Capítulo 5

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Capítulo 5:

"Me llamo ___ Michaels y vengo de Australia. Tengo 17 años. Vine a Japón para convertirme en nadadora olímpica y cumplir el sueño de mi padre, el cual nunca pudo cumplir ya que quedó inválido. Mi madre se fue de casa hace tiempo. Estoy en Japón hace casi un mes. Entré a Samezuka para poder entrenar natación, pero como era una escuela para hombres, mis planes se complicaron. No tengo fobia al agua, todo lo contrario, adoro estar en el agua..."

Nitori quedó en silencio, al parecer lo dejé sin palabras. Luego alzó la vista y me dio su típica sonrisa.

-___ es un nombre bonito. - dijo riendo.

-Gracias - dije -. Pero debes prometer que no se lo dirás a nadie.

Hiso una cruz en su corazón y luego otra en sus labio. Me recordaba al "pacto" que hacíamos con mi padre cuando le contaba un secreto. Luego de responder algunas dudas que Nitori tenía, me fui a vestir al baño.

"De vuelta al papel de Akira"

-No se preocupe, "Moritani-Senpai" - Nitori me guiñó un ojo, mientras reía -, puedo entrenar con usted por la noche, cuando todos están durmiendo y ya no hay gente husmeando.

-¡Aww, Nitori-Chan! - dije dándole un abrazo y apretando sus mejillas -. Eres la persona más tierna y dulce que he conocido.

Nitori se sonrojó y agachó la mirada con vergüenza. Mi risa se detuvo cuando llamaron a la puerta. Nitori se dirigió a abrir.

"Rin..."

-¡Akira, que bueno que te encuentras bien! - dijo sonriendo.

-S-sí, gracias por preocuparte, Rin-Chan. - respondí.

-Por cierto, Matsuoka-Senpai, Akira entrará al equipo de natación - dijo Nitori -. Pero por ahora no competirá, hasta que supere su miedo al agua.

-¿Eso es verdad, Akira? - preguntó Rin, a lo que asentí en respuesta -. ¡Genial! Prométeme que en cuanto superes tu miedo tendremos una carrera.

-Claro, Rin. - alcé mi pulgar y se me escapó una risa.

***

-Pst, ___. - la luz de mi cuarto se encendió, dejándome ver a Nitori con su equipo de natación parado frente a mí.

-¿Nitori? ¿Qué demonios quieres a esta hora? - pregunté con los ojos achinados.

-Huy, que humor, ___-Chan - dijo burlonamente -. ¿Cómo que a qué vamos? Hoy comienza tu entrenamiento.

-Ah sí, sí - me levanté con pesar y fui hacia el armario.

Oculto en uno de los cajones estaba mi bolso con ropa de mujer, de ahí saqué un traje de baño como el que Sousuke traía hoy y una remera para el agua. De una pequeña caja, saqué las gafas que papá me dio antes de marcharme y me las puse (a las gafas e.e).

-Qué bonita, ___-Chan. - dijo Nitori moviendo sus cejas de arriba abajo.

-¡No te pases de puerco, Ai! - dije señalándolo acusadoramente.

***

-¡Más rápido, ___-Chan! - gritaba Nitori desde el otro lado de la piscina.

Me estaba enseñando sus "secretos de nado" para que mis brazadas fueran más fuertes y rápidas. En un último esfuerzo, aumenté mi velocidad y llegué a donde Nitori se encontraba.

-¡___-Chan, tu tiempo fue menor que el de hace un rato! - me regañó Nitori, cruzándose de brazos, mientras en su mano sostenía un cronómetro -. ¿Cómo piensas competir en los relevos así?

-Yo solo nado al estilo libre. - respondí, colocándome nuevamente las gafas y lanzándome al agua.

-¡Ya te pareces al amigo de Matsuoka-Senpai! - murmuró.

Estaba llegando al punto de dar la vuelta. Tomé muchísimo impulso y salí disparada hacia donde Nitori. Apenas salí del agua, él detuvo el cronómetro. Me retiré el gorro de goma y las gafas, fue entonces cuando noté que Nitori traía una enorme sonrisa.

-¿Cuál fue el tiempo? - pregunté desganada.

-2.45 - dijo dando saltos de felicidad.

Sonreí también y comencé a flotar en el agua, tomándome mi muy merecido descanso. Nitori se sentó al borde de la piscina, remojando sus pies en el agua, mientras anotaba mis tiempos en una libreta.

-¿Nitori? - ¡Demonios, alguien entró a la piscina!

Miré a Nitori con cara de "¿No que no venía nadie?". Él entró en pánico y quiso salir corriendo a ocultarse, pero la libreta cayó al piso, haciendo un enorme escándalo.

-¡Nitori, sé que eres tú! - volvió a gritar el chico.

"¿Momo?"

Sí, era él. Actuó con tranquilidad al ver a Nitori, pero al girar su vista a la piscina soltó un enorme grito.

-¡No puede ser, una chica! - gritó señalándome.

Nitori se levantó y tapó su boca con su mano. Momo continuaba hablando, aunque nada se entendía, ya que estaba tapada.

-Calma, Momo - dije saliendo del agua -. Soy... soy yo.

-¡Eres travesti! - murmuró espantado.

Le di un doloroso zope en la cabeza.

-¡Claro que no, soy una chica! - reclamé frunciendo el ceño.

-¿Cómo es eso? ¿Qué hace una chica aquí? - preguntó Momo confundido.

-Esto tardará un rato - dijo Nitori soltando un suspiro.

Y así comencé a contarle mi historia a Momo.


Pequeñas mentiras| Rin Matsuoka y tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora