Encapuchado『Hoodie』

Normas

Yerik intentó asestarle otro puñetazo en la cara pero no llegó a darle, sin embargo si pudo darle otro en el estómago, Hoodie se lo devolvió.

Yo no quise mirar más y fui corriendo a llamar a Slenderman.

—¡Slenderman! ¡Hoodie y Yerik están peleándose en la cocina! —Le llamé y Slenderman se fue para allá.

...

—Me parece algo realmente inmaduro, ¿Con las edades que tenéis creéis que es normal que os pegues como críos? —Preguntó Slenderman.

Estábamos en el salón, Hoodie, Yerik, Slenderman y yo.

—Empezó él —Dijo Yerik señalando a Hoodie.

—¡Empezaste tú haciendo cosas que no debías! —Exclamó.

Me llevé la mano a la cara.

—¡Suficiente! —Exclamó Slenderman mientras se levantaba —U os lleváis bien u os saco de la cabaña para siempre.

Hoodie se levantó enfurecido y salió de allí, yo le seguí.

...

Estábamos caminando por el bosque un largo tiempo, Hoodie no decía nada, sin embargo yo tampoco hacía nada para hablarle. Sabía que quería estar callado.

—Almenos él se irá pronto —Dije para animarlo.

—Eso no me importa, lo que me importa es que aunque se quede dos o tres días más va a estar todo el tiempo a tu lado —Dijo malhumorado.

¿Cómo hago para empeorar la situación siempre?

Le puse una mano en su hombro.

—Tranquilo, me acerco también a Ben, Jeff, eyeless, Jason... ¿Por qué solo reaccionas cuando es con Yerik?

—Porque es obvio que siente algo por tí —Respondió.

¿Qué? ¿Yerik siente algo por mí?

Ese comentario hizo que mis ganas de reír saliesen.

—¿Yerik? ¿Algo por mí? —Dije mientras seguía riendo.

—Si, no te rías —Dijo él.

—Lo siento, es que me parece muy poco creíble —Dije mientras me sobaba el estómago, de tan doloroso que lo tenía por tanto reír.

—¿Por qué? Eres guapa, inteligente cuando quiere, simpática, asombrosa... Es fácil que alguien se enamorase de tí —Respondió y me quedé muda.

De repente Hoodie comenzó a caminar más rápido y cuando me doy cuenta casi lo pierdo de vista.

Voy corriendo hasta quedar en su lugar.

De repente me sentía feliz, Hoodie no era una persona de dar cumplidos, ni siquiera uno, así que, que me dijera todo eso me había dejado totalmente anonadada.

—¿Piensas eso de mí? ¿De verdad? —dije sonriendo.

Sin embargo Hoodie no respondía.

—Di algo —Dije.

—No voy a responder a eso —Dijo con las manos metidas en los bolsillos de los pantalones mientras seguía caminando.

De repente escuchamos un sonido demasiado raro, era de un animal, pero no podría descifrar de cual.

—Hoodie, ¿Qué es ese sonido? —Pregunté.

—Será mejor que nos demos prisa y lleguemos a la cabaña —Dijo mientras me acercaba más a él.