Capítulo 7

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Capítulo 7:

Olvide contarles un par de detalles que sucedieron estos días... En primer lugar, a Seijuro le queda un mes para graduarse, por lo que cedió su lugar como capitán a Rin. Por otro lado, Momo reprobó historia, por lo que en estas vacaciones de verano pasará la mayor parte de su tiempo estudiando para rendir el examen. Nitori mejoró muchísimo en sus brazadas y pasó a formar parte del equipo de relevos con Rin, Sousuke y Momo.

Dejando de lado todo lo referido a la natación o escuela, desde que Rin me salvó de esos tipos de cuarto año, he comenzado a sentirme extraña cuando está cerca. También me es imposible controlar mi sonrojo, así que salgo corriendo con la excusa de que tengo que ir al baño.

***

"Felicidades, Akira", "¡Oye, que bien por ti!"

Eran muchas de las palabras que los chicos del equipo me decían. Les extraño un poco que decidiera nadar con remera, pero le restaron importancia. Más que entrenar y practicar, los muchachos se ponían a payasear o pelear en el agua, lo que impacientaba y sacaba de quicio a Rin.

Una vez que la práctica acabó, los chicos se despidieron y se marcharon, a excepción de Nitori, Momo, Sousuke y Rin.

-¡Iremos a festejar tu logro, Akira! – dijo Sousuke revolviendo mi cabello.

-¿Podemos irnos de putas? – preguntó Momo con ojos brillantes, pero lo único que ganó fue un golpe de Sousuke.

-Tú aún eres un niño. – dijo Rin negando con la cabeza.

-¿Y yo puedo, Rin? – preguntó Sousuke.

-¡Sousuke Yamazaki! ¿Qué diría tu madre si te viera en estos momentos? – regañó Nitori tomando de la oreja a Sousuke.

-Oigan, chicos – dije casi en un murmullo.

-No se mi madre, pero mi padre diría: ese es mi muchacho – se burló Sousuke, pero solo se ganó un jalón de orejas.

-Chicos – llamé en un tono más alto.

-¡Ya basta! Nitori, suelta a Sousuke. Sousuke, deja tus pensamientos sucios. Y Momo... ya levántate del piso – ordenó Rin y todos obedecieron -. Ahora si... ¿Qué ibas a decirnos, Akira?

"¿Me escuchó?"

-Hum, sí. Yo decía si no preferían... ir a cenar. – propuse, encogiéndome de hombros.

Y como por arte de magia, el estómago de todos dio un gruñido. Se miraron con miradas interrogativas, sonrieron y asintieron.

-Yo invito. – Rin me dio un guiño.

"Mierda, me va a hacer sonrojar"

-¡Voy al baño! – dije, para luego salir corriendo en la dirección contrario.

-No otra vez... - protestaron todos al mismo tiempo.

...

No tienen idea de la corrida que pegue rumbo a mi cuarto. Tropecé más de seis veces, choqué con no sé cuántas personas y me di la cara con la puerta (la cual olvide que había cerrado con llave).

Me apuré a tomar un baño, ya que apestaba a cloro y sudor. Antes de entrar al baño, procuré cerrar con llave la puerta. Una vez vestida (o más bien vestido), me estaba colocando las zapatillas cuando llamaron a la puerta.

-Pasen. – dije abriéndoles a los chicos.

-¿Por qué tardaste tanto, Akira? – preguntó Sousuke con burla -. Con todo lo que tardabas, comencé a suponer que eras una chica.

Momo, Nitori y yo nos miramos con miedo. Sousuke soltó una carcajada, fue entonces cuando notamos que era una simple broma. Solté un suspiro de alivio. Cuando alcé la mirada, me encontré con el sueño de toda chica enamorada... Rin estaba vestido tan guapo, que te daban ganas de tirarte encima de él.

-Ejem, Moritani-Senpai – rin me dio un leve codazo para que dejara de ver a Rin -. ¿Ya nos vamos, chicos?

-Sí, me está dando hambre. – tomé mi abrigo y salimos.

...

-¡Naoko Dangos! – gritaron Momo y Nitori al mismo tiempo.

-Fuimos ahí hace un mes – se quejó Sousuke -. Mejor vamos a... ¡Ustedes también sugieran algo, Rin y Akira!

Me encogí de hombros y Rin imitó mi acción. Sousuke quería ir a un restaurante de mariscos en el muelle, pero el olor a pescado me daba nauseas. Nitori y Momo comenzaron a festejar que su restaurante favorito había sido el ganador.

-Naoko Dangos serán entonces. – dije a Nitori y Momo.

-¡Una carrera! – gritaron ambos empujándose.

Sousuke, Rin y yo no les hicimos caso. Íbamos caminando tranquilamente detrás de ellos. El restaurante quedaba a un par de cuadras de la escuela, así que no importaba cuanto tiempo nos quedáramos allí. Según Sousuke, Naoko Dangos era un restaurante famoso por su comida japonesa, cuya especialidad eran los dangos. La única vez que comí alguna comida de ese tipo, fue cuando mi padre pidió ramen a un restaurante japonés de mi ciudad. No sé por qué, pero el simple hecho de oír la palabra "dangos" aumentaba mis ganas de probarlos.

-Los dangos son ricos, pero yo pediré curry. – dijo Rin, poniendo ambas manos detrás de su nuca, mientras caminaba.

-A mí me gusta el sushi que cocinan allí... y también intentaré conseguir el número de la camarera del lugar. – Sousuke movió las cejas y se echó a reír.

-Acosador... - murmuró Rin - ¿Tú que pedirás, Akira?

-¿Yo? – pregunté señalándome, Rin asintió -. No lo sé... mejor primero veo el menú.

Continuamos caminando. Nitori y Momo ya no estaban delante de nosotros. Rin supuso que ya habían entrado y se encontraban o buscando una mesa o pidiendo su comida.


Pequeñas mentiras| Rin Matsuoka y tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora