El Descubrimiento Macabro

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Todo ocurrió una noche, como era frecuente me quedaba en la casa de Alexandra, en una habitación para mi solo. 
Estaba intentando dormir, cuando escuche un ruido que venía del pasillo, me asomé por la ventana y reconocí un pelo negro tan familiar, me surgió la curiosidad y salí por la ventana, aprovechando que estaba a pocos metros del suelo, la seguí sin hacer mucho ruido, Alexandra se adentro en las profundidades del bosque, empezaba a contemplar la posibilidad de que Alexandra fueses sonámbula, la espectral silueta de Alexandra, se detuvo en seco, me coloqué detrás de un árbol, pensé que le había descubierto, otra silueta se acercó a Alexandra.
-llegas tarde - dijo Alexandra a la silueta, que llevaba una sudadera demasiado grande.
-fui a por comida - era la voz de Kiara,  que se quito la capucha.
Estaba muy confundido, ¿por que iría a buscar comida a esas horas? La respuesta no tardo en salir.
Kiara lanzó algo a los pies de Alexandra, era una chica de pelo rubia.
Y pude contemplar horrorizado como las dos hermanas comenzaron a morder a la chica que comenzó a romper el silencio con gritos de dolor, la sangre brotaba de su morena piel debido a los mordidas de las hermanas, me tape la boca para no gritar, de repente el silencio volvió a reinar, todo indicaba que aquella chica estaba muerta.
Al cabo de diez minutos las chicas terminaron y fueron caminando en dirección a la casa.
Cuando se alejaron, me acerqué al cuerpo de la chica, era idéntico a los cadáveres de las noticias, aquella imagen y el olor me hicieron vomitar.
Las responsables de todos los asesinatos, habían estado a mi lado. No sabía que hacer, decidí volver a la casa Alexandra, para recoger algunas cosas y volver a mi casa, caminaba aturdido por lo ocurrido, conseguí subir por la ventana, al entrar, contemplé la figura de Alexandra dormida plácidamente en la cama. Me moví en total silencio, recogí una mochila con mis cosas, pero en cuanto puse mi mano en el pomo de la puerta para salir, no podía hacerlo, deje la mochila en el suelo y regresé a la cama junto a Alexandra.
-¿dónde estabas? - preguntó con voz suave.
-buscándote, no podía dormir sin ti - dije acariciando su suave mejilla.
Estaba loco, estaba durmiendo con una asesina, pero mi alma ya era suya, llamadme idiota pero su aroma era tan adictivo, su rostro era de una chica inocente, una asesina tan dulce.
Soñé que besaba a Alexandra, pero al mirarla, una gota de sangre se deslizaba de sus labios. Era una imagen escalofriante y a la vez tan provocativa.
Desperte aún temprano, el aire era gélido, había dejado la ventana abierta, fui rápidamente a cerrar la ventana, tape a Alexandra y la di un beso en su hombro frío.
Bajé las escaleras y salí a dar un paseo, decidí ir a ver a la pobre chica que había servido de aperitivo nocturno a las dos hermanas, ¡ya no está!. Solo había un rastro de sangre que indicaba que había muerto alguien, pero ningún rastro más.
Volví a la casa, por el frío que reinaba en el ambiente, rezaba para que no se hubiese despertado aún nadie.
Entré por la puerta, y me encontré de frente con Victoria.
-Buenos días, James - dijo mientras se ponía un abrigo de color turquesa.
-buenos días - dije sorprendido.
-si que has madrugado, ya podrían aprender las chicas - se río Victoria.
-¿vas a trabajar? - aún no sabía a que se dedicaba Victoria.
-si, pero volveré para comer - dijo mientras se despedía con la mano y salía.
Victoria sabría lo de sus hijas, sería de locos, yo tendría que alejarme de Alexandra, pero me resultaba imposible alejarme de ella.
Cogí la mochila que había preparado anoche, y deje una nota encima de la mesa de Alexandra, para que la viese cuando se levantase:
"Alexandra, regreso a mi casa no me gusta abusar de vuestra hospitalidad, así aprovecho para ver a mis amigos ".
Espero que la escusa de la hospitalidad, sirviera para algo, me despedí de Darko y salí de la casa.

Al llegar a casa, el ambiente estaba helado por la falta de calor en las últimas semanas, mande un mensaje a Jessica para verla, aunque era con quien más contacto había tenido, debido a su relación con Kiara.
Al cabo de un rato sonó el timbre, y vi por la ventana que se trataba de Jessica, la abrí la puerta y esta me abrazo con efusividad. Como si no me hubiese visto desde hace tiempo.
-por fin vuelves con nosotros - dijo Jessica que se había tenido algunas partes del pelo de un color blanco.
-y ese cambio de look - dije cambiando de tema.
-me lo hizo Kiara ¿te gusta? - dijo sonriendo.
-te queda muy bien -
-¿y que tal la vuelta entre los vivos? - insistió Jessica.
-de momento bien ¿que tal las cosas en mi ausencia? -
-todo bien, mi hermana esta saliendo con Sergio... -
-¡¿que están saliendo?! - pregunte atónito.
-si desde hace un par de semanas, parece ser que mi "hermanita" no podía aguantar el odio hacia Alexandra y al final acabo con Sergio - la razón de Jessica parecía muy típico de Dana.
-¿que tal con Kiara? - pregunte cogiendo unos refrescos.
-es todo tan perfecto, no había sido nunca tan feliz ella compre de mi mundo por oscuro que sea - esa respuesta era exactamente lo que sentía con respecto a Alexandra.
-venga te invito a tomar algo - dije cogiendo la cazadora.
Llegamos al Dicken's Tavern, solo había una pareja en una mesa y dos camareros.
Jessica y yo nos sentamos en una mesa bastante oscura, ¿debería contarle a Jessica lo que había visto la otra noche?.
-Jessica ¿puedo confiar en ti? - lance esa pregunta sin saber a donde.
-claro, sabes que puedes confiar en mi - dijo sonriendo.
-te voy a contar algo que no creerás, pero es cierto - mis palabras crearon una mueca de  preocupación en el rostro de Jessica.
-me estas preocupando - dijo forzando una sonrisa.
-creo...sé que Kiara y Alexandra son las responsables de los asesinatos en los bosques - susurré dichas palabras para que solo Jessica pudiera oírlas.
Jessica se quedó petrificada, con mis palabras.
-¡estás loco! - las pocas personas que había en el local, nos miró.
-te dije que no me ibas a creer - dije susurrando.
-¿como dices eso de tu novia? - dijo llena de rabia.
-Jessica, las vi la otra noche asesinaron a una chica, la nueva víctima que dicen las noticias, fueron Kiara y Alexandra - la expliqué en voz baja.
Durante toda la tarde le explique lo sucedido la noche anterior, hasta que por fin logré que Jessica me creyese.
Al salir del local, acompañé a Jessica hasta su casa, antes de llegar vi a Kiara con una chica, en dirección al bosque.
-acompáñame, quiero que veas algo - dije agarrando del brazo a Jessica.
Seguimos a las dos chicas, por el bosque mientras la oscuridad cubría todo.
En lo que parecía ser el mismo sitio de la otra noche, y donde la figura de Alexandra ya esperaba de pie. Me escondí con Jessica detrás de un árbol, donde aguardamos en silencio.
-siempre tarde - dijo Alexandra cruzando los brazos.
-estaba conociendo a esta amiga - dijo mientras la daba un beso.
Jessica casi soltó un grito, pero la pude tapar la boca con la mano.
-¿que ha sido eso? - pregunto Alexandra,  acercándose hacía el árbol.
-habrá sido un animal - dijo Kiara.
Las dos se juntaron, no podía permitir otro crimen, salí de mi escondite.
-¡Alexandra! - las dos chicas se sobresaltaron, cuando mi grito rompió el silencio, le hice una seña a Jessica con la mano para que no se moviera.
Este podía ser mi fin.
-¿James? - pregunto Alexandra sorprendida.
-¿qué haces aquí? - sonrió Kiara.
-evitar que asesinéis a otra persona - dije acercándome.
-te echaba de menos - sonrió Alexandra mientras se acercaba, no podía creer sus palabras.
-Jessica por favor llévate a esta chica de vuelta a su casa - dije mientras miraba hacia la chica que seguía de rodillas.
La cara de Kiara cambio de la sonrisa a una palidez en cuestión de un segundo.
Jessica no dijo ni una sola palabra mientras se acercaba y levantaba a la chica que parecía bajo los efectos de un calmante.
-ten cuidado -me susurro, Jessica cuando volvía hacia mi.
Sabía que había llegado mi fin, no pasaría de aquella noche, ni vería amanecer.
-¿como lo sabes? - preguntó Alexandra seria.
-os vi la otra noche - dije.
-Kiara vete a casa, madre se va a preocupar - dijo sin dejar de mirarme.
-de acuerdo - dijo mientras se daba la vuelta
-siento que te hayas enterado de esta manera - dijo Alexandra.
-¿y como debía enterarme?- pregunte atónito de la tranquilidad con la que Alexandra decía esas palabras.
-tenia planeado pasar una eternidad contigo, no que te enteraras de esto -
-¿que eres? - pregunté temblando.
-soy una criatura que a existido desde el principio de los tiempos, mi nombre varia según las numerosas civilizaciones que han habitado la tierra  en todos sus siglos, tengo el orgullo de descender de la sangre de Lilith, la dama de la noche - Alexandra había estado andando en círculos mientras comenzaba su explicación - soy un Demonio - .
Aquella palabra me petrificó, notaba cada vez más frío como si la sangre no corriese por mis venas.
-¡Un demonio! -
- así nos conocen los mortales, pero yo prefiero el termino Ángel Caído -
- ¿y por eso matáis a personas, por que sois demonios?
- sólo nos alimentamos de los que han cometido pecados y han sido malos -.
- y yo...¿he cometido algún pecado?- dije nervioso.
-tu mayor pecado, fui yo - dijo
-pero castigar debería ser tarea de los ángeles ¿no? - dije intentando busca una salida.
- esos  blandengues, no hacen nada por eso nosotras nos ocupamos de los pecadores - dijo con tono serio.
-supongo que ahora debo...morir - dije con un nudo en la garganta.
-acompañame- sonrió Alexandra.
Caminamos hasta un claro del bosque donde la luna iluminaba toda la arboleda con un blanco  pálido.
- es un sitio hermoso, para morir - dije mirando a la luna.
- tu castigo no será algo tan dulce como la muerte - dijo y esas palabras terminaron por desorientarme.
Me giré para mirar a la criatura de la noche, y contemple algo mucho más hermoso, Alexandra estaba de pie delante mia, completamente desnuda, la luna iluminaba su piel palida, su negro pelo brillaba mas que nunca.
-estoy confundido - dije
-tu castigo, será ser mio durante toda la eternidad - su beso fue la llave de mi  liberación. Hubiese muerto feliz si fuese por ella .
Esa noche poseí a Alexandra, bajo la luz de la luna y un manto de estrellas, acompañadas con un aire muy agradable.

¿Tienes Miedo A La Muerte? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora