El día amaneció pálido y frío, todo estaba en silencio, a mi lado estaba mi Demonio dormido, estaba tapada con mi cazadora, el frío me abrazo y corrí a vestirme, acaricié la mejilla de Alexandra y ella abrió los ojos, esos brillantes ojos azules.
-buenos días - dijo sonriendo.
-buenos días - respondí.
-¿pensabas dejarme sola y indefensa con un asesino rondando por estos bosques? - preguntó riendose.
Alexandra se vistió y volvimos hasta su casa, al entrar no parecía que hubiese nadie despierto.
Servimos varias tazas de chocolate caliente y Alexandra comenzó con su propia historia.
-todos los miembros de mi familia son ángeles caídos, pero no somos las únicas hay muchas por todo el mundo... -
-¿muchas? - interrumpí.
-si -parecía desconcertada.
-solo hay ¿mujeres? - pregunté.
-por supuesto, solo puede haber un solo demonio y él es el rey del inframundo - dijo
- ¿te refieres a...? -
- el diablo, el padre de todas nosotras -
- el diablo...¿es tu padre? - dije extrañada.
- no mi es mi padre de darme la vida, sino que es mi padre por sangre - dijo con todo de maestra de escuela .
- es asombroso - dije fascinado.
-los demonios, poblamos la tierra desde los comienzos y aun lo hacemos, muchas de nosotras tenemos puestos importantes en la sociedad moderna: bancos, revistas, televisión, incluso en la política de varios países.
- gobernáis en la sombra como los "iluminati" - me reí, lo que no le hizo gracia a Alexandra.
- los demonios hemos intervenido en muchas de los grandes momentos de la humanidad, incluso cuando la humanidad no quería hacerlo...- las palabras de Alexandra eran oscuras y terroríficas.
- cuántos... ¿Cuántos años tienes? - pregunté.
- tengo unos 1300 años más o menos - respondió.
-¡1300 años! Entonces naciste... -
- cuando la llegada de los musulmanes, mi padre fue nombrado templario y enviado a luchar, nunca volvió y mi madre murió en un ataque de los musulmanes, yo conseguí escapar malherida y Victoria me encontró y me hizo nacer - la mirad de Alexandra se perdió en los recuerdos que vendrían a su mente - .
- es asombroso, ¿entonces tus hermanas no son tus hermanas de verdad? - negó con la cabeza.
- Valería, es anterior a mi y Kiara es posterior, llegó varios años después que yo -
-¿como se convierte una persona en demonio? - pregunte con mucha seriedad.
- debes beber la sangre de un demonio - dijo Alexandra sorprendida de mi seriedad.
- ¿bebiste la sangre de Victoria? -
-no...exactamente - Alexandra se sonrojó - ella me besó - y esta respuesta me sorprendió.
-¡Te beso!- dije aun con la sorpresa.
- si ella se mordió el labio y con su sangre me convirtió en demonio -
-¿por que lo hizo así? - parecía tener un sin fin de preguntas.
- porque a ella nació con un beso igual que yo -
- cuando tu estabas malherida , te pregunto si querías convertirte en...un ser inmortal -
-no, pero siempre se lo agradeceré aunque nunca se lo diga - dijo sonriendo .Unos pasos vinieron de la escalera, Alexandra se peino con la mano para dejarlo liso del todo y suspiró.
- buenos días madre - dijo levantándose como un resorte, justo cuando Victoria entraba en el salón.
- ¿donde te habías metido jovencita ? - dijo Victoria
- ¿a que te refieres madre? me e levantado pronto por que James venia a desayunar - mintió Alexandra.
-¡no te atrevas a mentir me, tu cama esta sin deshacer ¿has vuelto a pasar la noche fuera? - Victoria estaba furiosa.
- ha sido mi culpa - intervine, lo que sorprendió a las dos. - me metí en líos con unos tipos de un bar, y Alexandra fue a buscarme, luego la entretuve sin darme cuenta por muchas horas - dije.
-¿Es eso cierto?- Victoria miró fijamente a Alexandra. Tras unos segundos ella asintió.
- de acuerdo, mientras James desayuna, vete a dart una ducha para descansar - Victoria se puso un largo abrigo color verde turquesa y se marcho.
Según se cerro la puerta, un fuerte abrazo de Alexandra me apreso.
- me has salvado la vida - dijo Alexandra.
- no entiendo, tu madre es un demonio una criatura de la noche, pero no te deja pasar la noche fuera -
- es para disimular, delante tuya aun no sabe, que conoces nuestro secreto, pero si le molesta que este mucho tiempo fuera sin avisarla -
- no te va a pasar nada, eres inmortal -
- soy inmortal, pero se puede matar a un demonio - dijo Alexandra y me di cuenta que todavía tenia muchas preguntas sobre los demonios.
Alexandra y yo seguimos bebiendo los chocolates, sin volver a sacar el tema de los demonios y hablando como antes de saber su oscuro secreto.
- Kiara y Valeria aun tardaran en despertarse, voy a subir a refrescarme y enseguida vuelvo - se despidió con un beso en la mejilla.
una sensación de pesadez me hizo caer en un profundo sueño , estaba caminando por una ciudad en llamas, rodeada de destrucción y muertos, y la figura de Alexandra delante mio, vestida de novia, sangre brotaba de sus labios color rojo, ella se acerco y nos besamos, mientras a nuestro al rededor todo se consumía.
Desperté sobresaltado, volvían a ser pesadillas dulces, un término que no era muy frecuente. Me dirigí hasta la cocina, y encontré a Valeria.
-¿no te habré despertado? - dijo Valeria sirviéndose una taza de café.
- ¿despertame? ¿a que te refieres? -
-cuando pase por el salo hace un momento estabas dormido, intente no hacer ruido -
- ¿tienes que irte a trabajar? dirigí la conversación en otra dirección.
-estoy de vacaciones, hasta que me llamen del bufete - sonrió y unos ojos azul color turquesa se distinguían a través de unas gafas color morado, parecía que los demonios no eran las criatura con cuernos y oscuras de las películas, si no que estaban dotadas de una enorme belleza capaz de cautivar a cualquier hombre, era más parecido a las sirenas de a mitología.
-normal que tu madre este orgullosa de ti -
-todas las madres están orgullosas de sus hijos sean como sean - en ese momento me sentí mal, ya que llevaba mucho sin llamar a mi madre, había dejado a mis amigos de lado, incluso había dejado a Jessica sola por el bosque con aquella pobre chica.
Tenía ganas e volver a Dana y a Sergio, pero Alexandra era mi mundo, mi cabeza estaba llena de cosas, el secreto de su naturaleza, la cantidad de preguntas al respecto, el distanciamiento de mis amigos...todo eso me estaba costando asimilarlo, tanto había estado entrado en mis pensamientos, que Valeria se había quedado mirándome.
-perdona estaba pensando en tonterias -dije riendo me para disimular.
- me estaba preocupando - se rió Valeria.
Subí hasta el cuarto de Alexandra, para ver si había acabado de ducharse, entre en su cuarto y la vi vistiendose con el pelo mojado,pero aun asi hermosa.
-¡ya era hora! - Alexandra parecía furiosa.
-¿a que te refieres? - pregunte extrañado.
- te estaba esperando a ver si venías a la ducha - estaba realmente enfadada.
- me quede dormido en el sofá, y luego he estado hablando con Valeria - dije.
Estuve en la casa hasta mediodía, que regrese a casa para ducharme, y después me apeteció ir a ver a Jessica, pero sabía que me preguntaría por el secreto de Alexandra y Kiara, así que decidí ir a ver a Dana para intentar arreglar las cosas, y con un poco de suerte Sergio tambien estaría.
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¿Tienes Miedo A La Muerte?
Teen FictionEn ocasiones un perfume es más peligroso que el veneno. ¿Tienes Miedo A La Muerte? Tengo miedo a vivir sin ti.