Los días eran casi inexistentes, el comienzo del instituto estaba tan sólo un día.
La tarde empezó a caer, y las últimas horas de verano llegaban a su fin. En ese momento, alguien llamó a la puerta, cuando abrí para mi sorpresa, ahí estaba Jessica.
-¿Jessica? - era la última persona que esperaba encontrar en mi casa.
-no tenemos mucho tiempo, tenemos que darnos prisa ¡corre! - Jessica me agarró de la mano y salimos corriendo. ¿que estaba pasando?
Cuando ya habíamos llegado al centro de León, Jessica dejó de correr.
-¿que pasa? ¿de que huimos? - pregunté mirando a Jessica.
-de mi hermana - esa respuesta, me extraño.
-¡¿de tu hermana?! - no entendía nada.
-mira mi hermana quería llevarte a dar un paseo de lo más romántico por el parque o por donde fuese, así que decidí salvarte - el comentario de Jessica la hacia parecer humana.
-¿salvarme? -
-mira me caes bien, de los estúpidos que hay en el mundo que suelo conocer, y se nota que no quieres nada con mi hermana - nos sentamos en un banco.
-¡eso son imaginaciones tuyas! - sonreí.
-si a mi me da igual que te lies con mi hermana, como si la rompes el corazón - parecía que el único objetivo de Jessica era fastidiar en todos los niveles.
Sabía que algo le debería haber pasado, para que se comportará así.
-¿y a ti? ¿te han...hecho daño alguna vez? -
-aunque fuese así, ¿por que te lo iba a contar? - dijo con tono serio.
-por que me apuesto algo a que soy el primero que te pregunta - dije con el tono de Jessica.
-eres un idiota- parecía molesta por que alguien se preocuparse por ella. - vamos a tomar algo, conozco un sitio aquí cerca.
Me llevo a un local cerca de la catedral, el cartel mostraba a un caballero inglés de la época victoriana "dickens tavern".
-este sitio está muy bien, tiene buena música, y buena bebida - río Jessica.
-a lo mejor si bebes, me acabes contando lo que te paso - entramos en el local, había una buena música como había dicho Jessica. Sonaba la canción de "I'm so sorry" del grupo Imagine Dragons.
-¿que quieres beber? Yo invito - justo en ese momento recordé cuando Pablo nos invito, y me quedé en blanco.
-la última persona que me invito a tomar algo, esta muerta - mi respuesta fue tan contundente que hasta Jessica se quedó petrificada.
El camarero se acerco.
-¡Jessica! Cuanto tiempo sin verte - el camarero saludos a Jessica, que seguía petrificada por mi respuesta.
-disculpa la, es la vuelta a clase, que nos afecta a todos - dije riéndome de la cara de Jessica.
-cuatro chupitos de vodka negro - Jessica volvió en sí. - ya que voy a morir, así no me enterare.
El camareros posó cuatro vasos de chupitos, y los lleno hasta rebosar.
- tienes que tomarte los dos a la vez - dijo Jessica pasando me dos vasos. Los dos nos tomamos los dos chupitos de golpe, fue como un golpe en el esófago.
Pero para Jessica, parecía agua.
-has aguantado, o al menos no te has desmayado todavía - sonrió Jessica.
-ahora me contarás quien te hizo daño - pregunté con un leve mareo.
-te faltan más rondas, si quieres averiguar eso - Jessica era un hueso duro de roer, pero estaba decidido a saber aquella valiosa y intrigante información.
- cuatro más - le señalé al camarero.
Las rondas siguieron sucediendo, una tras otra, y Jessica cada vez parecía más animada a contar sus secretos.
-¿quien te hizo daño? - pregunté de nuevo.
-de acuerdo, pero como se lo cuentes a alguien te arrancó la cabeza y la cuelgo en mi habitación - me amenazó pero con el mareo que tenía, estaba hasta graciosa.
-me parece justo, puedes confiar en mi- dije en forma de trato.
-pues verás, yo hace hace dos años, cuando tenía catorce era una chica normal, pero entonces... Empecé a sentir cosas por...mi mejor amiga. -
-¡Amiga! - interrumpí a Jessica, alzando la voz.
-Shhh, no hables tan alto- Jessica miró a ambos lados.
-perdona, continúa - no me podía creer que a Jessica le gusta sen las chicas.
-comencé a sentir cosas por mi mejor amiga, teníamos los mismos gustos, era todo tan perfecto, comenzamos a salir o al menos secretamente...por que ella no quería, que nadie lo supiera - Jessica hizo una pausa para tomar otro chupito, parecía dolida solo de recordarlo - hasta que un día, me dice de quedar en un parque, yo no sabía por que, y fue cuando me dijo que...que todo esto tenía que terminar, que no era nada más que un experimento para saber que sentía y que había conocido a un chico, me quedé petrificada en ese instante, ella se marchó y yo permanecí en silencio hasta las dos de la madrugada -
En ese momento Jessica comenzó a llorar, y el primer instinto fue abrazarla pero seguramente ella me empujaría para hacerse la dura, pero para mi sorpresa no lo hizo, aceptó mi abrazo como una niña pequeña que tiene miedo de los fantasmas.
-ella se lo pierde, si te deja escapar es su problema - dije para animarla. Pero no contesto se limitó a estar en un abrazo permanente.
-nunca le he contado esto a nadie - dijo Jessica en voz baja para que solo yo pudiese oírlo. Pero era lógico que estuviese así, si se había guardado todo aquello sin poder contárselo a nadie, y posiblemente mañana se iba a arrepentir de haberme lo contado, pero la había prometido no contarlo y eso haría.
-puedes confiar en mi-.
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¿Tienes Miedo A La Muerte?
JugendliteraturEn ocasiones un perfume es más peligroso que el veneno. ¿Tienes Miedo A La Muerte? Tengo miedo a vivir sin ti.