Cuidados

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Tomoe dirigió su mirada hacia la taza de té que yacía sobre la bandeja y dejo la media lágrima que yacía en su mano. Después se puso de pie. Se acercó al cuerpo de tn y lo tomó en ambas manos. Con una mano la tomó de la espalda y con otra de las piernas para lograr que tomará una posición herguida apoyándose en el espaldar de la cama dejando la mitad de su cuerpo expuesto.

Tomoe había olvidado que tn no llevaba nada puesto por lo que se alejo de la cama hasta llegar a uno de los baúles de su habitación.

Dentro de el se encontraban únicamente quimonos y ropa de mujer. Tomoe tomó uno al azar, cerró el baúl y regresó junto a tn. El quimono que había sacado era para dormir. Su color era blanco y solo era avivado por algunos detalles dorados en sus mangas. Sin embargo estaba echo de la mejor tela.

Tomoe vistió a tn sin dificultad y después tn empezó a retomar un poco de conciencia. Habrío un poco los ojos pero luego los volvió a cerrar.

Tn pensando: ¿Qué me pasa? Mis parados se sienten muy pesados. No puedo mantener mis ojos habiertos.... - Aun así pudo ver momentáneamente que Tomoe estaba a su lado-

Tomoe sabía que ya había despertado pero que se encontraba débil.

Tomoe: abre la boca. - Dijo tomando la barbilla de tn-

Tn la habrío lentamente con la ayuda de Tomoe, quien después le ayudo a tragarse la lágrima con el té.

Tomoe: Trágala.

Después de que tn logró tomar la medicina Tomoe se relajo. Ahora tn solo tenia que descansar y si era posible dormir. De esa manera cuando se despertase ya estaría bien.

Tomoe decidió que ya había hablado demasiado. Además ahora estaba tranquilo por lo que solo coloco una de sus manos en la mejilla de tn. Después la acomodo nuevamente en la cama para que descansace con comodidad.

Tomoe pensando: descansa. Tienes mi permiso.

Y como si Tn pudiera adivinar lo que el demonio estaba pensando respondió con apenas voz.

Tn: si.. Amo.

Con esas palabras tn cerró sus ojos y se dispuso a descansar hasta que en segundos se quedo dormida.

Tomoe salio de la habitación y encargo a uno de sus sirvientes que este pendiente de su habitación.

Tomoe: encargate de la niña.
Sirviente: -asiendo una reverencia- si señor.
Tomoe: si algo le pasa... -Dijo en tono sumamente gélido- te haré responsable.

Al terminar su frase Tomoe paso de largo sin siquiera mirar al guardia. Después de unos pasos se elevó en su fuego mágico y se fue del palacio.

Por otra parte la cara del sirviente era un pergamino. Estaba pálido y con un poema trágico escrito sobre él.

El sirviente pidió a uno de sus compañeros que pasaban que le informacen a la encargada principal que el señor se había ido y que habían dejado a la niña al cuidado de el.

El compañero pasó el mensaje de forma exitosa hasta que la información llego a una señora adulta. Ella sabía para que la habían llamado.

Señora: - mhp...- solo me buscan cuando me necesitan.

Señora pensando: aunque esta vez no lo culpó, si algo le pasa a la niña ninguno de nosotros veremos la luz de otro día.

Ella entendía que la necesitaban, puesto que si el sirviente o cualquier otro  entraba solo a la habitación del señor y más con la niña dentro no viviría para contarlo. Pero ella contaba con una cierta cantidad de confianza por parte del youkai y más importante que eso es que era mujer. De tal forma que ella puede entrar a la habitación bajo la excusa de cuidar a tn mientras el otro sirviente la cuida desde afuera haciendo vigilancia.

Y efectivamente a si lo hicieron. La señora llegó, entro y el sirviente se quedo afuera patrullando la habitación.

Demonio Sin Corazon (Tomoe Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora