Los regalos en casa de Alexa, eran de mucha calidad, en la puerta se encontraba un viejo coche, con un lazo enorme. Era el mejor regalo de mi vida.
El coche era un viejo modelo, tenía la pintura algo desgastada pero era genial.
-no puedo aceptar lo - dije.
-Es un regalo, no puedes rechazarlo -
-No tengo carnet para conducir -
-ni yo, pero hace muchos años que no tengo un accidente - río Alexa.
-pero yo solo te he regalado un collar, ni siquiera tengo un regalo para tu madre o tus hermanas - dije acariciando el coche como si fuese un perro.
-El colgante es el mejor regalo que me han hecho -
En ese momento comenzó a nevar, el pelo oscuro de Alexa, se empezó a llenar de copos de nieve, aunque había estado toda la noche nevando y había una considerable capa de nieve.
Entramos y Alexa reto a sus hermanas a una batalla de bolas de nieve, yo preferí quedarme apartado viendo la rivalidad de las hermanas. Tenían mucha fuerza, ni siquiera era capaz de ver las bolas con la rapidez con las que eran lanzadas.
Mientras las hermanas "peleaban" aproveche para hablar con Dana, que aún pensaba que estaba en Madrid. Me deseaba que lo pasase bien.
El día de la fiesta llegó, para desagrado de Alexa y Kiara, me quedé en mi casa todo el día, contemplando el traje que había comprado hacia un par de días. Me vestí y tras pelear con la corbata para conseguir ponerla bien, di un rodeo para ir a ver a Dana.
Al llamar a la puerta me abrió la madre de Dana que apareció con un vestido de fiesta.
-Hola James, que elegante vas -
-Gracias, usted también va muy elegante - dije entrando.
El padre de Dana, se había peinado como si fuese Elvis Presley, llevaba un traje gris con brillantes, me tuve que aguantar la risa, cuando me ofreció la mano para saludarme.
Lo más probable es que fuesen a acudir a una fiesta de fin de año, Jessica apareció con un vestido color rosa palo y detalles en negro, bien peinada y sin ninguna prenda de cuero ni nada propio de ella.
-¿Jessica? - me reí.
-Cierra la boca, lo hago para poder ir a un concierto - dijo mirando de reojo a sus padres.
-James, Dana esta en su cuarto, vete a verla si quieres - los padres parecían no tener idea de la existencia de Alexa, pero así mejor por que siempre habían estado muy majos conmigo.
Recorrí el pasillo hasta la habitación de Dana, llamé a la puerta y entré. Dana se estaba peinando.
-Hola Dana- soltó el peine del susto. Y corrió a abrazarme.
-¿Cuando has vuelto de Madrid? -
-Ayer - mentí.
-Estupendo - Dana me miro de arriba a abajo - estás muy elegante ¿Tienes una fiesta? -
- si, y por lo que parece tu también - dije.
-si, lo organizan unos amigos de mis padres -
-bueno no quiero entretenerte, me tengo que ir - dije dándome la vuelta.
-te has vuelto un ser solitario, nunca vienes y cuando vienes solo estas unos minutos, antes pasabas horas, dejame hacerte compañía - Dana me cogió de la mano.
-lo se, pero Alexa vive lejos y tengo que ir andando -
-claro, Alexandra -
-te propongo algo, si quieres cuando termines la fiesta, puedes venir, Jessica sabe ir -
-claro, igual tardo - dijo con aire de importancia.
-no pasa nada - dije sonriendo.
-feliz año nuevo -
-feliz año nuevo, estás muy guapa Dana - dije saliendo de la habitación.
Tras felicitar a los padres de Dana y terminar de reírme de Jessica, me dirigí a casa de Alexa.
Pero justo al girar la esquina, mi diosa oscura estaba ahí.
-te gusta asustarme ¿verdad? - dije sonriendo por ver a Alexa.
-¡¿has invitado a esa mortal a la fiesta?! -
-¿como lo sabes? - pregunte extrañado.
-tengo buen oído - Alexa me había estado espiando.
-siempre que vienes es para decirme lo mismo - mis palabras salieron en un tono más serio del que quería.
- no es digna de tu presencia -
-Alexa, es fin de año, vamos a pasarlo bien -
Alexa que parecía no poder estar enfadada mucho, se acercó y posó su mano en mi hombro, sentí como si estuviese en una batidora, aparecidos en el patio de la casa de Alexa.
Alexa llevaba un vestido con capas de seda de color azul y negro, se había recogido el pelo como siempre hacia y tanto me gustaba, sus labios estaban pintados de negro. Era bellísima.
La casa estaba más brillante que nunca, adornada con muchas luces y adornos de navidad.
-las amigas de mi madre tardarán en llegar - dijo Alexa. No había nadie por la casa, al cabo de un rato bajaron Victoria y Valeria, ambas llevaban un vestido con un gran lazo en la espalda, Victoria llevaba un vestido de color morado y Valeria de color dorado que combinaba con sus cabellos.
Kiara bajo con paso lento, sin ninguna ganas de la fiesta, deslizaba lentamente sus dedos por la pared, era una imagen que me imagine lentamente y melancólica.
-Hola - dijo Kiara sentándose en el sofá, llevaba un vestido color verde, y para mi sorpresa se había puesto mechas del mismo color.
-Anímate, ya nada puede hacer cambiar de opinión a madre - dijo Alexa.
-Es un asco -
-Luego puede que venga Jessica - dije y esto pareció animar a Kiara.
En ese momento sonó el timbre, el sonido de tacón producido por Victoria y Valeria resonó como una tormenta hasta la puerta, una chica de pelo plateado entró, sus ojos eran de un azul brillante como los de Alexa, llevaba un vestido de color gris brillante.
-Esa es Isabella Blair - dijo Alexa - Trabajaba con mi hermana en el bufete de abogados en Londres.
-Es la abogada más famosa de Inglaterra, dicen que toma el té con la reina - dijo Kiara como si fuese un cotilleo.
Valeria se abrazo con Isabella, parecían muy contentas de verse.
El timbre volvió a sonar.
Una nueva figura femenina cruzó la puerta, de cabellos oscuros y ojos color café, llevaba un vestido de color verde, y un largo abrigo negro.
-Ella es Amanda Hopes, trabaja en la Casa Blanca - este dato me sorprendió.
-¿Con el presidente? - Alexa asintió.
-Es su mano derecha - dijo Kiara.
-Vuestra madre tiene amistades poderosas -
El timbre volvió a sonar y con el creció mi curiosidad.
La siguiente chica, tenía el pelo dorado como Valeria, llevaba un vestido azul turquesa.
-Ella es Emma Beaulieu, es una importante diseñadora de moda, reconocida internacionalmente.
El timbre volvió a sonar y ya sería el último.
Una figura de cabellos rojos y ojos oscuros y un vestido negro, era la más hermosa de todas las visitas que habían entrado.
-Ella es Ilsa Maier, una mujer de negocios, es capaz de convertir una empresa cualquiera en una de primera.
Victoria estuvo un rato hablando un rato en el recibidor con las invitadas, hasta que nos aviso para ir a cenar al comedor, como me temía todas las miradas estaban puestas en mi.
-Es un honor conocerte - dijo Emma con un delicado acento francés.
-Oh, es un placer - respondí.
Nos sentamos en la mesa, Kiara y Alexa estaban a mi lado ya que parecía que solo iban a hablar conmigo aquella noche, parecía que todas hablaban de mi, aunque suene muy egocéntrico.
-Me gustaría decir unas palabras - dijo Victoria levantando la copa. - En primer lugar, daros las gracias a todas por venir, también agradecer a James por darnos una razón para juntarnos, espero que esta noche sea agradable para todos - la mirada de Victoria, se fijo en Kiara y Alexa, Victoria alzó su copa al igual que todos.
La cena prosiguió, la comida y bebida eran abundantes, la conversación llenaba la sala, Alexa y Kiara me hablaron de los cotilleos de las invitadas.
Victoria trajo un líquido de color oscuro, que sus amigas comenzaron a beber.
-¿Que es ese líquido? - pregunté a Alexa.
-Es como el alcohol para los humanos - me explicó Alexa mientras se servía - es una mezcla de vuestro alcohol y sangre -
-¡¿sangre?! ¿humana? - pregunté en voz baja. Alexa asintió y parecía avergonzada.
-¿puedo probar? - pregunté.
-Para vosotros es muy fuerte... - Alexa me sirvió muy poco de aquel líquido que parecía muy poco apetecible, las amigas de Victoria me observaban con muchas atención. Lleve el vaso a los labios y bebí un sorbo, la garganta me ardía, se notaba mucho el alcohol, un calor me invadió todo el cuerpo, abrí los ojos y todas me estaba mirando.
-¿estás bien querido? - pregunto Ilsa y no parecía ser alemana.
-si... Está rico - sonreí.
-Fascinante, ningún humano podría soportar un trago - dijo Amanda con cara de sorpresa al igual que todas.
Tras esa pequeña anécdota, Victoria y sus invitadas pasaron al salón, yo salí con Alexa, gracias a la bebida no sentía el frío que hacía en el jardín.
-Van a ser las las doce - dijo Kiara desde dentro.
Alexa y yo permanecimos de pie uno enfrente del otro, en silencio.
-¡Díez segundos! - grito Kiara.
Alexa sonrió con la voz de su hermana, de repente unos sonidos de gritos, confeti y risas llego desde el interior.
-Feliz año nuevo, Alexa -
-Feliz año nuevo, James - Alexa me besó, permanecimos abrazados, moviéndonos despacio como si fuese un baile lente.
El calor y el perfume de Alexa era como un poderoso sedante.
Se empezó a escuchar música desde el interior de la casa, pero no importaba ya que no había vecinos a los que poder molestar. Alexa y yo entramos, buscando a Kiara, que nos sirvió algo de beber, el aburrimiento hizo estragos en las hermanas provocando que bebieran más de la cuenta, lo que era divertido verlas bailar sin control.
El reloj dio las tres, cuando llamaron tímidamente a la puerta, y parecía que yo era el único que podía ir hasta la puerta por sus propios medios. Al abrir ahí estaba Dana.
-¡Dana! Has venido - dije.
-claro, ¿porque no iba a venir? Y perdona por las horas - conocía a Dana y lo más probable es que terminase y hubiese estado haciendo tiempo.
-A lo mejor tenías sueño, o alguna otra razón - reí.
Alexa seguía bailando por todo el salón, lo que me permitiría poder hablar con Dana tranquilamente.
-¿Quieres tomar algo? -
-si, lo que tomes tú - dijo Dana quitándose su chaqueta de cuero.
Llevaba un vestido rojo con detalles plateados, su pelo eran bucles castaños, se había pintado los labios de color rojo, sus ojos eran más verdes de lo que yo recordaba.
Todas las invitadas estaban bailando en el salón y el recibidor así que lleve a Dana al comedor.
-Espero no haberte interrumpido nada con Alexa - dijo bebiendo.
-No tranquila - me quite la corbata que me apretaba - te queda muy bien el vestido -
-¿Te gusta? -
-Si, pero me gustan más tus sudaderas - reí.
-Tú estás mejor con traje - dijo en tono serio.
Dana y yo permanecimos en silencio, bebiendo de nuestros vasos, con la música como único ruido.
-me gusta mucho quedar contigo, y no me estoy volviendo solitario como dices tú -
Dana se quedó un momento en silencio.
-Entiendo que tengas... Novia y que quedes con ella, pero yo soy tu amiga y me apetece verte - parecía triste.
-Te prometí que quedaríamos más, mira me han regalado un coche... -
-¡¿te han regalado un coche?! - asentí sonriendo - pero si no tienes la mayoría de edad -
-dentro de poco tendré dieciocho años, y de momento es cuestión de ir con cuidado - dije.
-Que regalos te hacen - el tono de Dana era de rabia.
-Así que si te apatece un día nos podemos ir de "viaje" - esto alegró a Dana.
-¿Interrumpo algo? - la voz de Alexa sonó por encima de la música.
-No, solo estábamos hablando - dije.
-Será mejor que me vaya... - Dana se levantó.
-No, tranquila... Puedes quedarte - estás palabras le costaron a Alexa.
-Voy a por algo de beber - dije, dejando a dos bestias juntas.
Al regresar al comedor, Dana y Alexa estaban sentadas jugando con sus vasos, me senté enfrente de ellas, reino el silencio.
-Alexandra, me a ofrecido quedarme a dormir para no tener que volver sola a casa, y así poder disfrutar más de la fiesta - esto me sorprendió de Alexa.
-Es peligroso, aunque hace mucho que esos misteriosos ataques cesaron - dijo Alexa mirándome.
- Y tú... ¿Que has decidido? - pregunte a Dana.
-Que es un detalle, y si a sus padres no le importa.
-Iré a preguntar a mi madre - Alexa se levanto y no podía andar recto, lo que me hizo sonreír, Dana me miró fijamente, parecía estar mareada, aún así seguía bebiendo, sin decir nada, solo me miraba fijamente, parecía tener un pensamiento en la cabeza ¿cual sería? Me daba miedo imaginarlo.
La fiesta se prolongó hasta el amanecer, me despedí de las amigas de Victoria que parecían llenas de energía.
Regresé al piso de arriba, Alexa me esperaba sentada al final de las escaleras.
-ojalá tuvieras la sensación del metro con Dana - dijo Alexa en tono serio.
-tengo sueño Alexa -
-James... Bésame - dijo con tono dulce. La besé.
-es solo una amiga - dije.
Me dirigí a la habitación, baje las persianas, intente esperar a Alexa, pero me quedé dormido.
La puerta se abrió, y note como alguien se deslizaba entre las sábanas.
-Pensé que no ibas a venir - no recibí respuesta de Alexa solo un beso, se prolongó largo rato. Hasta que el sueño me venció.
Me desperté bien entrada la tarde, la habitación estaba oscura todavía, la figura dormía, notaba su respiración, encendí una lámpara para ver a mi diosa oscura, pero en su lugar estaba Dana.
¡Que demonios estaba haciendo Dana Aquí!.
-¿Dana? - se giró y siguió durmiendo. -Dana despierta-
-Que ocurre... - Dana se quedó sorprendida.
-¿Que haces aquí? -
-Pensé que yo dormía aquí - dijo con voz suave, como si aún durmiera.
-Al entrar, me besaste -
-Yo no... ¿si? No lo recuerdo - Sabía cuando Dana mentía y ahora no lo hacía, era resultado de la bebida. Alexa me mataría se se entera de esto - lo siento, bebí demasiado... Y no pensaba con claridad -
-tranquila - dije.
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¿Tienes Miedo A La Muerte?
Ficção AdolescenteEn ocasiones un perfume es más peligroso que el veneno. ¿Tienes Miedo A La Muerte? Tengo miedo a vivir sin ti.