¿A esto llamas
suplicar?... Puedes
suplicar mucho mejorGo-go Yubari, Kill Bill Vol.1
Capítulo Séptimo: La súplica de la ninfa.13 de Septiembre de 2010.
Mya.
- Estoy haciendo una estupidez... ¡una jodida estupidez!- masculló mientras conducía el silencioso Audi por la carretera.- Dios, no aprenderé nunca, coño.
Se dirigía hacia un precipicio. O hacia el paraíso.
Mya eligió la opción B por pura comodidad. Aunque sabía perfectamente que iba a cagarla. Irremediable y profundamente.
Frenó bruscamente cuando la irritante melodía de su teléfono empezó a sonar. Se tomó unos segundos mirando al frente, donde ya se podía distinguir el antiguo castillo señorial, antes de llevárselo a la oreja.
- Mya al habla- contestó, malhumorada.
- Soy yo.
Sus hombros se relajaron visiblemente ante la voz más que conocida.
- Mike, ¿qué pasa? ¿qué tripas se te han roto a estas horas?
- Bien, seré breve, no estás de humor.- rio su amigo- He invitado a salir a Olivia.
- ¿Oliv? ¿Mi prima?
- Exactamente, tu prima.
Un bufido de impaciencia escapó de sus labios.
- ¿Y para eso me llamas? ¿No podías contármelo mañana?
- Te llamo porque no quiere salir conmigo.- rebatió Mike con diversión.
- Joder, ¿y qué quieres que haga yo? Sabes perfectamente cómo persuadir a una mujer, Mike, no necesitas mi ayuda.
- No quiero persuadirla, quiero que acepte, simplemente.- explicó con calma.
- ¿Y por qué no lo hace?
Puso en marcha de nuevo el motor y avanzó lentamente por el camino asfaltado, acercándose metro a metro a la majestuosa construcción.
- Porque piensa que estamos hechos el uno para el otro.
Soltó una risotada.
- ¿En serio? ¿Tú y yo? Por dios, es estúpido.
- Desde luego que sí, pero ella cree que estamos enamoradísimos y nos mantenemos alejados porque no queremos admitirlo.
Sonaba completamente ridículo.
- Menuda gilipollez.- sacudió la cabeza- ¿Está ahí Oliv? Pásamela.
- A sus órdenes, mi sargento.
- ¿Mya?
La dulce y suave voz de su prima se oyó al otro lado de la línea. Sonrió.
- Oliv, pequeña, si no quieres aceptar la invitación de Mike porque crees que nos pertenecemos estás perdiendo el tiempo.- fue directa al grano, no tenía tiempo que perder- Es mi mejor amigo, ya está, no hay nada más.
ESTÁS LEYENDO
Sábanas rojas, Sangre azul © FIN
RomanceTras una tragedia que pone patas arriba su vida y siguiendo una historia que se remonta varios siglos atrás, Mya se lanza a hacer un viaje en busca de respuestas. Pero el orgulloso y atractivo Duque de Brokeville y Greenville se interpone en su cami...