[[PAUSADA]] Ugly [El monstruo del instituto Rivers]

Capítulo 08

Richard se sentó con pesadez en una de las sillas de la mesa más alejada de la cafetería, Joshua que yacía ahí desde hacía varios minutos le miró sorprendido, pero Richard tan solo se limitó a suspirar y antes de que Joshua preguntara cualquier cosa dijo.

—Acabo de hablar con Anthony. —Joshua entendió entonces el porqué del estado de su amigo.

—¿Y qué paso? —Richard meneó la cabeza en un ademan negativo.

—Está completamente ciego. Pero eso ya lo sabes. —Joshua hizo una mueca con los labios, luego dijo.

—Que lastima, pero no hay mucho que podamos hacer. Algún día se dará cuenta.

—Pero ¿y qué pasará cuando llegue ese día? Joshua, tu sabes lo orgulloso que es.

—Si lo sé, pero ¿qué podemos hacer? Solo nos queda esperar.

—Supongo.

El silencio ocupó el lugar en la mesa más alejada de la cafetería. Cada uno se sumió en sus pensamientos. Richard tenía la cabeza hecha un lio. Por un lado estaba Anthony, le dolía tanto todo lo que estaba pasando desde hacía unos meses, y por el otro estaba Althea. Desde el día en que asistió a la clase de música no se la había podido sacar de la mente. No podía olvidar como lo vio, no podía olvidar el temblor en su voz. Y entonces pensó de nuevo en Anthony y Giselle. Ella fue la que le dijo que Althea tenía problemas y entonces frunció el entrecejo mientras pensaba en eso. Una persona que solo se preocupaba por sí misma, no tendría por qué estar ayudando a otras. Pero ¿realmente Giselle había ayudado a Althea al decirle aquello a él? ¿Quién era realmente Giselle Hyde?

—Joshua, ¿y qué pasa si el que tiene razón es Anthony? —Joshua lo miró con una ceja levantada, luego soltó una carcajada.

—¿Te estás oyendo, Richard?

—Es solo que. —Richard tamborileó los dedos en la superficie de la mesa—. Ella nos contó lo del primo loco de Althea. —Joshua se inclinó en la mesa, impulsado por un recuerdo distante.

—Lo que me recuerda. Desde ese día no hemos vuelto a hablar de Camille, habíamos quedado... —Richard revoleó los ojos.

—No empieces Joshua, no estamos hablando de eso, te estoy hablando de Giselle.

—Y a mí no me interesa hablar de esa arpía, en cambio Camille

—Genial, ahí viene el Mikey. —Joshua giró la cabeza, en efecto su hermano se acercaba con paso apesadumbrado, y como si lo hubiera aplastado una montaña de elefantes se dejó caer en una de las sillas, cruzó las manos sobre la mesa y escondió la cara entre el hueco que dejaron sus brazos—. ¿Qué paso, Mikey? —El jovencito de anteojos se limitó a levantar solo una mano y agitándola en un ademan negativo dijo aun con la cabeza escondida.

—No quiero hablar de eso.

—Bien, Mikey está fuera de combate. Ahora Richard, volviendo al tema de Camille. —Richard tomó su mochila y se levantó de golpe—. Ey Mintz, no seas odioso.

—Adiós, ahí te lo dejo Mikey.

Y sin más se alejó de la cafetería. Richard tenía cosas más importantes que pensar, no era que lo de Camille no fuera importante, era solo que no era de su incumbencia, para eso estaba la policía, ellos la ayudarían. Pero en cambio, ¿quién ayudaría a su Althea Vega si no él?

De: Los asesinatos en el Instituto Rivers, por el Dr. Graham.

Mi investigación con respecto a este caso tan sonado, no se basa solo en las muchas entrevistas que he tenido con Julie. También he estado indagando más a fondo en todo lo que ocurrió en el periodo escolar 2000/2001 en la secundaria Rivers; y gracias a mis múltiples investigaciones he encontrado muchas cosas inquietantes.