Sorpresa nocturna

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Me encontraba en el sofá, aburrida, mirando a la nada. De repente se escucha una puerta abrirse y ví a Toby entrando al cuarto de baño, recordé lo de anoche. Él dijo, cuando estábamos en el tejado, que siempre solía ir allí cuando se sentía triste pero... Eso significaba que estaba triste. ¿Cómo no me percaté de eso antes? ¿Por qué estaría triste? Tengo que preguntárselo. Justo en ese momento salió del baño.

—¡Toby! —Exclamé y él me miró. No llevaba sus googles —Ven, siéntate aquí —Dije palmeando el sofá.

Él hizo lo que le dije.

—¿Qué ocurre?

—Ayer me dijiste que siempre ibas al tejado cuando estabas triste... Y ayer fuiste. ¿Por qué estabas triste? —Quise saber.

—Yo... Por qué... —Se arrascó el cuello —Porque estaba pensando en Hoodie, ¿Sabes? Me preocupa saber que le pasa algo y que no le pueda ayudar...

—Hmmm... Ya veo... ¿Quieres que averiguemos qué le pasa? —Pregunté.

Él abrió los ojos al máximo.

—¿¡Qué!? —Preguntó exaltado pero luego se calmó —Quiero decir... Será mejor que no lo hagamos. Conozco a Hoodie lo suficiente como para saber que si tiene un problema, es mejor no molestarlo porque sería peor.

Yo miré hacia abajo, entristecida.

—Es que... Yo... Quiero ayudarlo. ¿Sabes por qué? Porque yo escuché que era por mí pero yo no sé qué le he hecho, además, eso ya te lo dije ayer... Así que debes de recordarlo. Podemos... Investigar sin que él lo sepa, bueno, eso es obvio, no lo tiene que saber —Me reí —Pero... De verdad que me gustaría saber qué pasa ¿A ti no?

Toby tenía una mirada triste y decaída.

—A mí... No. Reconozco que me preocupa pero yo sé que no es lo mejor... Si él se entera de que estamos investigando...

—¡Pero no seas tan negativo! Tal vez él no se entere ¿Qué me dices? ¿Me ayudas? No te vas a...

—Haz lo que quieras, Gem, pero yo no te voy a ayudar —Me interrumpió y se fue.

Que raro... Tampoco es para ponerse así.

...

A la tarde me fui con Jane a dar un paseo por el bosque, quería hablar con ella sobre Hoodie y saber su punto de vista sobre esto.

—Bueno, Gem. Cuéntame qué te pasa.

Le conté todo, sin escaparme ningún detalle, al terminar Jane se veía pensativa.

—Hmmm... Pues la verdad es que todo esto es muy sospechoso... Vayamos por partes. Quiere evitarte por una razón que desconocemos... Y eso fue desde que te agarró cuando te caíste... Sólo se me ocurre que... No se me ocurre nada, será mejor investigar —Dijo Jane, rendida.

—¡Eso mismo le dije a Toby!

—¿Y qué te dijo él? —Preguntó interesada.

—Pues... No quiso saber nada sobre eso, no quiso ayudarme y, su mirada era... Triste cuando me lo dijo...

—¿Triste?

—Sí, tal vez esté así porque está muy preocupado por Hoodie... Al menos eso fue lo que me dijo.

—Pues ¿Sabes qué? Yo creo que hay algo más y lo vamos a adivinar.

....

Cuando la noche comenzó a aparecer por el bosque, Jane y yo decidimos irnos. Al llegar, cenamos y cuando el reloj pasaban las doce de la noche, todos decidieron ir a dormir, excepto yo.

No dejaba de darle vueltas al tema, no sabía que ocurría pero, de una cosa estaba segura; lo iba a adivinar cueste lo que cueste.

Sobre las dos de la mañana, se encendió la luz de las escaleras, pude ver las botas de Hoodie bajando por éstas así que me escondí para observarlo, tal vez encuentre alguna pista si lo espío.

Cuando ya se encontraba en el salón, se fue a la cocina, escuché un cajón abrirse y sacar algo de éste, volvió, miró hacia un lado y hacia otro, como si se quisiera percatar de que no hubiera nadie aquí, observándole y se fue por la puerta.

Mi curiosidad era muy grande así que le seguí, como muchas veces había hecho ya.

La noche era fría y hacía mucha niebla pero ninguna de las dos cosas me hizo parar y además la niebla era un punto a mi favor, gracias a ella era más difícil que él me encontrara.

Pude divisar esa característica capucha amarilla desde lejos así que me guié por ella.

...

Llevaba como una hora persiguiéndolo pero no hablaba, no me daba ninguna pista, sólo daba patadas a, supongo, piedras... ¿Enserio me había arriesgado a caminar "sola" por el bosque a altas horas de la noche sólo para... Nada?

De repente escuché un ruido cerca mío. ¿Sería Slenderman? ¡Espero que no! No quiero que me castigue...

—¿Qué tenemos por aquí?... ¿Qué hace una humana tan sola por este bosque tan peligroso?

¿Qué hacía imitando a La caperucita roja?

Me giré y me asusté.

Un ser de casi dos metros, todo el era de blanco y negro con... ¿Plumas? por los hombros y parecía como una especie de payaso. Un payaso realmente aterrador.

—Parece que te has quedado muda. ¿O lo eres? Bueno, no me lo digas, déjame comprobarlo —Dijo y se acercó a mí, me arañó el brazo y ahora éste se encontraba sangrando. Al sentir el dolor y la sangre grité lo máximo que pude.

Hoodie's PoV

Estaba en mi cuarto, no podía dormir. Pensaba en Gem y algo dentro de mí se removía. No quería aceptar que era amor ¡Porque no lo era! Y me repetía esa misma frase en mi mente pero aún así no podía conciliar el sueño así que decidí dar una vuelta por el bosque sin que nadie se enterase.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, como no tenía pistola, tomaría un cuchillo. Porque no puedo salir sin algo con lo que defenderme a estas horas y por el bosque, cualquier enemigo puede estar acechando.

Antes de abrir la puerta miré hacia mis dos lados para asegurarme de que nadie me estuviera viendo. Cuando me aseguré salí.

Hoy hacía mucho frío y mucha niebla. Era perfecto para que nadie me viera, pero el inconveniente es que yo tampoco podría ver a ellos.

Estaba caminando, me sentía observando de alguna forma así que activé todos mis sentidos, cuando pasó un rato escucho un grito femenino que venía de alguna zona cercana de donde me encontraba. ¿Quién saldría por aquí a estas horas?

•••••

Subo capítulo cada dos días.

Encapuchado『Hoodie』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora