Encapuchado『Hoodie』

incógnita

Después de que Hoodie me sacara de su habitación, triste, fui a la habitación de Jane.

Entré sin llamar, Jane se estaba vistiendo, me miró enfadada pero al ver mi semblante cambió su expresión por una de preocupación.

-¿Qué ocurre, Gem?

-Esta madrugada estuve persiguiendo a Hoodie y tuve un percance -Le enseñé mi brazo tapado con la tela que Hoodie me puso alrededor y Jane puso cara de estupefacción -Un... ¿Payaso? Me atacó pero Hoodie me ayudó y bueno, creo que acabó con el, no sé realmente qué pasó porque me desmayé. Cuando desperté, Hoodie estaba tumbado a mi lado y mi herida ya no sangraba. Él me la había curado. Pensé que quizás ya no me odiara tanto como antes pero, me equivoqué. Porque cuando Hoodie se despertó me regañó por haber salido sola...

-¡Se preocupó por ti! -Exclamó emocionada mi amiga.

-¡No! Me dijo que no era por eso y además, si nos viste en su cuarto era porque trepamos el árbol que estaba cerca de su ventana. Me asusté y caí junto a él en su cama.

-¡Excusas! -Me interrumpió.

-¡Te estoy diciendo la verdad! Y por favor, no me interrumpas más... -Proseguí -Entonces, cuando nos pillásteis, Hoodie se enfadó conmigo porque supuestamente yo siempre le metía en líos así que me dijo que me alejara de él para siempre. ¡Esa es la respuesta! ¡Eso era lo que le pasaba conmigo! Se alejaba de mí por eso mismo ¿Por qué no me di cuenta antes?

-¿Estás segura que es por eso? -Preguntó Jane.

-Segurísima -Respondí triste.

Jane me miró pensativa.

-Pero, no entiendo una cosa... ¿Por qué te afecta tanto lo que piense Hoodie de ti?

Esa pregunta me había pillado por sorpresa. Y tenía razón ¿Por qué me afectaba tanto? Si sólo es una persona más, una persona malhumorada las veinticuatro horas del día, más que nada conmigo y que se relacionaba poco o casi nada con los demás.

-Pues, si te digo la verdad, ni yo lo sé.

...

Eran las cinco de la tarde y ni Toby ni Hoodie han aparecido por el salón. De Hoodie me hacía una idea del por qué pero de Toby, no. Fui hasta su cuarto, el cual también era mio. Entré sin llamar y me encontré a Toby aún durmiendo. ¿Qué le ocurría?

Me acerqué a él y lo llamé mientras lo zarandeaba. Pronto, abrió los ojos y se sorprendió al verme ahí. No llevaba sus googles puestas ni su bozal.

-¿Qué ocurre? -Preguntó.

-Eso te lo tengo que preguntar yo a ti. ¿Qué te ocurre?

-A mí na-nada. ¿Por qué lo preguntas?

-Es obvio. Son las cinco de la tarde y ni para comer has aparecido -Respondí preocupada.

-Hmmm... ¿Y por qué te preocupas por mí? ¿No deberías pasar el tiempo con tu novio? -Preguntó desinteresado.

¿Mi novio? ¿De qué hablaba?

-Toby... No sé de qué me hablas, yo no tengo novio -Respondí desconcertada.

-¿No? ¿Y qué me dices de Hoodie?

¿¡Hoodie!? ¿Mi novio? ¡Ni en un millón de años!

-¡No sé de dónde has sacado esa idea tan absurda! ¿Yo... Con Hoodie? -Respondí molesta.

Toby se veía ahora desconcertado.

-Y... Entonces, ¿Qué hacías en su cuarto esta mañana? -Quiso saber.