Sally

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No me podía creer qué hacía Adam en mi cuarto, si ya no podía aguantar verlo en el salón, en este momento estaba apunto de gritarle pero no lo hice por Annie así que le pedí una respuesta.

—Annie me dijo que instalara mis cosas pero ya veo que me equivoqué de habitación —Dijo y salió rápido de mi cuarto.

Eso me pareció un poco sospechoso pero, tratándose de Annie seguro que él está tan loco como ella... Aún así, mientras Adam viva aquí siempre estaré en guardia porque ni yo ni mi amiga sabemos realmente quien es.

Suspire y agarré mi monedero.

Bajé las escaleras y me encontré a Sally sentada mientras observaba mi casa, se veía felíz y sin problemas, me encantaría volver a ser pequeña, cuando jugaba con Annie y ella no se interesaba en chicos.

—Ya podemos irnos —Avisé.

Sally me miró y se levantó, me dio la mano y nos dirigimos a la cafetería que estaba cerca del parque, al llegar nos sentamos cerca de la entrada e hicimos nuestros pedidos, Sally pidió un helado y yo un café.

La pequeña se quedó mirando el lugar con asombro, parece que nunca ha estado en un sitio como este.

—¡Que bonito es! —Exclamó con alegría.

—¿Nunca has entrado aquí? —Pregunté.

—La verdad es que nunca he entrado en una cafetería —Confesó.

Mis dudas eran ciertas, iba a preguntarle el por qué pero Sally cambió de tema.

—Tu casa es muy bonita —Dijo la pequeña sonriendo mientras balanceaba sus piernas.

—¡Gracias! —Agradecí.

—La mía es de madera, es más grande porque hay más personas viviendo —Me explicó.

—Así que sois una familia numerosa.

Sally asintió.

Miré por la ventana, pronto iba a oscurecer.

—¿A que hora tienes que estar en tu casa? —Pregunté a Sally.

—Mi padre dice que tengo que estar siempre antes de anochecer —Explicó.

—¿Y por qué él no estaba contigo en el parque? —Pregunté.

—Porque... —Se empezó a reír —Me he escapado.

¿¡Qué!? Si sus padres me ven con ella no sé que pensarán... Tengo que llevarla lo antes posible a su casa.

—Eso no se hace, Sally, cuando te tomes el helado te llevaré a tu casa —Ordené.

Sally me miró con expresión triste.

—Pero me lo estoy pasando muy bien contigo —Confesó.

—¿Y tus hermanos? ¿Ellos no pueden jugar contigo? —Pregunté.

—A ellos solo le interesan matar...el tiempo haciendo cualquier cosa —Me dijo pero no la entendí.

—¿Como qué? —Quise saber.

—Eh pues... —Se puso nerviosa —Jugar a videojuegos, mirarse al espejo y todo eso que hacen los adolescentes —Me dijo un poco insegura.

...

Cuando ella se había terminado su helado y yo mi café pagué y después propuse llevarla a su casa.

—¿Está lejos tu casa, Sally? —Pregunté.

—Un poco, hay que pasar por el bosque que está cerca del parque —Me explicó, pero recordé al chico encapuchado y sentí miedo.

—¿No se puede ir por otro camino? —Sugerí.

—Lo siento, solo ese es el único —Me explicó.

Cuando nos adentramos al bosque escuchaba pisadas y sonidos, cada vez que esto pasaba me asustaba y Sally se reía de mí, después de minutos andando la pequeña hizo una especie de círculo en el aire y seguimos nuestro camino, no sabía por qué lo hizo, me extrañó un poco.

A lo lejos ví una cabaña y Sally la señaló.

—¡Esa es mi casa! —Exclamó.

—Vaya, tenías razón, es muy grande —Me asombré.

Sally entró, yo iba a hacer lo mismo pero ella no me dejó.

—Espera aquí un momento por favor —Dijo la pequeña.

—De acuerdo —Asentí.

A los pocos segundos vino Sally con algo en la mano y me lo dio, era una piedra muy bonita.

—Es para ti, es un amuleto de la suerte —Explicó.

—Oh, muchas gracias —Agradecí.

—¿Vendrás mañana al parque? —Preguntó.

—Voy todos los días —Respondí y Sonreí, ella hizo lo mismo.

—Sally, ¿Qué haces fuera? Entra ya —Llamaron a Sally desde adentro de la cabaña.

—¡Ya voy! —Exclamó —Me tengo que ir ya, Gem, hasta mañana —Me besó la mejilla.

—Hasta mañana —Me despedí y la miré con ternura.

Después de despedirnos estaba saliendo del bosque para dirigirme a mi casa, miré hacia a cabaña pero ya no había nada, me extrañé mucho, tal vez los árboles la taparon, pensé. De un momento a otro sentí que alguien me vigilaba y ese sentimiento seguía hasta que llegué a mi casa. Seguro son imaginaciones mías, cuando entré las luces estaban apagadas y me extrañe, tal vez Annie y Adam hayan salido.

Como ya se acercaba la hora de cenar me preparé algo para comer y me dormí pronto porque mañana empezaba la universidad.

Hoodie's PoV

Estaba dando una vuelta por el bosque cuando veo a Sally con alguien de la mano dirigiéndose a la cabaña, me extrañé a sí que me escondí en los árboles para poder ver quién era.

Tras unos segundos observando por fín se pudo ver con certeza su rostro ¡Era la chica que me vigilaba! ¿Puede tener ella eso que nos robaron ayer? Ahora estaba más seguro ¿Qué hacía con Sally? Será mejor que la siga para ver dónde vive y buscar en su casa eso.

Después de seguirla por fin estaba a punto de saber dónde vivía pero noté unos zumbidos en mi cabeza luego de una voz 《Tienes que llegar ya a la cabaña, la policía está dando vueltas por el pueblo y no queremos un problema más, ven rápido》Era Slenderman comunicándose telepáticamente conmigo, luego de eso escuché las sirenas de la policía y maldije por dentro ¡Estaba apunto de adivinar su casa! Antes de que Slenderman se enfadara conmigo salí corriendo para la cabaña.

☆☆☆☆☆

Este capítulo ha sido un poco más corto que los demás pero el siguiente será más largo.

Subo capítulo cada dos días.

Encapuchado『Hoodie』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora