que parecía estar discutiendo con dos chicos, uno de ellos abrazaba a una chica que estaba llorando. Miré de nuevo a mis amigos y comencé darles empujones. Si Rin llegaba a meterse en una pelea, no era bueno que estuviera solo.

–Eres un idiota, Matsuoka. –decía el chico que abrazaba a la chica castaña.

Rin parecía enfadado. Reconocí a los dos chicos que estaban ahí: eran chicos del otro tercero, en Samezuka.

–Ya te dije que me disculpes, pero no puedo salir con tu hermana –el pelirrojo intentó marcharse, pero la chica se arrojó sobre él y se aferró a su brazo, aun llorando–. ¡¿Es que no lo entiendes?! ¡Tú no me gustas, ya hay alguien en mi vida!

–¿Ah, sí? –pregunto uno de los chicos, burlón–. ¿Y cómo se llama?

La expresión enfadada en el rostro de Rin desapareció en un instante. Una sonrisa llena de altivez apareció y, con algo de rudeza, dijo

–___ Michaels –para luego agregar señalándome–, su hermana.

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(N/A): Ya sé que quieren castrarme, matarme y bailar sobre mi tumba por no haber actualizado. Le pido mil disculpas, pero ya saben que no tenía inspiración para continuar esta historia. A lo mejor realice algunos arreglos, pues escribí esta historia sin haber terminado de ver Eternal Summer y hay cosas que no tienen sentido (como que Sano Elementary School estuviera en Australia, por ejemplo). Voy a estarlos corrigiendo xD

Pequeñas mentiras| Rin Matsuoka y tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora