Noche Rara y extraño sujeto

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Para matar el tiempo empecé a ver la TV pero después de 20 minutos haciendo zapping sólo encontré una película de miedo sobre una chica que está sola en su casa y un asesino la vigila pero ella no lo sabe. ¡Vaya! Justo mi situación... Bueno, menos lo del asesino vigilándome, creo.

De repente se escucha un sonido en mi cuarto.

¡Mierda! Este será mi fin, ¡Se han dado cuenta que estoy sola...

Respira Gem, coge una sartén, como en las películas y ve con sigilo hasta tu cuarto pero nunca preguntes "¿Hay alguien?" porque no te van a responder.

Y eso hice, estaba subiendo las escaleras y escucho ruido de papeles.

¿Qué estarán haciendo con ellos?

Con una mano abría la puerta mientras que con la otra sostenía la sartén muy fuerte.

Mi corazón iba muy rápido.

Entro por fin y veo a un... ¿Gato? ¡Y está rompiendo mis libretas del instituto!

—¡Eh gato! ¡¿Qué cojones estás haciendo!? Suelta eso.

Nada más que el gato me ve, salta por la ventana tan rápido como un ninja.

Recojo mi libreta ya rota, y la pongo en mi mesita de noche.

Debería dejar de ver aquella película.

Llegué al salón y apagué la TV.

¿Y ahora qué hago?

¡Annie, ¿Por qué me has abandonado por ese chico?! Con lo bien que estábamos las dos solteras, viendo películas en el sofá hasta quedarnos dormida...

En fin, tendré que dormir esta vez sola.

Llegué a mi cuarto y cerré la ventana, no quería visitas sorpresa, me tiré en mi cama y me quedé pensando...

...

Abro los ojos por un ruido que provenía de abajo.

¿Cuándo me quedé dormida?

"Shhh" no hagas ruido. —Se escucharon unas risas.

¡¿Y mi sartén!? ¡Mierda! ¿Por qué la llevé abajo?

Pongo un pie en el frío suelo de mi habitación justo cuando siento que alguien sube las escaleras, pero no parecía solo una persona, sino dos... O quizá más.

¡Dios mío! ¡Este es mi fin!

Abro la puerta de mi habitación y me encuentro a dos... ¡A dos personas! Pero eran Annie y su amiguito.

—¡Gem! ¿Te hemos despertado?—Me preguntó mi amiga.

—No, que va. No podía dormir. —Contesté.

—Ah, bueno... Adam va a pasar aquí la noche. No te importa, ¿No?

—Que va. Mientras no moleste...

—¡Gracias Gem! -Dijo mientras me abrazaba.

—Ya me lo deberás. —Dije mientras correspondía a su abrazo.

—No vas a cambiar nunca ¿Eh?

—¿Por qué iba a hacerlo? —Dije mientras bostezaba.

—Anda ve a dormir.

—Buenas noches, Annie.

—Buenas noches, Gem. —Me sonrió.

Me está empezando a caer mal ese tal Adam.

Me tiré en mi cama de nuevo y esta vez sí me quedé dormida.

Los putos rayos del sol que entraban por mi ventana hicieron herir mis ojos por lo que no quedaba más remedio que abrirlos, me estiré y salí de mi cómoda cama para dirigirme a desayunar, no antes de hacer mis necesidades.

Bajaba por las escaleras y ya llegaba el olor a tostadas.

Mmmm que hambre.

—Buenos días Annie. —Saludé.

—¡Buenos días! ¿Cómo has dormido?

—Bien, supongo, no heché mucha cuenta. ¿Y tú? Parece que mejor que yo... Y que sí hechaste mucha cuenta. —La miré pícara.

—No hicimos nada de eso, Gem, bórralo de tu cabeza.

—Ya, ya... Por cierto, ¿Y Adam? —Dije mirando hacia los lados.

—Se fue, le llamaron del trabajo. Era urgente.

—¿Trabaja? ¿Qué edad tiene?

—Sí. Tiene 25 años. —Respondió como si nada.

—¿25? ¡Te lleva siete años! —Grité.

—¿Y?

—Es muy mayor...

—Que va, además, me gusta. ¿Acaso es malo? —Me miró fijamente.

—No, no, que va... Pero no sabía que te gustaban tan... Mayores.

—Y no me gustan, pero él es la excepción. —Sonrió.

—Bueno, si eres feliz, yo también.

—Gracias Gem. -Me abrazó.

—Sí, sí... -Me deshice de su abrazo.

Después de desayunar me vestí para correr, como hacía todas las mañanas.

Cuando ya estaba cansada estiré mis músculos y me senté en un banco. Me parecía raro que no hubiera nadie a estas horas, porque siempre que venía a estas horas, estaba lleno de gente.

En un momento me sentí observada pero miré a mi alrededor y vi a un chico con una capucha amarilla dirigiéndose a aquel bosque pegado al parque.

Como mi barriga comenzó a rugir, me levanté de aquel banco y me encaminé a mi casa.

Encapuchado『Hoodie』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora