Un nuevo amigo

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El chico y yo nos quedamos mirando a Hoodie.

—Una criatura rara me persigue... Por cierto, ¿Por qué llevas un pasamontañas encima? —Pregunta aquél chico.

—Eso no te debe de importar. ¿Por qué te persigue esa criatura? —Preguntó Hoodie.

—¿Crees que lo sé? Iba dando una vuelta por el bosque, y de repente siento algo que me persigue, al darme la vuelta vi una criatura muy rara y salí corriendo hasta que encontré esta cabaña —Se explicó.

—¿Cómo te llamas? —Pregunté.

—Me llamo Yerik —Respondió.

—Está bien, ya te puedes ir —Dijo Hoodie.

—¿Cómo? —Preguntó Yerik asustado.

—Hoodie, no seas tan malo, es muy tarde para que el chico salga al bosque e ir a su casa sabiendo que le persigue una criatura —Dije.

—Entonces deberíamos avisar a Slenderman de esto. No se puede quedar nadie por la cara aquí —Dijo Hoodie.

—Pero no vamos a despertar a Slenderman ahora, mejor escondámoslo hasta mañana —Dije yo.

—¿Y dónde lo vamos a esconder? —Preguntó Hoodie.

—En nuestra habitación —Dije yo.

—¡De ninguna manera! —Exclamó Hoodie.

—No seas tan aguafiestas, solo será por una noche —Respondí yo.

—Está bien, pero dormirá en el suelo —Dijo el y se fue.

Le dije a Yerik que me siguiese y llegamos a nuestro cuarto. Le dimos unas sábanas y se tumbó en el suelo.

—¿Estás cómodo? —Pregunté.

—No es como una cama, pero almenos es algo —Respondió.

El chico se veía que era Alemán, pero sin embargo su nombre era Ruso. Quizás alguno de su familia era ruso.

A la mañana siguiente, me levanté y observé a Yerik que aún seguía durmiendo.

Debería de despertarlo y explicarle a Slenderman.

—¿Aún no se ha despertado? —Preguntó Hoodie.

—Aún no, pero deberíamos despertarlo lo antes posible —Respondí.

—Entonces hagámoslo —Dijo Hoodie que se acercó a él y le dio patadas suaves en el estómago.

—Hoodie, eso no es forma de despertar a nadie, podías tener más modales —Dije.

—Él es el invitado —Advirtió Hoodie.

Yerik se despertó, al principio se asustó pero después recordó lo que pasó.

—Hola —Saludó.

—Vamos, levántate, tenemos que ir al cuarto de Slenderman lo antes posible —Respondí y tiré de él hasta que llegamos a su cuarto.

Llamamos y Slenderman nos dijo que pasáramos.

—Slenderman, tenemos un problema —Dijo Hoodie mostrando al chico.

—¿Quién es él? —Preguntó.

—Es Yerik, le perseguía una criatura por la noche y llegó aquí para estar seguro —Dije yo.

Observé al chico y se veía pálido, no se movía y tenía la boca abierta.

—¿Que... Eres.. tú? —Preguntó hacia Slenderman.

—Solo debes saber que me llamo Slenderman, no debes saber nada más —Dijo él.

—Entonces, ¿Es seguro que se vaya ahora? —Pregunté.

—No lo sé, debería inspeccionar el bosque. De todas formas debería hablar con él antes, ¿Podríais dejarnos solos? —Preguntó Slenderman.

—Vamos Hoodie —Le dije a Hoodie mientras le agarraba la mano para salir de ahí y éste dio un respingo en cuanto hice contacto con él.

—Ese Yerik no me cae muy bien —Dijo Hoodie.

—¿Por qué dices eso? —Pregunté.

—No sé, tiene pinta de creído —Dijo él y se fue.

Más tarde Slenderman vino y nos dijo que se quedaría unos días con nosotros, porque quería revisar el bosque antes de que Yerik se fuera. Slenderman explicó que si esa criatura lo estaba siguiendo y estuviera esperando fuera a por el, podría saber donde vivimos y sería peor.

Estaba viendo la televisión junto con Masky y Hoodie, una película de miedo y asesinato, para variar, cuando viene Yerik y se pone a mi lado.

—¿De qué es la película? —Preguntó el chico.

—Es de asesinato —Dijo Hoodie seco.

A lo que Masky y yo observamos a Hoodie desconcertados.

—Trata sobre un chico que quiere matar a una mujer, porque sabe un secreto que no debería de saber —Le expliqué.

Él sonrió.

—¿Eres de aquí? —Preguntó.

—¿Te refieres a Alemania?

—Claro.

—No, yo vine para estudiar aquí —Respondí.

—¿En qué zona?

—En la mejor universidad de Alemania —Le respondí acordándome de cuando la decidí junto con mi amiga.

—Vaya, entonces debes de ser muy lista —Respondió.

Hoodie se rió.

—Soy lista —Respondí y le empujé a Hoodie.

—¿Cómo es que no te he visto por aquí? ¿Vas todas las mañanas a la universidad?

—Pasaron cosas que no quiero recordar —Respondí triste, Hoodie me miró.

—Me hubiera gustado conocerte de hace tiempo. Eres genial —Respondió.

Hoodie gruñó.

—Gracias.

—Al parecer nadie está viendo la película, será mejor que la quite —Respondió Hoodie malhumorado.

—Lo siento —Dijo Yerik.

—Yo la estaba viendo —Dijo Masky.

Yerik miró a Masky.

—¿Me puedes dejar tu máscara? —Preguntó Yerik a él.

—No, no creo que te quede tan bien como a mí —Respondio.

—Tienes razón, ¿Y tú, me dejas tu pasamontañas? —Preguntó a Hoodie.

Hoodie observó a Yerik por un largo tiempo.

—Yo jamás te dejaré nada mío —Respondió seco.

—¿Siempre eres tan amargado? —Preguntó.

Hoodie se levantó.

Masky y yo nos miramos.

—Amargado le vas a decir a tu puta madre —Respondió mientras se acercaba a él con ira.

Me levanté.

—Tampoco te lo he dicho en serio —Dijo Yerik relajado.

—Hoodie, vamos a hacer la cena, ven conmigo —Respondí mientras tiraba de él.

Una vez en la cocina cuando estábamos solos le comencé a hablar.

—¿Qué tenías pensado hacer? —Pregunté.

—Nada, solo quería meterle miedo —Se quejó.

—Deja de ser así almenos hasta que se vaya —Respondí.

—No sé si podré —Respondio.

—Almenos por mí —Dije haciendo un puchero.

Hoodie bufó.

—Vale —Respondió y le abracé.

Encapuchado『Hoodie』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora