¿Tienes Miedo A La Muerte?

El Inspector

Salí de la habitación, y deje a Dana dormir en la habitación, me dirigí en busca de Alexa, entre en el cuarto de invitados pero la cama estaba vacía, me acerqué a la ventana y vi a Alexa leyendo un libro, me miró y sonrió.
Bajé las escaleras con un nudo en el estómago, salí al jardín y me senté al lado de Alexa sin decir nada.
-Buenos días... O tarde - río Alexa.
-Los humanos, tenemos la necesidad de dormir - contesté.
-Hace unas horas fui a verte, pero dormías profundamente -
-¿Me fuiste a ver? - se acabó, me va a matar, note como si alguien me golpeara en el estómago.
-si, tranquilo yo convencí a Dana, para que durmiera contigo, aunque en su estado no me costó mucho - Alexa no levanto la mirada del libro.
-¿fuiste tú? ¿porque? -
-por que note su deseo por besarte, lo vi en su mirada, y así ya te dejará en paz -
-¿solo fue un juego? Pensé que te había hecho daño y solo era un maldito juego -
Últimamente estaba siempre con mucha rabia, desde lo de mi madre y aquella maldita sensación en el metro ¿que me estaba pasando?. Decidí volver a casa, no me apetecía estar con Dana ni Alexa, di un pequeño rodeo, para tomar algo en el Diken's Tavers, que habría hoy, para poder cerrar hasta después de las fiestas. El local estaba muy vacío, me senté en una mesa, la música rompía el silencio.
La puerta se abrió, un hombre de traje negro, se acercó hasta mi mesa, se colocó delante mío.
-¿Es usted el señor James? - asentí, el hombre se sentó enfrente mía, su pelo estaba peinado hacia atrás, brillante por la gomina, el traje negro impecable - Disculpe la interrupción, señor James, soy el Inspector Smith - me deslizó una tarjeta dorada con las siglas DPLH.
-¿que significa? - Pregunte mirando la tarjeta.
-Defensa para los Humanos, somos una organización para la protección de los humanos en casos como el suyo, problemas que escapan de las leyes de nuestro mundo, problemas con demonios - me miró fijamente.
-¿Y en que puedo ayudarle Inspector? - La pregunta señor James, es si yo puedo ayudarle a usted -
-¿no le entiendo? -
-La señora Angela, me envía para verificar si no está siendo sometido a algo en contra de su propia voluntad - dijo.
-¿Es usted un ángel? -pregunté.
-Tiene un gran sentido del humor, en absoluto, nuestra organización colabora con los ángeles -
-Puede decirle, a la señorita Angela, que me encuentro perfectamente, y ahora si me disculpa inspector, estaba tomando algo tranquilamente - dije.
-Se lo diré, buenas tardes - se levanto y salió del local sin decir nada más.
Este mundo tenía muchos más secretos que aún no conocía, y nadie me lo explicaba.
Ángela debería pensar que ya me había convertido en un demonio, ¿sería por la sensación? ¿Ángela lo habría notado? Esa sensación me había hecho sentir muy bien pero tenía miedo de que se volviese a repetir.
Me apetecía estar solo, como me había dicho Dana, me estaba convirtiendo en un ser solitario, este nuevo mundo me estaba consumiendo, primero fueron las pesadillas, después la ira y la maldita sensación, pero Alexa era todo lo que necesitaba, Dana me mando un mensaje en el que decía que quería disculparse por lo de la noche anterior, pero sólo me apetecía estar con mi soledad.